miércoles, 28 de febrero de 2024

ES NUESTRA REALIDAD

 TIRO A GOL





Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Tampoco podemos rasgarnos las vestiduras por el papelón que hizo la selección de fútbol de mujeres de Panamá en la Copa Oro W, cuando su participación no está lejos de nuestra realidad. Esa es nuestra verdad en el fútbol femenino. El que quiera tapar esa realidad, está fuera de lugar.

La mejor manera de demostrarlo es con estadísticas, que es como se mide el rendimiento en un deporte en conjunto. 

Miremos: en los seis partidos en los que se compitió durante los dos torneos top: la Copa del Mundo de 2023 y la Copa Oro W 2024, se perdieron los seis partidos, se recibieron 24 goles y solo se consiguieron hacer 4 goles, uno de ellos en el torneo en el que se acaba de competir.

En la Copa del Mundo de Nueva Zelanda y Australia 2023 se finalizó en el puesto 31 entre las 32 participantes, penúltimos, para ser más exacto, con 3 goles a favor y 11 en contra, para una diferencia de -8. 

Junto a Vietnam, Costa Rica y Haití, Panamá fue una de las cuatro selecciones que no sumaron puntos, pero el consuelo es que hizo más goles que las tres restantes selecciones y que uno de los tres tantos estuvo nominado al mejor del torneo.

En la Copa del Mundo del 2023, se había perdido 4-0 ante Brasil, 1-0 ante Jamaica y 6-3 ante Francia. Ese último partido fue lo que salvó la participación de Panamá, por el golazo de camerino de tiro libre de  Marta Cox, que estuvo seleccionado entre los mejores del torneo, y el repunte que se tuvo con los otros dos goles. 

Al final, terminaron como si hubieran ganado el partido, por el apoyo del público en las gradas y la manera como se entregaron ante las europeas, pero al final, a la hora de sacar cuentas, se terminó entre las últimas en la tabla de posiciones.

Ahora, en la Copa Oro que se disputa en Estados Unidos, se tuvo la misma tragedia, aunque el drama pudo haber sido mayor, porque se pensaba que como ya se había ido a un mundial, se había asegurado una patente para clasificarse entre los ocho de los cuartos de final. 

Recordemos, que en el torneo son tres grupos de cuatro selecciones, se clasifican los dos primeros y los dos mejores terceros lugares. Pero ni para eso alcanzó, aunque por fortuna, el último lugar nadie se lo va a quitar a República Dominicana que no marcó ningún gol en sus tres derrotas en las que le encajaron 16.

Selección de Panamá  FOTO/Fepafut

 

En la Copa Oro se perdieron igual los tres partidos, le marcaron dos goles más que en el mundial y anotaron dos goles menos que en el 2023. Se perdió 6-0 ante Colombia, 2-1 contra Puerto Rico y el martes 5-0 ante Brasil. En síntesis, tres derrotas, 1 gol a favor, 13 goles en contra, para una diferencia de -12.

Ahora, en los dos torneos les tocó dos pesos pesados y un rival de la CONCACAF, como para soñar con una primera victoria en cada evento, pero nada de eso sucedió.

Colombia llegó hasta los cuartos de final en la Copa del Mundo del 2023 y Brasil no pudo pasar de la fase de grupos, ambos rivales eran de peso para las panameñas. Se pensaba que contra Puerto Rico había oportunidad, pero resulta que las boricuas fueron mejores que las nuestras.

Como siempre pasa, en Panamá nos quedamos con el aroma ese de que ante Puerto Rico era para ganar, y los argumentos eran el porqué sí, porqué somos mejores, porqué somos mundialistas, porqué estamos en el puesto 55 en el ranking, contra el 103 de las caribeñas, y porqué otras series de cantaletas.

A mi en lo personal me gustó más Puerto Rico, así Panamá haya tenido opciones de ganarle ese encuentro que terminó perdiendo 2-1. Las estadísticas dicen que las puertorriqueñas perdieron 1-0 contra Brasil y 2-0 ante Colombia, por lo menos en éste ultimo ante las cafeteras fueron más rivales que las panameñas. Cómo argumentar, entonces, que se fue más que Puerto Rico. No hay por donde.




Pero sí es evidente que en la Copa del Mundo se mostró más coraje y fortaleza que en la Copa Oro. La razón es única: en el primer torneo se tuvo una preparación de cinco estrellas que jamás, incluso, se le ha dado a un equipo masculino.

Ahora, a pesar de la poca preparación más allá de la eliminatoria y de un par de amistosos que se tuvo, algunas jugadoras no estuvieron en ritmo de competencia, porque sus torneos recién están comenzando y en ese aspecto una mujer lo reciente más que un hombre.

Yo no quiero hacer leña del árbol caído. Siempre he creído en el fútbol femenino, pero las estadísticas me dicen que lo que se acaba de vivir en Estados Unidos es nuestra realidad. Hemos progresado en el fútbol de mujeres, tengo 63 años y me ha tocado ver ese progreso, pero no podemos estar pensando que estamos por encima de toda el área por el hecho de haber clasificado a una Copa del Mundo.

Gracias a Dios hoy el fútbol panameño de mujeres tiene legionarias, que como pasa entre los varones, es una inyección extra a la hora de formar parte de la selección, porque la realidad con nuestras ligas dejan mucho qué desear.

En esta Copa Oro fueron convocadas 16 de las 23 jugadores que estuvieron en la Copa del Mundo, hubo 13 legionarias, cuatro jugadoras que estuvieron en los partidos clasificatorios para la Copa Oro y tres jugadoras nuevas.

El promedio de edad de este equipo era de 24 años. Hubo una jugadora de 17 años, una de 19 años, dos de 20, tres de 21, tres de 22, una de 23, cuatro de 24, una de 26, dos de 27, dos de 28, una de 30, una de 31, y una de 34. Hay material para seguir soñando.

¿Culpables? Todo apunta al técnico Ignacio Nacho Quintana, pero también las jugadoras tienen su culpa, entiendo lo de la falta de preparación, pero en la Copa Oro les faltó personalidad, carácter y experiencia. No puede ser que en el segundo gol contra Brasil, les marquen en las narices de todas, cuando todo el equipo estaba defendiendo en las 16.50, prácticamente debajo de la portería de Yenith Bailey. Me pareció ver a un cuadro de kinder.

Con Quintana se han conseguido entre otras cosas importantes, aparte del Mundial y de la Copa Oro, haber ganado por primera vez de visitante a Costa Rica, y una primera victoria ante una selección sudamericana, Ecuador.

De que continúe o no lo haga, es potestad de la federación, pero a mi si me queda claro que con el mexicano o el que sea, nuestra realidad hubiera sido la misma en ese torneo, porque todas las chicas estuvieron por dejado de sus expectativas.

Hemos crecido en el fútbol femenino a pesar del machismo en este deporte y de la falta de recursos para las mujeres. 

Miremos solo este dato, a los varones les costó 40 años para clasificar a su primera Copa del Mundo desde que participaron en su primera eliminatoria para Argentina 1978.

Por su parte, a las mujeres les costó 22 años, desde que el fútbol femenino se volvió federado en el 2002. Por eso, cuando se mira para atrás, cuesta creerlo.

Tenemos buenas individualidades, pero si no se la respalda en la cancha, de nada sirve. Los dos goles que le he visto a la estrella colombiana, Linda Caicedo, fueron producto de un acompañamiento, en el que la figura hizo el resto.  

Lo que le ha pasado a Panamá es el precio de codearse con los mejores en los torneos top, en los que todos quieren participar. Son pases de factura para un principiante de un modesto país como el panameño. Muchos países sencillos en este deporte como el nuestro, con el solo hecho de participar quedan realizados, pero igual, hay maneras de competir. Y, por el momento, Panamá ha hecho sendos papelones en estos torneos élites donde asiste la crema y nata del fútbol mundial, como igual sucedió con los varones en el 2018

  Hay que seguir trabajando pero sin olvidar, que nuestra realidad es lo que vimos en la Copa del Mundo del 2023 y en esta Copa Oro. Todavía no somos nada en el fútbol femenino, aunque sí estamos en un proceso de crecimiento.


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