TIRO A GOL
CampoElías Estrada
cestradacampo@gmail.com
Ya con cabeza fría, después de haber festejado el triunfo en El Salvador que terminó con el maleficio del Cuscatlán, vi el gol de José Fajardo y me parece que hubo un fuera de lugar de Michael Murillo, cuando recibe el pase de Édgar Bárcenas. Lo he visto infinidades de veces y esa es la impresión que me quedó.
El viernes, en el momento de la jugaba, me pareció que Murillo estaba en offside, lo vi un tanto adelantado, pero no le di mayor importancia, además, porque no vi ninguna reacción de los jugadores salvadoreños, que me parece que allí fallaron, ni mucho menos se presentó ninguna reacción del var. Fue un episodio que por esos segundos pasó inadvertido en la cancha.
Es natural, que por eso en El Salvador estén histéricos, si se trata de un país futbolizado. Ahora, la pregunta es: ¿Qué hubiera pasado si esa jugada hubiera sido de los salvadoreños para ganar el partido? Estoy convencido que la reacción en Panamá hubiera sido la misma. Ni más ni menos.
No voy a entrar es más detalles de las otras dos jugadas anuladas por el canadience Drew Fischer, ni en una supuesta mano de un panameño en el área, porque me parece que la de Murillo fue un poquito más clara, que con la ayuda del var se hubiera solucionado rápido. Pero me pareció raro que la tecnología no apareciera.
Frente a ese episodio, las redes explotaron y el nombre de Panamá está en boca de todos los que se desahogan por esa tecnología. Se ha perdido la cordura.
Pero si voy a hacer claro, pese a que en El Salvador la victoria quedó "manchada" por esa jugada que antecedió al gol. Panamá fue más que los de casa. Por eso el Bolillo Gómez no quiso regalar nada y salió a defenderse, por cierto con bastante orden, batallando cada pelota en el medio campo, e intentando sorprender y desequilibrar con esos balones profundos, que el mismo Bolillo Gómez como nosotros aquí, sabemos que son los que más daño le hacen al equipo.
Por eso Bolillo Gómez no jugó abierto contra Panamá, porque de hacerlo iba a recibir su merecido, el entrenador conoce mejor que nadie de las cualidades de los visitantes, queria defender y sorprender con un gol, sin importar que fuera el equipo local. Iba por el resultado mínimo.
Es un detalle que la afición salvadoreña no quiere entender, por eso el colombiano no quiso arriesgar y prefirio caminar por la línea delgada, que no deja de ser peligrosa cuando se tiene un rival más fuerte que el tuyo. Ese plantemiento, tampoco le permitió mayores libertades a los panameños.
Hoy hay que reconocer que Panamá es más que El Salvador. Allá se lo he escuchado a los propios colegas salvadoreños, al mismo Bolillo Gómez y lo dijo el Mágico González, el mejor futbolista cuscatleco, que reconoció que es el país que más ha progresado.
Me parece que ellos hicieron un buen partido como para haber sacado un punto, hasta el momento del gol. Una acción que no es culpa de los panameños, como tampoco lo fue el "gol fantasma del 2017, que siempre se lo restriega en estas situaciones.
Y hay que tener presente, que esa misma situación le puede pasar a Panamá, porque se ha visto que aunque el var nació para ayudar en las jugadas polémicas, lamentablemente los que manejan la tecnológica son los mismos árbitros que lo hemos visto equivocarse muchas veces como centrales. El var no es confiable ni en Centroamérica ni el primer mundo futbolístico. Los desaciertos están a la orden del día.
De Panamá antes no se hablaba, ni aunque tuvimos a dos de los mejores futbolistas de Centroamérica en su momento, Julio Dely Valdés y Rommel Fernández, porque a nivel de selecciones era considerada la cenicienta.
Sin embargo, en los últimos años el fútbol panameño se ha superado a nivel de todas las selecciones, que han asistido a varios mundiales juveniles y uno con el equipo mayor, incluyendo a las mujeres, el futsal y el fútbol de playa.
Pero parece, que eso ha sido la envidia de muchos, que no quieren reconocer que en Centroamérica los panameños se han ido superando y hoy están dominando a los vecinos del área. Al principio, cuando se comenzó a progresar, nos daban una palmadita de felicitaciones, pero hoy cuando se convirtieron en verdaderos protagonistas en el área, pareciera que todos lo centroamericanos estuvieran en su contra.
Claro, aquí no hay que pasar por alto, que parte de esa agresión verbal contra Panamá por las redes, se la ha ganado, indirectamente, por la reacción que han provocado unos cuantos comunicadores like, que defienden a capa y espada al fútbol panameño, sin medir las consecuencias de sus palabras. Hoy, se puede decir, que han superado no solo a David Faitelson, el que hace años era considerado no grato en Panamá, sino que se han ganado un protagonismo en el área, provocando, sin exagerar, que en este mundo de las redes sociales se conozca más a estos influencers, que a los propios jugadores de la selección nacional.
Por eso, la selección tendrá que mejorar en los tres partidos finales de esta fase final, para alcanzar su pase a la Copa del Mundo 2026, que de momento, como el tercer mejor segundo lugar de los tres grupos, lo tiene fuera del repechaje.
Solo mejorando y terminando primeros, se puede apagar esa llama que está incendiando las redes sociales, en donde pareciera, por lo que se palpa en ellas, que toda Centroamérica estuviera en contra de Panamá.
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