jueves, 4 de julio de 2024

EL FENÓMENO DEL FÚTBOL PANAMEÑO

TIRO A GOL 



Jugadores panameños. FOTO/FEPAFUT




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Colombia vs. Panamá. Uno buscará hacer realidad su sueño y entrar a la historia, el otro, ratificar su mote de favorito en esta Copa América 2024. Así se podría resumir la sinopsis de lo que presentará este partido de cuartos de final.

Pero, ¿Quién es Panamá? En Sudamérica poco se conoce del futbol centroamericano, aunque hubo algunos jugadores panameños que se ganaron el aprecio por la huella que dejaron en la liga colombiana. Hablo de los Felipe Baloy, Blas Pérez, Luis Tejada, Gavilán Gómez, Russo Barahona, Amílcar Henríquez, entre otros.

Aunque en los años 90, Panamá tuvo a dos monstruos de delanteros que la rompieron en el fútbol europeo, Rommel Fernández (q.e.p.d) y Julio Dely Valdés, cuando la liga panameña estaba en pañales y daba lastima, hoy estos dos goleadores todavía se mantienen como los grandes artilleros que ha tenido el fútbol centroamericano en el Viejo Mundo.




Hoy, la Copa América ha servido para que en Sudamérica se conociera más a fondo lo que es la selección panameña, que hasta el momento ha sido la revelación del torneo.

Pese a que su liga no cuenta con un respaldo mayoritario de público, ni todavía ha podido regionalizar el torneo, ni mucho menos hacer que la fanaticada mire a sus equipos con sentido de pertenencia, como pasa en el béisbol panameño, las selecciones nacionales se han convertido en protagonistas en la CONCACAF.

Es un fenómeno raro, para un fútbol panameño que no tiene estructura (estadios y canchas naturales, entre otros) y que presenta otras deficiencias, que no lo hace ver profesional. Para cualquier extranjero de un país futbolizado que asista a ver un partido de la liga, le parecería extraño. Pero aún con todo eso, en los últimos veinte años las selecciones han clasificado a una Copa del Mundo, la  masculina, a otra Copa del Mundo, la femenina; seis participaciones en mundiales Sub 20; tres en mundiales Sub 17; cuatro participaciones en mundiales de Futsal, y una en un mundial de fútbol playa.

Además, de ganar una Copa Centroamericana, un título en el torneo de Mauricio Revello (Toulon) en Francia, tres veces finalistas en la Copa Oro, dos participaciones en la Copa América, y por mencionar, un empate 1-1 contra Brasil en un amistoso. 




Eso hace que el fútbol panameño sea extraño. Los países centroamericanos más fuertes y con más historia no se explican cómo teniendo mejores ligas, el fútbol panameño los está sobrepasando a nivel de selecciones, siendo hoy el número tres de la CONCACAF en el ranking de FIFA por debajo de Estados Unidos y México.

Gran parte de lo que hoy es el fútbol panameño se debe al crecimiento del futbolista, que sigue saliendo al exterior en grandes cantidades para ser un país pequeño, con una liga que presenta muchas deficiencias, pero que paradójicamente sigue exportando. Eso es lo que la hace grande en Centroamérica.

En el fútbol panameño todavía no han aparecido otros Rommel o Julio Dely, que trasciendan internacionalmente en Europa, pero sus jugadores legionarios le han sido rentables a la selección nacional y hoy son parte de ese cambio generacional que reemplazó a muchos de esos grandes jugadores que contribuyeron para su primera clasificación histórica a la Copa del Mundo en Rusia, en el 2018.

Hace 30 años era la cenicienta de la región, para convertirse con los años en un protagonista, como lo está haciendo ahora con la selección de Thomas Christiansen, en la Copa América.

Hace 19 años, en la Copa Oro del 2005, la selección de Panamá del Cheché Hernández derrotó dos veces a la selección de Colombia, que por entonces la dirigía Reinaldo Rueda. La venció en la fase de grupos, y unos días después en semifinales, con lo cual se ganó el derecho de disputar su primera final del torneo de CONCACAF. Ese fue el puntapié inicial para estar hoy entre las mejores ocho selecciones de la Copa América 2024.

Por otra parte, hablar de Colombia, es reconocer su potencial como equipo y de la calidad de sus jugadores, en estos momentos es una selección bien trabajada, compacta, difícil de derrotar, con un rendimiento bárbaro y un largo invicto de 26 partidos bajo la dirección del argentino Néstor Lorenzo. Es claramente la favorita para ganar, pasar a semifinales y disputar la gran final. 

Thomas Christiansen, entrenador de Panamá. FOTO/FEPAFUT



Sin embargo, su rival de este sábado llega motivado, con su autoestima por las nubes, después de recibir duras críticas por su flojo rendimiento en sus dos partidos de la eliminatoria mundialista, sumado a las bajas de varios jugadores importantes que son la base del equipo, entre ellas su cerebro Adalberto Carrasquilla.

Cuando nadie daba un peso por este equipo, hoy está en cuartos de final de la Copa América, como uno de los dos representantes de la CONCACAF, de los seis que tomaron parte en el torneo. Sí, Colombia es la gran favorita, pero ¿Cuándo Panamá ha sido favorita?

Contra todos los pronósticos, Panamá terminó segunda en su grupo, convirtiéndose en la revelación del torneo. Los mismos panameños deben reconocer, que contra Colombia no tienen nada que perder, más bien, la selección cafetera es la que tiene la presión del partido, frente a un rival que ya perdió los nervios, el miedo escénico, que tiene mucha adrenalina, mucho optimismo, motivación y que desde luego, eso es lo que la hace peligrosa.

Una de las críticas que se le hace al equipo panameño, es que frente a los equipos de menor categoría, no despliega su verdadero fútbol como pasó hace unos días contra sus dos rivales caribeños en la eliminatoria para el mundial del 2026. No obstante, ante los grandes, les hace la guerra, un ejemplo los acabamos de ver en la copa contra Uruguay y Estados Unidos.

El próximo sábado 6 de julio, esta generación tendrá el partido de su vida, un juego histórico para el fútbol panameño, que buscará hacerlo perfecto frente al gran favorito, que para muchos ya está ganando antes de jugarse el partido.

No se si consigan dar el batacazo, que será difícil, pero al menos intentarán dejar el pellejo en la cancha en este partido histórico. Saben, que el mundo los estará mirando, lo que es una gran oportunidad para mostrarse internacionalmente.

Su antecedente de haberle ganado a Colombia en la Copa Oro del 2005, debe ser un recuerdo que sirva de motivación, para pensar en que el balón será redondo para los dos y que más allá de los James y compañía, serán 11 mortales de carne y hueso, como los mismos panameños. Contra Uruguay ya lo experimentaron. 

Suerte para mis dos selecciones, que gane la mejor.

(El autor de esta nota es colombiano de nacimiento y panameño por naturalización. Veintiún años vivió en Colombia y los últimos 42 en Panamá. Hoy tiene 63 años de edad y está pasando unas vacaciones en su natal Colombia. Periodista de profesión.   






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