TIRO A GOL
Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com
El argentino Mario Alberto Kempes fue el primer "Matador" que le hizo honor a ese mote, cuando lo patentizó en el Mundial de 1978, saliendo campeón con la albiceleste y máximo artillero de la Copa.
A través de los años han aparecido otros matadores: el inglés Gary Lineker, el mexicano Luis Hernández y el chileno Marcelo Salas, por mencionar solo esos nombres. Tres delanteros que fueron auténticos cracks de la delantera y que durante sus etapas de jugadores mantuvieron una estrecha relación con su majestad el gol. Los tres fueron mundialistas.
Más adelante apareció el 'Matador' de los panameños: Luis Carlos Tejada Hansell, nacido un 28 de marzo de 1982, que por más de veinte años estuvo enamorado de un balón y que con el enamoró a toda la afición panameña del fútbol, hasta dejar este mundo terrenal el domingo 28 de enero de 2024, cuando estaba haciendo lo que más le gustó en la vida. Como los otros matadores, también fue mundialista en la única Copa del Mundo en la que ha asistido Panamá.
La palabra Matador "es una alternativa en español al anglicismo Killer, que hace referencia a los jugadores de fútbol que tienen más facilidad para marcar goles o rematar jugadas". Es una definición que me encontré por el internet y que reúne las características del que lleve ese apodo.
Tejada falleció el pasado domingo haciendo lo que siempre le gustó en la mayor parte de sus 41 años de vida, ahora se va a reunir en el cielo con otras celebridades del fútbol nacional e internacional, que el mundo los recuerda como leyendas de este maravilloso deporte.
Hablar de lo que fue el Matador es reiterar en lo que ya se ha dicho, que como ha pasado con otras grandes luminarias del fútbol mundial, fue un jugador de estrato humilde y que siempre se divirtió jugando este deporte como lo hizo en su niñez. Durante su trayectoria podrán haber cambiado el balón, las reglas de juego, los uniformes y el mismo fútbol panameño, pero la pasión con que jugó desde sus comienzos nunca cambió, siempre se entretuvo cuando tuvo el balón en sus pies.
Fue un apasionado por el fútbol tanto en su etapa de futbolista como de aficionado. En ninguna de las dos perdió su calidad de humildad. Y aquí comparto una anécdota que a mi me marcó para siempre sobre la personalidad del Matador. Eso dice mucho de lo que fue el número 18 de la selección nacional.
En el 2010, siendo jugador del Juan Aurich del Perú, Tejada participó en la Copa Libertadores, fue el goleador en las primeras fechas. Estando en Argentina, después de perder por goleada con Estudiantes de La Plata, el goleador panameño fue a cambiarse al camerino con una idea en su mente, después salió a la cancha del estadio del Estudiantes que estaba oscuro, con las luces ya apagadas.
Siendo ya una figura consagrada en el fútbol internacional, seguía teniendo ese aficionado que todos llevamos por dentro. Por su mente pasaba el deseo de tomarse una foto con "la brujita" Sebastián Verón, un ex mundialista argentino y figura internacional, que era el símbolo del club argentino. También era uno de los ídolos para el artillero panameño. Cuando salió a la cancha vio a lo lejos la figura del argentino hablando con otras personas, en un extremo de la cancha.
Tejada caminó y se acercó como un desconocido, pienso que como cualquier persona que se quiere tomar una foto con una celebridad. Lo saludó y le pidió tomarse una foto. El argentino accedió, y cuenta el autor de esa anécdota que la plasmó en un diario peruano, que el panameño le pidió el favor al que tomó la foto, para que la repitiera, porque no había salido bien. Una vez se la tomó, chocaron manos y se despidieron.
Pienso, que el Matador se sintió realizado, como me pasó a mi, cuando me tomé la única foto que tengo con Tejada, el pasado 19 de diciembre en la gala de las Asociación de Futbolistas de Panamá.
El mote de Matador identificó a Luis Tejada en el fútbol nacional e internacional. Muchos lo conocerán solo con ese apodo. Un sobrenombre que en el fútbol no se lo dan a cualquier aparecido, tiene que ser un crack para llevarlo. Justificarlo y hacerle honor. El goleador panameño se lo ganó primero con el Tauro, cuando se dio a conocer, y más adelante lo ratificó en el extranjero y lo patentizó con la selección nacional. Su historial dice que marcó cerca de 200 goles en su carrera.
Como la canción "Patria" de Rubén Blades, en que sus letras llenan de orgullo e identifican al panameño con su país, el gol de chilena de Tejada ante México, por la eliminatoria para el Mundial de 2006, el 30 de marzo del 2005, en el Rommel Fernández, fue el momento mágico que identificó al fútbol panameño, mucho antes del tanto de Román Torres, que nos clasificó a la primera Copa del Mundo.
Tejada murió, repentinamente, de un paro cardiaco mientras jugaba fútbol en una liga recreativa de veteranos, que dejó mudo a todo el país. Hoy, el goleador panameño no necesita presentación, su palmarés es del dominio mundial. El llegar a ser el goleador histórico de Panamá abarca toda la grandeza de este delantero, que siempre se divirtió con el balón.
Nunca se olvidó de sus raíces. Desde niño tuvo el sueño de cualquier infante: ser en grande un futbolista, jugar con la selección y estar en una Copa del Mundo. Sus sueños los hizo realidad.
¡Hasta siempre, Matador!
Muy bueno el artículo...más allá de lo que siempre se dice. Saludos
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