TIRO A GOL
Los seis mosqueteros: Arriba, Felipe Baloy, Blas Pérez y Gabriel Gómez. Abajo, Jaime Penedo, Luis Tejada y Román Torres. (FOTO/Blas Pérez). |
Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com
Me encontré esta foto en el estado de instagram de Blas Pérez. Quedé impactado cuando la vi. Una belleza de foto. Es de monumento. Me decía en mis adentros, que era como para que un escultor la trabajara y le diera "vida" convirtiéndola en estatua.
Es una foto muy pesada, genuina, que muestra la naturalidad que siempre se le conoció a cada uno de sus integrantes. Prácticamente media selección nacional, con la que cualquier entrenador podía dormir tranquilo.
Seis jugadores que a mi parecer son lo más grande que ha dado el fútbol panameño en los últimos años. Ellos, continuaron con el legado que dejaron Rommel Fernández, Julio Dely Valdés, Armando Dely, René Mendieta y Jorge Dely, por citar solo estos cinco, cuando le mostraron al mundo, que en Panamá también habían futbolistas con clase.
Mientras contemplaba la foto, me transporté al pasado para recordar las alegrías y tristezas de esos seis mosqueteros, que son un ejemplo de perseverancia y sacrificio. Seis leyendas que mordieron el polvo del sufrimiento hasta alcanzar la gloria con la clasificación a la Copa del Mundo de Rusia 2018.
Recordaba, que una vez me llamó un excompañero de la universidad, cuando se consiguió la histórica clasificación, para decirme que a Rusia había que llevar sangre nueva y dejar a los "viejitos", haciendo referencia a la mayoría de los que salen en la foto.
Le contesté, que el mundial era de ellos, como en efecto sucedió. Los seis nos habían clasificado. Ellos comenzaron a empujar ese barco desde el 2005 cuando se clasificó por primera vez a la final de una Copa Oro. En este largo recorrido hasta Rusia, tuvieron que pasar una serie de dificultades, hasta conseguir el sueño del que muchos jamás nos imaginábamos: una Copa del Mundo.
Recordaba los carteles malsanos que se publicaban por las redes, con varias caras, algunas de estos seis mosqueteros, una equis grande de color rojo en cada rostro, y un gran titular de cinco letras que cruzaba el letrero y que decía "no más".
Los seis de esta foto de ensueño pasaron la barrera de los 100 partidos con la selección, igual, en el exterior, dejaron una huella imborrable en los clubes en los que jugaron. Fueron de esos legionarios, contados por cierto, que cuando salieron del país lo hicieron para no regresar más, solo en el ocaso de sus carreras para colgar los tacos en algún club de la Liga Panameña de Fútbol.
Ninguno de los jugadores que hoy forman parte de la selección nacional tiene los pergaminos ni la trayectoria de estos seis mosqueteros, por eso los extraño en la selección. Igualmente, ninguno de estos seis de la foto de ensueño pueden compararse con la grandeza que dejaron Julio Dely Valdés y Rommel Fernández, en el fútbol europeo.
El fútbol es de generaciones. Los seis mosqueteros consiguieron llenar el vació que habían dejado los que lo antecedieron, se dieron a conocer internacionalmente y en la selección nacional fueron la columna vertebral de ese equipo que le regaló la alegría más grande que fanático alguno pueda tener, ver jugar a su país en una Copa del Mundo.
Los seis fueron grandes amigos aparte de la selección, llegando a convertirse, como lo expresó la caricatura de los mosqueteros, que publicó Lowis Rodríguez en La Prensa: uno para todos y todos para uno.
Esta foto de ensueño que hoy publicó Blas Pérez me movió el corazón. En ella uno de sus grandes componentes acaba de fallecer, Luis Matador Tejada, por eso se comprende lo majestuoso y lo apoteósico que fue su despedida.
Es que los seis fueron grandes.
Demasiado amor, esperanzas y alegrías nos dieron esta estrellas....
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