UNA MIRADA A CATAR
Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com
De la mano de Lionel Messi, Argentina consiguió tomarse una revancha ante Croacia, a la que goleó con el mismo marcador (3-0) que hace cuatro años en Rusia, los balcánicos le habían convertido a la albiceleste.
La gran diferencia fue que hace cuatro años todo se dio en su segundo partido de la fase de grupos, este martes 15 fue en semifinales, en el que Argentina clasificó a la final de la Copa del Mundo de Catar.
A sus 35 años, se pensaba que el 10 de los argentinos no tenía cuerda para mostrarse en Catar, sin embargo, Messi fue apareciendo de menos a más. En el primer partido que perdió Argentina con Arabia Saudita muchos quedaron sorprendidos, en un encuentro en que dio la impresión que el astro argentino se había escondido, a pesar de que tuvo el balón en sus pies por algunos tramos del choque.
Pero a medida que pasaron los partidos, el 10 de Argentina le fue imprimiendo un poco más de velocidad a su cuerpo, contra Países Bajos había desarrollado su mejor presentación, pero este martes, creo que vimos la mejor versión de Lionel Messi en el mundial, con algunos pincelazos que nos recordó a sus mejores años con el Barcelona de España. Frente a los croatas dio su mejor recital.
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Doblete para Julián Álvarez |
Todo lo que hizo Messi ante Croacia tuvo el respaldo del resto de sus 10 compañeros en la cancha, que estuvieron oportunos y precisos para entender todos los movimientos de su director de orquesta, porque a sus 35 años Lionel ya no es el jugador que pica, corre y lo puede hacer todo, necesita de un complemento, que hoy estuvo oportuno con Julián Álvarez, Rodrigo de Paul, Leandro Paredes, Enzo Fernández, y el resto del equipo.
Hoy, este Messi más adulto, le ha servido mucho a la Argentina de Lionel Scaloni. Por sus 35 años puede parecer más lento, pero la clase sigue intacta, su calidad para transportar el balón y su picardía para escurrirse entre sus rivales, continúa latente. Este martes corrió y se movió más que en sus cinco anteriores partidos, es como si ante Croacia haya rejuvenecido diez años y se hubiera tomado un segundo aire.
Le escuché decir a un comentarista español, que daba la impresión que el 10 de los argentinos tuviera un periscopio (instrumento para la observación desde una posición oculta), porque antes de tener el balón ya ha observado el panorama a su alrededor y tiene localizado a sus compañeros.
Fue impresionante como asistió a Álvarez para la extraordinaria jugada de fortaleza que se inventó el 9, en el segundo gol; además de la asistencia en el tercer tanto, cuando burló con dos juegos de cintura al joven Josko Gvardiol, uno de los mejores defensas en el torneo. Literalmente lo sacó de la ropa.
Por lo que vi hoy, me alegro más por Messi que por la misma Argentina, por todo lo que el 10 de la albiceleste le ha dado al fútbol, aunque siempre he sido un hincha de todas las selecciones de nuestro continente y está de más decir, que le hice fuerza a los argentinos. Me gustaría que la Copa del Mundo se quedara en América.
Como lo dije más arriba, contra Países Bajos fue que Messi comenzó a mostrarnos su mejor versión, pero no solo él, sino el resto del equipo. El temple que mostraron los jugadores en sus dos últimos partidos, la garra y los huevos que puso cada uno para pelear cada balón y no sentirse menos que nadie, fue lo que le faltó a Brasil en el mundial, que lamentablemente nos impidió haber visto a las dos potencias de Sudamérica en este partido de semifinal.
La final será a otro precio, sea contra Francia o Marruecos, que se enfrentan este miércoles 14. Todos los partidos no son iguales, pero por lo que nos ha mostrado Argentina, esta selección sudamericana da para soñar.
Grande Campo comparto en todo tu comentario, abrazo grande
ResponderEliminarMe alegro, gracias
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