viernes, 17 de noviembre de 2023

UN JUEVES INOLVIDABLE

TIRO A GOL 


Díaz y Murillo


Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


PALMIRA, COLOMBIA. Un jueves por la noche para nunca inolvidar. Mis dos selecciones hicieron historia. Primero fue el turno para Colombia, que derrotó por primera vez a Brasil (2-1) en un partido de eliminatoria mundialista, y unos minutos después, hizo su aparición Panamá, que goleó de visitante a Costa Rica (0-3) en su partido de la Liga de Naciones, clasificatorio para la Copa América. Por donde se mire, fue maravilloso.

Me tocó ver los dos partidos en Palmira, Colombia, donde estaré por unos días. Cada triunfo lo celebré de la misma manera, pues soy colombiano de nacimiento y panameño por naturalización.

Siempre he sostenido que si hay una selección a la que Colombia respete históricamente es a Brasil. A los jugadores cafeteros siempre se les ha hecho difícil ganarle sobre todo en estas instancias. Siempre había sostenido, que las piernas se le hacía de trapo cuando los enfrentaban. 

Se decía que esta era la oportunidad para derrotarlo por la manera como venía el coloso sudamericano, con algunas bajas, pero aún así es un espectáculo verlos jugar sea con  los jugadores que tengan. Anoche, se fueron adelante en el marcador y tuvieron para haber metido un par más, Colombia tuvo suerte, solo Luis Díaz adelante daba la batalla solo.

En el segundo tiempo cambió el partido, las sustituciones de Colombia le cambiaron la cara a los cafeteros y Díaz, que lo había intentado todo con sus piernas y varios remates a gol, decidió de cabeza, con dos testarazos imparables.

Mientras Díaz recibía los aplausos del público, las cámaras de televisión mostraban a su padre llorando y celebrando en la tribuna del coloso de Barranquilla, pero esta vez de alegría. Fue conmovedor este cuadro. El drama que se vivió con su secuestro, en el que hubo dolor, la noche del jueves se transformó en algarabía y celebración.

Naturalmente que Colombia lo celebró y yo pude ver el partido con el hincha número uno que tiene la selección cafetera, mi padre de 103 años, que lo celebró como cualquier otro fanático emocionado. 

LA HORA DE PANAMÁ

Pero la celebración no había terminado para este servidor. Todavía faltaba lo que traía Panamá en el estadio Ricardo Saprissa de Costa Rica. Vi el partido a través de una cajilla de IPT que me traje y como cualquier panameño estuve sentado en la comodidad de un buen sofá, viendo el juego como si estuviera en mi apartamento de Parque Lefevre.

Celebré maravillado cada uno de los tres goles, porque no es común y nunca lo ha sido, ver que Panamá goleé a los ticos en su propia casa en un partido con sus selecciones mayores. Un rareza.

Son ya ocho partidos jugados ante Costa Rica bajo la era de Thomás Christiansen, con seis victorias, un empate y una derrota. Los últimos cuatro juegos ganados en fila por los nuestros: dos de la Liga de Naciones, una de la Copa Oro y el de este jueves.

Casualmente, el debut de Christiansen como seleccionador de Panamá fue ante Costa Rica, con dos partidos en territorio tico, al que derrotó las dos veces 0-1 en un lapso de cuatro días, en ambos con goles de Abdiel Ayarza, en octubre de 2020. Los ticos le restaron importancia, porque había sido en tiempos de pandemia con jugadores del patio. Tres años después, los vecinos del oeste ya lo están pensando más en serio. 

Panamá ya le había dado una amarga bienvenida al Bolillo  Gómez cuando debutó como entrenador de Honduras, y ahora le tocó al argentino Alfaro en su debut con los ticos, los dos juegos con Christiansen en el banquillo de los panameños.

El recital que dio Panamá en la casa de los ticos fue maravilloso, tres goles de factura de Murillo, Fajardo y Waterman, que fueron el resultado de un partido bien planificado, con buen ritmo, que puso de nuevo a los panameños por arriba de los ticos, con un mejor presente, aunque ellos estén por arriba históricamente en sus enfrentamiento con los nuestros.

Humillante para los ticos, gratificante para los panameños, en una muestra de que las distancias se han acortado. Y eso los vecinos del oeste tienen que tenerlo claro.

Ese fue el panorama final de la jornada del jueves, los históricos por tradición y estadísticas: Brasil y Costa Rica, cayeron ante la historia actual de los colombianos y panameños.

 Son dos situaciones diferentes, los brasileños venían desentonados en los últimos partidos de la eliminatoria, pero todavía siguen siendo grandes en la Conmebol, en cambio, Costa Rica si ha caído en el área, a pesar de haber estado en el último mundial.  

Hoy todavía Brasil mete miedo y puede ganar con su nombre, lo contrario a Costa Rica, que tiene que mejorar mucho todavía para volver a darse golpes de pecho con su historia, al menos contra los panameños.

La historia fue derrotada este jueves por el momento actual de Colombia y Panamá, en dos partidos en que ambos ganadores salieron a mostrar que en el fútbol todo se puede cuando hay dirección, orden, responsabilidad, fútbol y entrega de los jugadores. 

Colombianos y panameños somos unos agradecidos del fútbol, por el regalo tan bello que nos dio el jueves, en una noche inolvidable.
  








2 comentarios:

  1. Si señor, viva Colombia y arriba Panamá 🇵🇦

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  2. Excelente, da gusto leer sus escritos. Son fuente de eterno aprendizaje.

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