domingo, 7 de julio de 2024

DE LA ALEGRÍA A LA TRISTEZA

TIRO A GOL 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Al hablar de la derrota de Panamá frente a Colombia no hace necesario en explayarse demasiado. Todo se puede resumir en que los colombianos fueron mucho más que una selección panameña, que nunca pudo ante la superioridad de su rival. El marcador es la prueba más fehaciente.

Salir a acribillar ahora a la selección nacional por el papelón que se hizo no es el caso, lamentablemente el rival que tuvo Panamá es la mejor selección que hasta el momento ha presentado la Copa América. Como se dice, a los de Thomas Christiansen le tocó bailar con la más fea.

No sé si a Colombia le alcance para llegar a la final ante una fuerte selección uruguaya, en un partido de semifinales que todavía se hace más complicado, aunque después de la goleada lo que sí se hizo evidente, es que la ventaja de los cafeteros para llegar a esta instancia fue, en parte, por haber tenido de rival a una Panamá en cuartos de final, que en el papel era el seleccionado más débil, a pesar de haber sido la grata sorpresa en la fase de grupos.

El partido de cuartos de final mostró que era así. Colombia hizo lo que quiso. Muy temprano anotó de cabeza en un tiro de esquina cobrado por James, que en el torneo ha sido un mago en las jugadas con balón parado. 

Este gol fue un adelanto de lo que le esperaba a Panamá y una muestra de que no estaba preparada mentalmente para este compromiso, por muchas ganas, fuerza, empuje o sacrificio que le haya puesto al compromiso. Con eso no bastaba. El resto del partido es historia. La superioridad de Colombia fue tan evidente, que entrar en analizar no daría para mencionar cosas positivas de Panamá, como si se tuvo en sus partidos de fase de grupos. 

El cabezazo de Miller queda para la polémica, me recordó a los mismos colombianos en la Copa del Mundo de Brasil 2014, cuando todavía se escucha el eco de una jugada de Colombia ante los brasileños que se popularizó con la expresión: "fue gol de Yepes".

No podría afirmar que el balón impulsado por Miller hubiera entrado, lo he visto tantas veces y todavía no estoy convencido. Decir que fue un robo, no creo que los panameños tengan moral para señalarlo, cuando en el 2017 se marcó un gol fantasma en el último partido de la eliminatoria, que no había sido gol, pero que se marcó como tal, con el que se consolidó la clasificación de Panamá al mundial de Rusia.

Lo único que valoro de la goleada fue la manera como se salió al compromiso, buscando el partido, sin echarse atrás, ni temor al rival, yendo al ataque, por eso venir ahora a criticar a Christiansen por haber salido de esa manera, es como decirle que traicionara su filosofía. Con ese mismo sistema se había dado la sorpresa en la fase de grupos, pero ahora eran los cuartos de final, donde se gana con nombres y jerarquía, como lo tuvo Colombia.




Lamentablemente esa no era la manera de irse del torneo. Vi acá en Colombia el partido con la camiseta de Panamá en medio de varias camisetas amarillas, y me dio dolor con cada gol que marcaba el seleccionado cafetero.

Como la transmisión era de Caracol, pude tener otra apreciación. En ese aspecto se ve, supuestamente, más claro el partido sin la pasión de hinchas de algunos periodistas panameños que influyen en el pensamiento del televidente, aunque acá también existe. Seguí detenidamente cada movimiento de los panameños, lo que al final me ratificó, que la superioridad de la selección de Néstor Lorenzo fue rotunda, contundente, categórica y clara. 

De todos modos hay que aplaudir la presentación que tuvo Panamá en el torneo y reconocer que todavía no se está preparada para estas instancias cruciales de un torneo como el de la Conmebol, que después de una Copa del Mundo, es el más importante en el Continente. Y obviamente, para un primerizo como el panameño, le tocó morder el polvo.

Lo importante para Christiansen es que la Copa América le servirá para todo lo que se viene. Más allá de las ausencias que se tuvo, entre las que eché de menos a Adalberto Carrasquilla.

Queda seguir trabajando. Lo interesante fue que Panamá ya dejó un nombre, aunque se haya retirado de la Copa América con una goleada. Sin embargo, haber terminado entre los mejores ocho del torneo, con grandes ausencias en su nómina, fue ganancia.


2 comentarios:

  1. Excelente reflexión Amigo, mas claro no podía ser y a Panama debe sentirse orgullosa por lo logrado. Un abrazo. 👏👏👏

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  2. Excelente, nos toca seguir navegando, en aguas más profundas.

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