VICTORIA ENGAÑOSA

TIRO A GOL 

Campo Elías Estrada

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Para las estadísticas, la victoria de Panamá ante Costa Rica fue importante por tratarse de la primera que se daba en territorio tico. Nunca antes se había conseguido con nóminas y jugadores más consagrados, sin embargo el sábado se alcanzó con un plantel renovado que se trabajó con pocas horas, con caras nuevas, jugadores que hacían su debut en el equipo y otros que no eran muy habituales, todo esto en medio de unas circunstancias especiales por el tema de la pandemia, y con un entrenador europeo que hacía su debut.

Desde el punto de vista estadístico el resultado es histórico por la talla del rival, que tuvo como extra un condimento especial, el haber coincidido con otro 10 de octubre, la fecha en la que Panamá había derrotado hace tres años a los ticos en el último partido de la eliminatoria para Rusia 2018 que le dio la clasificación al país a su primera Copa del Mundo.

El técnico danés Thomas Christiansen resumió este primer triunfo con estas palabras que lo dicen todo: "Estoy contento por la victoria, aunque esta es muy engañosa en el sentido de que nos enfrentamos a un equipo que estaba muchísimo más acomodado que nosotros, que llevan compitiendo, nosotros no. La única solución a ese problema era intentar estar ordenados con las líneas juntas, hacer un gran esfuerzo y sudar la camiseta".

Una victoria engañosa por la manera como se dio el partido en el que los ticos, que tampoco presentaron su plantel habitual, pero que estaban mejor preparados que los nuestros, tuvieron el balón y el dominio del partido, sin embargo, sobre el final fueron sorprendidos en una jugada colectiva que culminó en gol el jugador Abdiel Ayarza que le dio el triunfo a Panamá 1-0.

Para el fútbol nuestro y el entrenador europeo, la victoria es muy esperanzadora por todo ese trago amargo que hemos vivido con la pandemia del coronavirus. La Federación Panameña de Fútbol más que nadie debe de estar agradecida a estos jugadores por haber barrido y guardado debajo de la alfombra todo ese sucio que la dirigencia ha acumulado en estos siete meses de pandemia en los que tuvo en ascuas al fútbol nacional. Cuando se pensaba que el fútbol panameño había tocado fondo por la mala actitud de la dirigencia de la federación, el grupo de jugadores de este sábado sudaron la camiseta en San José para una victoria, cuando el presagio de muchos era que se iba a recibir una goleada.

Por fin Christiansen debe de haber respirado con normalidad después del "golpe de estado" que le dieron algunos jugadores que hicieron parte de la burbuja en Penonomé, lo que hizo que esta se disolviera antes de lo esperado, en un país pequeño futbolísticamente, pero que a veces se convierte en un infierno grande. El técnico europeo ya lo experimentó en sangre propia en el poco tiempo que lleva en Panamá.      

"Nunca salgo al terreno de juego pensando que voy a perder, siempre soy positivo, creo en las opciones que podemos tener, y en eso trabajamos. Una de las claves era ser ordenados, sabíamos que ellos nos llevaban mucho en la cuestión física y entonces claro, con un poco de movimientos nos abrían o nos sacaban de nuestras posiciones y era donde sufrimos mucho. Ese esfuerzo lo tienen que recuperar, entonces era normal que la iniciativa y el juego era de Costa Rica, pero bueno, en las circunstancias en que hemos llegado al partido estoy muy contento y orgulloso del compromiso que han tenido los jugadores", expresó Christiansen en conferencia de prensa.

El entrenador europeo fue autocrítico con lo que se hizo ante los ticos. "La primera parte fue muy mala, no tuvimos en ningún momento el control. Muchas pérdidas en nuestro propio campo que nos costó unas transiciones defensivas complicadas, en la segunda parte fue importante los cambios, creo que ayudaron mucho al equilibrio y un poco para tener al equipo algo fresco. Tuvimos unas ocasiones aparte del gol, como una de Fajardo que se quedó con un defensor, pero estoy contento con la victoria y usando meramente como estadística el haber ganado".

Reconoció que esperaba más propuesta de los jugadores panameños, pero aclaró, que "también hay que ser realista, el tiempo en que hemos trabajado juntos, el estado físico, nos enfrentamos a un rival que tiene más ritmo, que tiene los movimientos más trabajados, no era fácil".

Me quedo con lo de la victoria engañosa como definió el resultado Christiansen. Por eso el próximo partido de este martes se presenta con una mejor proyección, con una Costa Rica herida en su orgullo y una Panamá que espera mantener el orden y dejar una buena sensación. Al final son los jugadores los que se están jugando un puesto en la selección para cuando comience la hora de la verdad con los partidos oficiales.