TIRO A GOL
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La foto del uruguayo Luis Suárez cargando en hombros al panameño José Luis Garcés, cuando ambos jugaban con el Nacional de Montevideo, conocidos internacionalmente con los sobrenombres de pistoleros, por su afinidad con los goles, volvió a convertirse en tendencia 20 años después, cuando el sudamericano estuvo con el Inter Miami en el amistoso frente al Sporting San Miguelito, el pasado domingo 2 de febrero, en el estadio Rommel Fernández de Panamá.
La foto corresponde al miércoles 14 de junio del 2006, cuando Nacional se coronó campeón del torneo Clausura uruguayo 2005-2006, durante la fecha 16, una jornada antes de terminar la ronda regular, en el que se venció por 1-0 al Miramar Misiones, con gol del panameño Garcés, en el gran Parque Central. Por entonces, Suárez tenía 19 años y el panameño 25.
Garcés había comenzado de suplente en el partido e ingresó a los 71 minutos por Carlos Alberto Juárez; cuatro minutos después salió Suárez, siendo sustituido por Jorge Martínez, mientras que a los 87 minutos, Garcés anotó el gol del campeonato del Nacional, según estadísticas que reposan en la web del club uruguayo.
Con el Nacional, el panameño registraba 3 goles en amistosos, 2 en el campeonato uruguayo, 1 en el torneo liguilla, según estadísticas del equipo.
Garcés había sufrido una fuerte lesión en su rostro y solo marcó un gol en el torneo Clausura, que valió el título, según versiones de prensa. Suárez, por su parte, consiguió siete tantos en ese torneo del primer semestre del 2006.
El entrenador del club uruguayo era Martín Lasarte. Nacional había comenzado el partido frente al Miramar, con Jorge Bava, Ignacio Paniagua, Mauricio Victorino, Ignacio Pallas, Daniel Leites, Rodrigo Vázquez, Marco Vanzini, Javier Delgado, Carlos Alberto Juárez, Gonzalo Castro y Luis Suárez.
Esta foto quedaría en el recuerdo de muchos panameños, y en la imaginaria vitrina del fútbol panameño, como una de sus reliquias.
Años después, cuando el uruguayo se hizo una figura de talla mundial y el panameño, paradójicamente, terminaba su carrera internacional por problemas en un club europeo, la foto cobró más fuerza, y obviamente los comentarios y comparaciones no se hicieron esperar.
Una vez, René Mendieta, el panameño que ha estado en más eliminatorias mundialistas, me dijo que Garcés fue un diamante en bruto, que no pudo brillar más, por su mala cabeza, pero que tuvo todo para haber sido, uno de los tres mejores delanteros panameños de todos los tiempos, porque lo tenía todo para deslumbrar.
Casi veinte años después, los dos pistoleros se reencontraron en el Rommel Fernández: Suárez, con 38 años de edad, y todavía vigente en el fútbol internacional, y Garcés, con 43 años. Todo se dio gracias a Gabriel Gavilán Gómez, David Gómez, y otros, que hicieron todo lo posible para que diera este reencuentro.
Mientras estuve en el Diario La Prensa, siempre añoré en entrevistar a Suárez, para que me hablara de esa foto. En una ocasión mi compañero de redacción, Alexander Da Silva, hoy en el centro de prensa de la federación de fútbol, tuvo la oportunidad en un amistoso que se disputó entre Panamá y Uruguay en Montevideo, pero le fue imposible. Algunos nos quedamos con la ganas de haberle dado vida a esa foto, con una declaración del pistolero uruguayo, que por entonces era jugador del Barcelona FC.
Pero para fortuna del fútbol panameño, ese reencuentro se hizo gracias al amistoso del Inter Miami y Sporting San Miguelito. Para muchos, haber visto a Messi en la grama del Rommel Fernández fue lo más espectacular, pero para otros como este servidor, el saludo de Suárez y Garcés dentro del estadio, fue lo más emotivo y conmovedor que tuvo esta gala internacional del 2 de febrero, antes de que Messi y compañía se robaran los aplausos.
El reencuentro entre estos dos pistoleros quedó congelado para la historia del fútbol nacional. Ambos sonriendo, conversando, y el uruguayo autografiándole una camiseta del Inter que tenía el 10 de Messi.
"Le doy gracias a Dios por esta oportunidad de haberme reencontrado con mi compañero y amigo, Luis Suárez. Conversamos y nos reímos de las anécdotas de cuando estábamos en el Nacional", dijo Garcés a través de un video de Tigo Sports.
"Me dijo, 'pana, hace casi 20 años que no nos veíamos'. Mucho tiempo, pero casi no fue la diferencia por lo de la amistad, cuando me vio. Me reconoció, yo lo reconocí y luego nos abrazamos. Me sentí orgulloso por eso", agregó Garcés.
El club Nacional de Montevideo siempre ha tenido un espacio en el corazón de los panameños, por todo lo que representó para Julio César Dely Valdés, el futbolista más importante del fútbol panameño y del área centroamericana.
Y a pesar de que Garcés tuvo un paso corto con el mismo club y no se lo puede comparar con todo lo que hizo internacionalmente el colonense, esta foto es muy significativa para el fútbol panameño. Como Garcés, Suarez también tuvo actos de indisciplina, como la de morder a sus rivales, lo que le ocasionó una sanción ejemplar, pero supo perseverar, retomar su norte y seguir exitosamente su carrera hasta el día de hoy.
Garcés, en cambio, quedó para el recuerdo del fútbol panameño, como un gran delantero que tuvo para más, pero que sus malas decisiones se lo impidieron, pero eso no le esconde toda la grandeza que exhibió en una cancha, porque fue un jugador habilidoso, pícaro, veloz, temible, que nos deleitó con su peculiar forma de jugar. Los que lo vimos jugar nos la gozamos. Un grande del fútbol nacional.
El domingo 2 de febrero, el reencuentro Suárez-Garcés nos hizo suspirar a muchos. Por fin, la foto de estos pistoleros pudo hablar casi 20 años después, con sus dos protagonistas frente a frente.
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