Los últimos siete días del mes de marzo serán de mucho suspenso, zozobra y ansiedad, tanto para los integrantes de la selección nacional como para toda su afición. Lo más recomendable es estar bien del corazón.
Panamá recibe el jueves 24 a Honduras, al que ha vencido en cinco de sus nueve enfrentamientos en el Rommel Fernández durante los últimos 31 años. En ese lapso de tiempo empataron además en tres ocasiones y solo se perdió una vez (0-1) en la Copa Centroamericana de 2017.
El domingo 27 se visita a Estados Unidos, con el que ha perdido en sus cuatro juegos de visitante en partidos de eliminatorias mundialistas, incluso nunca le ha podido anotar un gol en su territorio.
Mientras tanto, el miércoles 30, Panamá recibe en el Rommel Fernández a una renovada Canadá, con la que empató dos veces sin goles en eliminatorias pasadas. No obstante, en su último enfrentamiento la derrotó (2-0) en el estadio de Juan Díaz, con anotaciones de Rolando Blackburn y Blas Pérez, en la clasificatoria para el Mundial de Brasil 2014.
Ese es el panorama histórico de Panamá frente a sus tres rivales de finales del mes de marzo, que decidirá su suerte camino al Mundial de Catar 2022. Los tres primeros del octogonal de CONCACAF clasifican directamente a la Copa del Mundo, en tanto, el cuarto tendrá una chance en un repechaje contra un representante de Oceanía.
Lo curioso es que Panamá vuelve a enfrentar, como hace casi cinco años, en situaciones diferentes, al colero en la eliminatoria y a Estados Unidos, en los dos primeros partidos de sus tres últimos compromisos de su eliminatoria.
HACE CINCO AÑOS
Hace casi cinco años se goleó a Trinidad en el primero de sus últimos tres partidos de la eliminatoria, con lo que se subía al tercer lugar.
En el 2017, la clasificación al mundial de Rusia 2018 estaba en entredicho, Panamá se ubicaba quinto en la hexagonal. Hoy, con las mismas tres jornadas por jugarse de esta nueva eliminatoria, ahora con un octogonal, la selección tiene el destino en sus manos, se ubica cuarta, y con posibilidades de aspirar al repechaje, pero también sin dejar de pensar en un tercer lugar, en el que igual existen las chances.
En los tres partidos finales de 2017 Panamá consiguió dos victorias y una derrota para alcanzar, sorpresivamente, su cupo directo para su primera Copa del Mundo.
Son dos realidades diferentes. En el 2017, Panamá estaba obligada a sumar lo 9 puntos en sus enfrentamientos con Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Costa Rica, respectivamente, esperanzada en que se dieran algunas combinaciones, para aspirar por lo menos a un cuarto lugar que estaba en poder de Honduras.
A falta de tres fechas en el hexagonal para Rusia 2018 y con siete jornadas jugadas, México era primero con 19 puntos; Costa Rica, segunda, con 14; Estados Unidos y Honduras eran tercero y cuarto, respectivamente, con 8 puntos, y después seguía Panamá con 7. Trinidad y Tobago, que era colero con 3 unidades, todavía tenía opciones.
La última jornada de la eliminatoria pasada tuvo un desenlace inesperado que ni el mismo Nostradamus lo hubiera anticipado. Después de golear a Trinidad y Tobago (3-0) en el Rommel, con un recordado golazo de Gaby Torres, se cayó en el siguiente partido por goleada en Estados Unidos (4-0), y en el cierre se le ganó a los ticos (2-1), en el Rommel Fernández, con un gol fantasma, que sumado a la sorpresiva victoria del local Trinidad y Tobago sobre los gringos, ayudó a que el equipo panameño terminara en el tercer lugar.
Los catrachos que hicieron los mismos puntos de Panamá, pero que estaban abajo en la diferencia de goles, tuvieron que jugar el repechaje, mientras que, increíblemente, Estados Unidos quedó eliminado. México, Costa Rica y Panamá clasificaron directamente.
No sé si para finales de mes los "planetas se vuelvan a alinear" como sucedió en la última fecha del 10 de octubre de 2017, para que Panamá sorprendiera a propios y extraños con su clasificación a su primera Copa del Mundo de Rusia. Sin embargo, a diferencia de hace cinco años, hoy Panamá tiene el destino en sus manos y de ellos mismos dependerá si se consigue clasificar entre los tres primeros, que especulando un poco con una serie de combinaciones de resultados, sería probable. Pero en caso de no darse, se podría aspirar al cuarto lugar del repechaje.
En las 11 fechas jugadas del octogonal, Panamá tiene de momento controlado su destino. En ocho ocasiones se ha apoderado del cuarto lugar, una vez fue segundo, en otra tercero, y en la primera, séptimo. Desde las últimas seis jornadas la selección se ha aferrado a esa cuarta casilla que de momento la tiene en posición de repechaje.
LO MÁS DÍFÍCIL
Lo que viene ahora en los tres partidos finales del octogonal será lo más difícil de la eliminatoria. Se tendrá que luchar y defender hasta con los dientes, por lo menos ese cuarto lugar que ha sido de propiedad de los panameños. Lamentablemente, la derrota en Costa Rica, en la novena jornada, tiene hoy a Panamá en una situación incómoda, pues cualquier error en lo que viene, la podría despojar de ese cuarto lugar que se ha venerado en la mayor parte de la actual eliminatoria.
Si se hubiera ganado en San José durante la novena jornada, hoy Panamá se mantuviera igualmente en el cuarto puesto con 20 puntos, uno menos que Estados Unidos y México, mientras que los ticos tendrían 13 unidades. A estas alturas se estuviera pensando más por uno de los primeros tres lugares del octogonal que por el repechaje. Pero eso es pasado. La realidad de hoy nos dice que a diferencia del 2017, en el 2022 se puede pensar un poco con más claridad en un "sí se puede".
NO SUBESTIMAR A HONDURAS
Pero para comenzar a ilusionarse con un "sí se puede", primero se tendrá que ganar o ganar a Honduras este 24 de marzo en el Rommel Fernández, para pensar con cabeza fría de cara a sus dos últimos partidos.
Y subrayo, que enfrentar al colero que ya está eliminado de toda opción, no puede ser motivo de tranquilidad. Esos equipos eliminados son los más difíciles, pues como ya no tienen nada que perder, juegan sin presión y algunas veces terminan dañándole el caminado a cualquiera de los que estén con aspiraciones de clasificación.
Además, por sus cabezas los jugadores catrachos querrán vengarse de esa remontada en San Pedro Sula, en el partido de ida, que fue el puntillazo final de su debacle. O también de ese gol fantasma del 2017 que los dejó sin mundial. Un traspiés contra Honduras pudiera trastocar todo lo bueno que se ha hecho en 11 fechas. Ni pensarlo.
De acuerdo a las estadísticas, desde el 12 de mayo de 1991 durante una eliminatoria para clasificar a la entonces Copa de Naciones, Panamá solo ha perdido una vez con Honduras en el Rommel Fernández, en una Copa Centroamericana.
Sin embargo, en eliminatorias no se ha perdido en casa desde esa fecha, aunque hay que recordar que la última vez que se recibió a los catrachos por un partido eliminatorio para Rusia 2018, se los empató angustiosamente por 2-2 con un gol de Román Torres en el último suspiro del partido.
Mientras se gane este 24 de marzo a Honduras en el Rommel Fernández, habría que esperar el resultado del único invicto de la eliminatoria, Canadá, en su visita a Costa Rica, donde los de la hoja de arce buscará por lo menos sumar un punto para asegurar su pase a un mundial después de 36 años de ausencia. En ese supuesto, un punto dejaría a los norteños con 26 unidades y a los ticos con 17 puntos, tres menos que Panamá,
También se tendría que aguardar el resultado del día 24 en el estadio Azteca, donde en el supuesto de una victoria de México sobre Estados Unidos, dejaría al equipo de las barras y las estrellas tercero con 21 puntos, un más que los de Thomas Christiansen.
NUEVE JUEGOS CON HONDURAS
Bolillo Gómez y Thomas Christiansen en el partido de ida.
Panamá ha enfrentado nueve veces a Honduras en el Rommel Fernández desde 12 de mayo de 1991 cuando quedó eliminado en sus aspiraciones de clasificar a la Copa de Naciones, llamada después Copa Centroamericana. Se ganó 2-0 con anotaciones de Oberto Lynch y Julio Dely Valdés, mientras que en la vuelta se cayó 0-3.
Antes mayo de 1991, en junio de 1984, Honduras había derrotado a Panamá en el Roberto Mariano Bula (0-3) en un juego por la eliminatoria para el Mundial de México 1986.
En el resto de los ocho partidos entre panameños y catrachos en el Rommel Fernández: Panamá ganó 2-1 en un amistoso, en agosto de 1996, con doblete de René Mendieta; se venció 1-0 en un partido por la eliminatoria mundialista para 2002, con un gol de Julio Dely Valdés; se empató 1-1 por la Copa de Naciones 2003, con un gol del hijo mayor de René Mendieta.
En otros de sus enfrentamientos, Panamá ganó 2-0 en noviembre de 2010, en un amistoso, con tantos de Luis Tejada y Aramis Haywood; se empató sin goles en un partido por la eliminatoria para Rusia 2014, se ganó 2-0 en juego de eliminatoria para Rusia 2014 con tantos de Blas Pérez y Luis Tejada.
La única vez que se perdió fue 0-1 en la Copa Centroamericana 2017, en el recordado enfrentamiento entre Bolillo Gómez y Jorge Luis Pinto, mientras que por la eliminatoria para Rusia 2018, se empató angustiosamente 2-2 sobre el último suspiro del juego con un gol de Román Torres.
PESADILLA EN ESTADOS UNIDOS
Si se derrotara a Honduras en el partido del 24 de marzo, y ese mismo día México hiciera lo mismo en casa ante Estados Unidos, la jornada 13 quedaría al rojo vivo. Panamá visitaría en Orlando a los gringos con un punto de desventaja, en un partido en el que estaría en juego el tercer lugar.
Los de Christiansen tendrían que intentar cambiar la historia donde Panamá nunca ha podido sumar en partidos de eliminatorias en la casa de los estadounidenses, ni siquiera han conseguido marcarles un gol.
Los partidos: Estados Unidos goleó 6-0 en el 2004 y 2-0 en 2005, por la eliminatorias para Alemania 2006, 2-0 en la eliminatoria para Brasil 2014 y 4-0 en el último enfrentamiento por la eliminatoria para Rusia 2018.
La única victoria en suelo estadounidense fue en la Copa Oro 2011 en los tiempos del entrenador Julio Dely Valdés, se ganó por 1-2 en Tampa, en un partido de fase de grupo, con autogol de Goodson y anotación de Gavilán Góméz. Seis años antes se había empatado sin goles en Nueva Jersey, en la final de la Copa Oro 2005, en los tiempos del Cheché Hernández.
Hoy, cinco años después, Estados Unidos es más en este octagonal que lo que hizo en la hexagonal de 2017. A falta de tres partidos, los gringos eran terceros aquella vez. Estados Unidos sumaba 2 victorias, 2 empates, 3 derrotas, 11 goles a favor, 10 en contra, para 8 puntos.
En esos mismos siete partidos de este octagonal, que consta de 14 partidos, cuatro juegos más que en el último hexagonal, Estados Unidos fue líder en la séptima fecha. Su palmarés en esos siete partidos era de 4 victorias, 2 empates, 1 derrota, 11 goles a favor, 4 en contra, para 14 puntos.
CIERRE ANTE CANADÁ
La última jornada (14) sería de infarto: Panamá recibiría a Canadá, que seguramente ya estará clasificada, mientras que Costa Rica esperará a Estados Unidos.
Costa Rica y Panamá se estarán jugando su clasificación en los dos primeros resultados de estos tres partidos finales. Si en la fecha 12 los ticos suman tres puntos ante Canadá, y después en la jornada 13 repite en su visita a El Salvador, mientras que Panamá gane a Honduras y pierda en Estados Unidos, los ticos llegarían al último juego con 22 puntos y Panamá con 20.
En ese supuesto caso, que Estados Unidos pierda con México y derrote a Panamá, aseguraría por lo menos el repechaje con 24 unidades, con un partido por jugar. Por eso para Panamá será vital sumar aunque sea un punto en tierra estadounidense, que hoy por historia se ve un poco difícil, para no verse sorprendido con los resultados de Costa Rica.
En otros supuestos, si Costa Rica empata con Canadá y derrota a El Salvador, mientras que Panamá gane a Honduras y pierda con los gringos, ticos y panameños llegarían con 20 unidades al desenlace de la eliminatoria. Claro que hay muchas combinaciones, por eso es hora de especular con calculadora en mano.
Por eso, la actual generación de jugadores panameños tienen en sus manos su futuro, tratando de ganar a los catrachos y no venirse sin puntos de Orlando, antes de cerrar la eliminatoria en casa con los canadienses.
Independiente de los jugadores que convoquen este jueves el entrenador Thomas Christiansen para el desenlace del octogonal, se necesitará del temple de todos los llamados, para saber defender en defensa, y saber defender en ataque. Tendrá que haber un espíritu de sacrificio de los que salgan a la cancha en cada uno de los partidos.
Restan tres jornadas para buscar graduarse, siempre que se comience derrotando este 24 de marzo a Honduras. Los dos siguientes exámenes serán determinantes para intentar aprobar todo lo bueno que se consiguió en gran parte de la eliminatoria. En caso contrario, se fracasaría en el intento de estar en una segunda Copa del Mundo, que hoy está para tantear.
Una bonita oportunidad para hacer historia.
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