sábado, 4 de octubre de 2025

LO MISMO DE LO MISMO

TIRO A GOL 







 Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Por primera vez me pareció sentir que los ánimos se caldearon entre los aficionados y periodistas, después de la eliminación de Panamá en el mundial Sub 20 de Chile, que no era para menos, pues ya son siete participaciones con lo mismo de lo mismo.

Mucho antes de comenzar el mundial se escuchaba que esta era la mejor selección nacional que participaría en una Copa del Mundo Juvenil. Se dijeron tantas cosas de estos muchachos, en su mayoría legionarios, que cualquiera pensaría que se iba a mejorar la última participación del 2019 en Polonia con el mismo Jorge Dely Valdés, cuando se llegó por primera y única vez hasta los octavos de final, pero después de la eliminación de este viernes, en su tercer partido contra Corea del Sur (2-1), la decepción fue total.

Nunca lo había visto, aunque en el 2019 sucedió algo parecido por la manera como se perdió en los octavos de final contra Ucrania (4-1).  Hoy se habla de un rotundo fracaso, porque no hay otra manera de describirlo, después de la respuesta de los muchachos frente a la preparación de cinco estrellas que se le brindó al equipo.

Tuve la oportunidad de cubrir para el Diario La Prensa los primeros cuatro mundiales en Emiratos Árabes Unidos (2003), Holanda (2005), Canadá (2007) y Colombia (2011); los restantes tres de Nueva Zelanda (2015), Polonia (2019) y Chile (2025) los seguí por la televisión. La diferencia entre los cuatro que cubrí y los que he visto por televisión, han sido los legionarios.




 
En Emiratos Árabes Unidos 2003, solo Gavilán Gómez jugaba en el Envigado de Colombia, hoy hubo 10 legionarios que estuvieron en Chile 2025: Tres que juegan en Estados Unidos, dos en España, dos en Brasil, uno en Ucrania, uno en Alemania, que repatriaron, y uno en Costa Rica. Esa es la diferencia entre el primero y el último torneo.

Futbolísticamente, no he visto mayor diferencia entre los primeros y los últimos. A veces me parece inexplicable, porque en la región dejan una grata impresión durante los premundiales de CONCACAF, pero cuando participan en los mundiales, se les olvida el libreto. Por ejemplo, en Chile hay poco para destacar, aunque se valora el 1-1 contra Ucrania, que había derrotado a los nuestros en dos ocasiones, por lo que en esta tercera vez se presagiaba otra derrota.

Por otra parte, revisando los numeros de Panamá en sus siete participaciones, las estadísticas son como para sentarse a llorar. Una victoria en 22 partidos, con 5 empates, 16 derrotas, 15 goles a favor y 44 en contra. Aunque de todas estas participaciones, hay que exonerar a los debutantes del 2003, que participaron bajo otras condiciones. 

Pero entre los 22 partidos, hay uno que se me quedó grabado para siempre, fue el 2-2 ante Argentina, en el debut del mundial del 2015 en Nueva Zelanda, bajo la dirección del argentino Leonardo Pipino, pese a que en las dos siguientes salidas se perdió con Austria (2-1) y Ghana (1-0), para finalizar último en el grupo.

Fue un partidazo, Jhamal Rodríguez empató a los 19 minutos, en uno de los mejores goles de ese torneo, y sobre los seis minutos finales, con el 2-1 en contra, Fidel Escobar remató un centro desde la izquierda de Carlos Small, para empatar el juego en ese inolvidable partido, que es uno de los más destacado entre el pobre palmarés de los panameños.

En ese partido ante los argentinos iniciaron: Jaime De Gracia, Jesús Araya, Chin Hormechea, Fidel Escobar, Jomar Díaz, Luis Pereira, Jhamal Rodríguez, Julián Velarde, Jesús González, Ismael Díaz y Carlos Small. También jugaron como cambios Francisco Narbón, Edson Samms y Ervin Zorrilla.  

Hay otro dato que es aterrador en estas lides, Panamá tuvo que esperar 18 partidos en un lapso de seis mundiales para ganar su primero y único encuentro frente a Arabia Saudita (2-1) en Polonia 2019, con Jorge Dely Valdés como entrenador. Antes había empatado 1-1 con Mali y había perdido 2-0 con Francia. Su primer triunfo se dio en el cierre del grupo, que lo dejó en el tercer puesto lo que le permitió clasificar por única vez a octavos de final como uno de los mejores terceros.

Miremos este otro dato que contrasta con los de Panamá, se trata de la primera participación de Guatemala, en un Mundial Sub 20, en Colombia 2011, cuando ganó su primer juego en ese mismo torneo, durante su tercer compromiso ante Croacia (1-0). Primero había sido goleado en sus dos primeras salidas por Nigeria (5-0) y Arabia Saudita (6-0). A pesar de su diferencia de goles de -10, ese triunfo le sirvió para clasificar a los octavos de final como uno de los mejores terceros donde cayó ante Portugal (1-0), en el Pascual Guerreo de Cali.

Selección nacional que participó en Chile 2025. FOTO/Fepafut



Miremos por encima los resultados de Panamá en los mundiales Sub 20. En el 2003 se perdieron los tres partidos: Burkina Faso (1-0), Emiratos (2-1) y Eslovaquia (1-0); en el 2005 también se cayó en los tres juegos contra Ucrania (3-1), Turquía (1-0) y China (4-1).

En el 2007 se consiguió el primer punto ante Corea del Norte (0-0), mientras se perdió con Argentina (6-0) y República Checa (2-1). En el 2011, se alcanzó otro punto con Austria (0-0), mientras se perdió con Egipto (1-0) y Brasil (4-0) en los dos siguientes juegos.

En el 2015 se obtuvo el tercer punto con Argentina (2-2), pero se perdieron los siguientes juegos con Austria (2-1) y Ghana (1-0), mientras en la mejor participación en el 2019, se ganó el primer partido con Arabia Saudita (2-1) después de haber empatado con Mali (1-1) y perdido con Francia (2-0). Se clasificó a octavos donde Ucrania nos despachó con un 4-1.

En Chile 2025, se perdió en el último minuto ante Paraguay (3-2), se empató con Ucrania (1-1) y se cayó ante Corea del Sur (2-1). 

Antes de comenzar su agitar en Chile, la afición y los medios le estaban pidiendo resultados a los juveniles, porque con tantas participaciones y las mismas historias, no se querían más decepciones en este 2025.

Miremos esta última participación, a pesar de los errores que haya podido tener Jorge Dely Valdés, que es el entrenador panameño más exitoso con las categorías menores, a los jugadores les faltó esa picardía de jóvenes, tuvieron algunos chispazos, pero no se les vio destreza, seguridad completa, habilidad ni decisión para sorprender al adversario. Demasiados timoratos e intermitentes.

Las líneas parecían separadas y por eso al frente el goleador Herrera tuvo poco acción, excepto en un par de tramos del juego contra Ucrania donde marcó un gol y en parte del segundo tiempo ante Paraguay, en el que lamentablemente se perdió el partido en el último suspiro del encuentro por un error de concentración en defensa.

Se esperaba más de este seleccionado de legionarios, pero los mismos resultados han sido la constante en las siete participaciones, donde el rival siempre les roba la partida, les lleva el ritmo del compromiso y siempre se ha hecho dificil salir con los tres puntos. 

A través de las siete participaciones han pasado diferentes entrenadores, pero en la cancha, el rendimiento de los jugadores no ha variado con ninguno de sus directores. Se los ve algo desconocidos, sin contundencia cuando se tiene el balón. Claro, que a los técnicos hay que cuestionarlos porque también son parte de estos descalabros, pero igualmente tenemos que ser realistas, hoy con tantos legionarios en la selección, la diferencia no se nota en la cancha. Si  los entrenadores han fallado, los jugadores tampoco ponen de su parte. Es como si la camiseta de la seleccíón les pesara. Los números en este torneo hablan del flojo papel de nuestras selecciones.

Tampoco hay que desconocer, que en materia de juveniles el fútbol panameño ha evolucionado considerablemente, que la Liga Panameña de Fútbol le ha brindado oportunidades a los jóvenes en sus diferentes torneos, lo que ha ocasionado que muchos de estos muchachos emigren temprano al exterior. Ni hablar de la Fepafut, que siempre ha preparado a estas selecciones con todas las de la ley, con etiqueta de cinco estrellas. Pero a la hora de mostrarse en un mundial Sub 20, estos muchachos desentonan por completo.

Las estadísticas son un reflejo de lo que ha sido Panamá en los mundiales juveniles, donde las expectitivas no han sido superadas. Las selecciones que han participado han jugado a lo mismo, casi siempre siendo superadas por sus rivales, con algunos chispazos, pero sin ser constantes ni mucho menos contundentes, en todo el trayecto de los partidos. 

Algo pasa con nuestros jugadores, me decía en un principio y hoy lo sigo sosteniendo. Solo se participa, pero sin ser protagonistas. Ya son 22 años con lo mismo.     

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