miércoles, 17 de mayo de 2023

CITY FUE UNA APLANADORA

TIRO A GOL 


Bernardo Silva   FOTO/Manchester City



Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Cuando el Manchester City empató en la ida 1-1 con el Real Madrid, en el Santiago Bernabéu, se pensó que el partido de vuelta estaba para cualquiera. Pep Guardiola había hecho su negocio, aunque muchos no lo vieron de esta manera por la manera tan parca como se desarrolló el partido. Lo que muchos no nos imaginábamos era de todo lo que tenía guardado el City en el Etihad Stadium, para el partido de vuelta.

Tal vez Carlo Ancelotti tenga razón cuando reconoció este miércoles, que el City fue más que el Real Madrid, como lo fue el club madridista en el torneo pasado cuando eliminó a los de Guardiola en esta misma instancia. Sin embargo, la manera como ganó el Manchester City fue impresionante.

Desde el primer minuto salió a desfigurar al Madrid y así lo hizo durante la mayor parte del partido. Fue una aplanadora que no le dio tiempo de pensar a los jugadores madridistas. Al final fue un 4-0 que pudo haber sido mayor si el City no quita el pie del acelerador.

El club inglés mostró una superioridad en todas sus líneas de principio a fin, hizo ver mal a su rival, prácticamente lo desdibujó e hizo lo que quiso con el club español. Fue un partido disparejo, con un City inmensamente superior que parece que hubiera tenido dos o tres jugadores de más en la cancha, por la manera como se multiplicaron sus jugadores por el terreno.

Frente a un rival que sale a jugar como lo hizo este miércoles Manchester City, no hay táctica que valga, porque como lo insinuó Ancelotti, se planificó el partido, pero sus jugadores no lo pudieron desarrollar, por la sencilla razón que su rival fue superior. Lo anticipó en todos los balones, le cerró todos los espacios, tuvo más velocidad, temple, precisión, siempre lo presionó, y eso que su figura principal, Haaland, poco se vio en los dos partidos.  

Los que pensaban ver brillar a un Haaland, un Benzema o un Vinicius, quedamos deslumbrados por la magia de Bernardo Silva, que este miércoles fue el director de esta gran orquesta. Brilló como ninguno otro del City. Hizo lo que quiso cuando tuvo el balón, marcó dos goles, fue un malabarista con el esférico. Hoy nos deslumbró. Se jugó un partidazo.

Ahora, comentar más del Madrid es como hacer leña del árbol caído, porque ante la superioridad del City, es poco o nada lo que se pueda decir o destacar del equipo de Ancelotti. Perdón, hay que mencionar el balón de Kroos que pegó en el travesaño con el marcador 1-0. 

Este miércoles, la historia del equipo madridista y sus noches épicas con las 14 champions, sobre todo la última, cuando su clasificación a la final pareció algo salido de lo "paranormal", por la manera como se gestó,  no pesó en nada ante el Manchester City.  Fue una pésima presentación, un partido para el olvido, ante un rival que tras empatarle en la ida en el Bernabeú, se lo había guardado todo para el choque de vuelta. Fue como si en el Etihad Stadium haya habido un solo un equipo. Fue impresionante el dominio absoluto que tuvo el club inglés. Fue un partido de un solo lado. El City hizo ver pequeñito al Real Madrid.

Ahora a esperar la final entre Inter y el Manchester City, el 10 de junio en Estambul.

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