UNA MIRADA A CATAR
Campo Elías Estrada
cestradacamp@gmail.com
Lo que ha está haciendo Marruecos en la Copa del Mundo de Catar muy bien puede ser considerado como una versión en el fútbol de la película Out Of África (fuera de África) o África mía, como se conoce por nuestro continente, que trata sobre las memorias de una dama danesa.
El equipo africano entró a la historia de los mundiales como el primero de ese continente en llegar a una fase semifinal. Pienso que se habían tardado, porque en un momento otros seleccionados habían dejado un buen precedente, como Camerún, por ejemplo, pero en las últimas citas mundialistas todos se fueron apagando y pasaron sin pena ni gloria, así en algunas ocasiones hayan sorteado la primera fase.
Marruecos había terminado primero en su grupo con 7 puntos gracias a sus dos victorias sobre Bélgica, Canadá y a su empate sin goles ante Croacia. En su choque de octavos de final, muchos en España pensaban que tenían aseguro su pase a los cuartos de final antes de enfrentar a los africanos.
España, en octavos de final, y este sábado Portugal, en cuartos de final, vivieron su propia película de terror con los africanos, cada uno a su manera. Al primero lo eliminaron desde los puntos penales, con una actuación memorable de su portero Yassine Bounou, y al segundo con un gol. En los dos partidos, con la particularidad de saberse defender con mucho temple y hacer daño con sus rápidos delanteros. El próximo miércoles enfrentarán a Francia en semifinales.
Lo de este sábado ante los portugueses, puede verse como la continuación de ese espíritu guerrero que han presentado los marroquíes en las dos fases cruciales de la Copa del Mundo, que es donde se cocina el verdadero mundial. Ninguno de los dos países ibéricos pudo arrodillar a los africanos, que como sea, se han robado los aplausos y la admiración de propios y extraños, entre esos me incluyo.
El fútbol o el equipo, es "un estado de ánimo", escribió una vez el exfutbolistas argentino Jorge Valdano. En una charla, el sudamericano llegó a decir, que "en primer lugar hay que lograr que cada integrante de un equipo sea capaz de liderarse a sí mismo y luego que el líder general sea un especialista en cada persona que tenga bajo su responsabilidad”.
Hoy, Marruecos experimenta un excelente estado de ánimo, seguramente porque sus jugadores y su entrenador, Walid Regragui, se lo creyeron.
Este sábado ante Portugal, Yousser En Nesyri anotó de cabeza a los 42 minutos, con un salto impresionante, en el que se anticipó el portero Diogo Costa.
Fue impresionado y a la vez admirable, ver cómo Marruecos cuidó con todas sus energías ese gol, ante el desenfrenado acoso que mantuvo Portugal en casi toda la segunda mitad sobre la portería de Bounou, que como ante España en los penales, volvió a ser determinante para dejar sin goles la cabaña marroquí, en cuatro de los cinco partidos que llevan en Catar.
El gran cancerbero africano no estuvo en el partido ante Bélgica, lo que es una muestra que los porteros han estado bien respaldados por la línea defensiva, que ha lucido contundente en los dos últimos partidos.
Los africanos solo han recibido un gol en sus cinco partidos, el único se los marcó Canadá. Entonces, por lo que hemos visto de los marroquíes contra España y Portugal, no hace falta explicar el por qué de eso.
Desde el portero Bounou, pasando por su capitán Saiss, Soufal, Nesyri, Ziyech, Amallah y sobre todo, Azzedine Ounhi, el número 8 en su camiseta, entre otros, dejaron el orgullo africano en estos últimos dos partidos. Cuando uno ve cómo el continente africano nutre de tantos buenos futbolistas a las selecciones europeas, nos damos cuenta que lo que hizo Marruecos no es ninguna sorpresa.
España y Portugal no pudieron derribar a los marroquíes. Los africanos lucieron compactos, por momentos impasables, no dieron mayores libertades a sus oponentes, a pesar de todo el esfuerzo que mostraron los portugueses para empatar el partido. Si lo hubiera igualado, habría sido un premio a su valentía.
Marruecos finalmente se coló entre los cuatros mejores del mundial. Hoy ante Portugal mostraron que con un gol también basta para ganar un partido. Como en la película Out of África, que trata sobre las memorias de un personaje femenino, en Catar, Marruecos está dejando un precedente o, mejor dicho, sus memorias.
Bienvenido a semifinales.
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