LO MEJOR DE LO MEJOR

TIRO A GOL 

Omar Browne muestra su camiseta a los fanáticos del Tauro FOTO/LPF

Campo Elías Estrada

cestradacampo@gmail.com

El gol de Omar Browne el sábado, en la Liga Panameña de Fútbol (LPF), ha sido lo más relevante que he visto en el fútbol panameño en los últimos quince días, por encima de la doble contratación de Jorge Luis Dely Valdés como entrenador de la Sub 20 y asistente de Thomas Christiansen, incluso por arriba de la nueva camiseta de la selección nacional. Paso a detallar cada uno.

Lo de Browne y su gol de "rabona" fue una exquisitez para la vista, un recurso repentino del jugador del Tauro que solo está destinado para los futbolistas con clase. Una acción que amerita aplausos, porque en décimas de segundos el goleador tuvo que pensar y definir de una manera poco común, con la clase que todos le conocemos al jugador taurino.

Después Browne hizo otro golazo de tiro libre, pero a la postre el esfuerzo del delantero fue nulo, en vista de que Sporting San Miguelito hizo dos goles con los que empató en los minutos de reposición, en un final de película.

Tal vez para muchos el gol de Browne sea irrelevante, pero para los que conocemos un poquito de fútbol es una obra de arte, yo lo pongo en el lugar en donde tengo otros goles panameños, esos que los llamo: "de otro mundo".

Después del la joya de gol de Browne, vino la contratación de Jorge Dely como técnico de la Sub 20 y asistente de Christiansen. De más está decir todo lo que representa el colonense como entrenador. Es el más ganador en categorías inferiores con dos mundiales Sub 17 y uno Sub 20 (fue asistente en otro). También asistió a su hermano Julio en la selección mayor.

Parte del éxito que buscará Jorge estará en la generación que le toque dirigir en esta otra experiencia de la Sub 20, diferente a la última en el mundial de Polonia 2019, porque hoy cuenta con muchos juveniles en la liga Prom y eso le da un compás más amplio a la hora de seleccionar jugadores, pero para nada pongo en duda la capacidad del colonense al frente de otro proceso que se avecina.

Ahora, con el equipo mayor, no sé cuál será la función de Jorge, pero seguro que será otra experiencia, esta vez, para conocer de un técnico europeo que vino a aprender a Panamá cuando dirigió por primera vez a un seleccionado nacional.

Hoy el danés adquirió experiencia de seleccionador nacional en Panamá, que antes nunca tuvo en su rol de técnico, pero sería bueno que el entrenador danés también reconozca los pergaminos del panameño y que en algún momento tome los consejos del colonense, porque aunque parezca mentiras, cuatro años no son suficientes para que el europeo conozca del todo al futbolista nacional y su complicado entorno, como lo sabe Jorge Dely.

Más adelante vino la presentación de la camiseta de la selección con su nueva marca que siempre forma un cacaraqueo en las redes sociales. Para los gustos los colores, pero cualquiera que sea nuestra realidad, hoy nuestras selecciones están dignamente uniformadas y representadas, independientemente de la camiseta que se tenga, nada comparado a los primeros seleccionados que nunca contaron con toda esa indumentaria que en la actualidad tienen las nuevas generaciones.

 

El habito no hace al monje, dice un dicho. Se podrá tener la mejor camiseta del mundo, pero si los jugadores no ponen de su parte, no se gana. Sin embargo, cada vez que se cambie a otra camiseta se repetirá este mismo drama de tanta alharaca y cacaraqueo, que es la nota pintoresca cuando se hace la presentación de una nueva franela.

De estos tres acontecimientos que tuvo el fútbol nacional en los últimos quince días, el gol de Omar Browne me hizo dar un salto de mi sofá y gritar "¡¡Qué golazo!!". Como si estuviera leyendo un libro, paré la página para releer y releer. Cada vez que vuelvo a ver el gol me conmuevo igual. Fue lo más emocionante que me regaló el fútbol panameño. Los otros dos temas, con el respeto de ellos, no me hicieron cosquillas. Después de una ligera ojeada, pasé las dos páginas.