TIRO A GOL
Campo Elías Estrada
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El 12 de noviembre de 2021 Costa Rica terminó quinto en la primera vuelta del octogonal de Concacaf. Seis puntos había conseguido en sus primeros siete partidos (1 ganado, 3 empatados y 3 perdidos). Sin embargo, en la segunda ronda, alcanzó 19 de 21 puntos en el resto de sus siete compromisos finales, solo dejó escapar dos puntos en su visita al estadio Azteca donde empató sin goles ante México. Se clasificó con anticipación al repechaje, con un cuarto lugar, una jornada antes de terminar la eliminatoria, el 27 de marzo de 2022.
Dos meses y medio mas tarde, los ticos se convirtieron en el último de los 32 países en clasificar al Mundial de Catar 2022, al derrotar en en la misma sede de la Copa del Mundo 1-0 a Nueva Zelanda, en partido de repechaje. Por donde se lo quiera ver, toda una proeza.
Tal como pasó en el octogonal, su triunfo en la repesca ante Nueva Zelanda fue dramático, con mucha presión encima y siempre jugando al límite, pero como sucedió en el resto de sus compromisos, en la cancha sus jugadores tuvieron dos armas que fueron vitales para alcanzar su sexta clasificación a una Copa del Mundo: el carácter y la jerarquía.
Cuando comenzó la eliminatoria de Concacaf, Costa Rica tenía un plantel en el que figuraban, con unos años de más, unos pocos de sus grandes jugadores, entre ellos el portero Kaylor Navas, quien solo permitió ocho goles en el octogonal, el número más bajo junto al de México. Se decía que no había un cambio generacional en su plantel, por eso su futuro era incierto.
Después de una mala primera vuelta, como si hubiera encontrado una varita mágica, el técnico colombiano Luis Fernando Suárez comenzó a cambiarle la cara a sus jugadores en los últimos siete partidos. Se ganó con lo mínimo, solo cuatro veces marcaron dos goles, el resto de veces, cuando se anotó, fue con un un gol que resultó suficiente para sumar tres puntos, como pasó este martes en su partido de repechaje.
Los ticos estuvieron contra las cuerdas en la mayor parte de sus 14 partidos de la eliminatoria, aguantaron como pudieron, con un portero que cualquier seleccionador quisiera tener en su plantel. Defensivamente fueron guapos, organizados, aplicados, y en las pocas ocasiones que se le presentaron en sus oportunidades ofensivas, concretaron algunos de sus 13 goles.
Siempre le he escuchado a entrenadores decir que así es como se juegan las eliminatorias. De qué vale jugar bonito y quedar eliminado. Cuando se clasifica a una Copa del Mundo lo primero que se mencionan son las matemáticas, los números de cómo clasificaron. Esa es la carta de presentación de los que van a jugar un mundial de fútbol, aparte del plantel.
Suárez, que consiguió su tercera clasificación a una Copa del Mundo (Ecuador 2006, Honduras 2014 y Costa Rica 2022), entendió lo que tenía en sus manos. Un equipo sin figuras, las pocas que habían ya estaban desgastadas, pero todo ello lo recompensó apostando al carácter y a la jerarquía de sus componentes, lo que a la postre le sirvió para jugar al filo de la navaja. Contó con un excelente portero y 10 guerreros que lo respaldaron.
El cambio de formato en los repechajes a un solo partido es complicado, las pulsaciones por minuto deben estar a mil, hay mucha presión de por medio, por el temor de quedar afuera del mundial en un solo partido.
Ante Nueva Zelanda, Costa Rica tuvo un modesto primer tiempo, que salvó con el gol de Campbell. Los de Oceanía habían sido más que los ticos. No obstante, en la etapa complementaria, el técnico hizo los cambios y las modificaciones tácticas que cambiaron el orden del partido.
Y subrayo, a pesar de todo, lo único que no cambió fue el carácter y la jerarquía de sus jugadores, para hacerle frente a las adversidades del partido. Frente a los neozelandeses sumaron 22 puntos de los 24 que disputaron en sus últimos ocho partidos de la eliminatoria: los siete del octogonal, más el del repechaje.
¡Pura vida!
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