martes, 13 de agosto de 2024

DETRÁS DE LA MEDALLA DE ATHEYNA

TIRO A GOL 








Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


El recibimiento que se le hizo a la medallista olímpica Atheyna Bylon fue un reconocimiento a la realidad del deporte panameño, en un país en que los deportistas con muy poquito siempre están haciendo mucho.

Cada cuatro años, con los Juegos Olímpicos, volvemos a echarle un vistazo a nuestra realidad deportiva, sobre todo cuando por cosas de la vida se consigue una presea, que para un país como el de Panamá es una rareza. En 1948, en Londres, fue el velocista Lloyd LaBeahc, con dos medallas de bronce; en el 2008, en Beijing, el saltador Irving Saladino, con una de oro, y ahora en el 2024, en París, la boxeadora Bylon, con una de plata.

Durante su presentación en la Presidencia, Atheyna Bylon habló de la triste realidad de los deportistas panameños, para aspirar a clasificar a la máxima cita deportiva, y aunque lo señaló de manera superficial, sonó contundente, como para resumirlo con estas palabras: se entrena con las uñas y sin condiciones de infraestructuras.

Cada cuatro años se repite este drama, que es casi lo mismo que se vive en algunos países de nuestro continente. El público apenas viene a conocer a los atletas participantes y a darse cuenta de sus realidades, cuando los medios comienzan a narrar sus penurias que tuvieron que hacer cada uno de ellos para llegar a los Juegos. 

Por eso cuando se consigue una medalla olímpica como la de Atheyna, el país entero entra en una euforia colectiva, a sabiendas del esfuerzo y sacrificio que hacen estos deportivas, en un país que en materia deportiva pareciera que los atletas de disciplinas individuales, particularmente, no existieran. 

Un ejemplo de todo esta euforia se dio con la medalla de oro de Saladino, hace 16 años, en un deporte como el atletismo que le ha dado tres medallas olímpicas al país, sin embargo, esta disciplina todavía no tiene un centro de alto rendimiento, aunque al medallista lo recompensaron con un alto puesto en Pandeportes.

Pueda que suene un poco conformista o de consuelo, pero es para considerar el significado del valor que tiene esta cuarta medalla olímpica, que un país pequeño como el de Panamá, con un puñadito de atletas, consiguió un poquito menos que otros países más grandes y con delegaciones más numerosas.

En el plano personal, la medalla de Atheyna es la recompensa a la perseverancia de una atleta, que muchas veces le tuvo que hacer frente a las críticas, que hoy son desalmadas en las redes sociales.  Ella nunca bajó la guardia, mantuvo su autoestima con sus puños y consiguió darle una alegría más al país en materia deportiva.

Esperemos que algunas de las palabras que dijo el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, salgan del papel para hacerse realidad. Y Por favor, que le echen un vistazo a los lugares donde entrenan, principalmente, los deportistas de disciplinas individuales, que son los que cada cuatro años representan al país en unos Juegos Olímpicos.

Por eso es importante, que a los deportistas que se sacrifican en su ciclo olímpico, se les de un trato de primera clase, no con palabras, sino con un verdadero apoyo. 

Esta triste historia continúa...

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