sábado, 17 de octubre de 2020

EL ONCE HISTÓRICO DESDE LA ÓPTICA DE CRUYFF

 FÚTBOL, MI FILOSOFÍA 


Libro de Johan Cruyff.



Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com

 El holandés Johan Cruyff, una de las grandes estrellas que ha tenido el fútbol internacional, había escogido su equipo ideal de todos los tiempos en el 2012 publicado en su libro Fútbol, mi filosofía. Ocho años después la prestigiosa revista Frances Football está realizando una encuesta llamada operación Dream Team, para escoger el once ideal de la historia, en el que participarán los periodistas que han colaborado en la escogencia del Balón de Oro entre los que se encuentra este servidor. 

En vista de que en este año no se pudo escoger el Balón de Oro por la pandemia del coronavirus que alteró el calendario del fútbol mundial, la revista se dio a la tarea de hacer este nuevo lanzamiento con jugadores del pasado y el presente en el que hasta el momento se ha enviado una lista de 80 candidatos (adjunto las fotos de todos candidatos por puesto) entre porteros, laterales derechos e izquierdos, defensas centrales y mediocampistas defensivos y ofensivos. El 20 de este mes se enviará la última entrega con los delanteros (derechos, centrales y derechos) en los que deben aparecer Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Ronaldo Nazario, Garrincha, Eusebio, el mismo Cruyff, entre muchos otros.

En este artículo no voy a ahondar en la encuesta de la France Football, más bien voy a compartir y a recordar sobre el once ideal de todos los tiempos que había publicado en su libro hace ocho años Johan Cruyff. ¿Y qué tiene de especial el equipo ideal de Cruyff?, se preguntaría algún distraído.

Porteros seleccionados por la France Football para el once ideal.


Para los aficionados al fútbol de la nueva generación que se han babeado con lo que hoy hacen Messi o Ronaldo, por nombrar solo a estos dos jugadores, los de mi generación también nos llegamos a babear con ver jugar, entre muchos otros, a Cruyff, en ese entonces sin la magia de lo que hoy es la televisión. 

A pesar de que el holandés había sido distinguido tres veces como Balón de Oro no pudo ganar una Copa del Mundo. Sin embargo, su calidad echó al traste con lo que hoy piensan muchos: que si un jugador no ha ganado un mundial así haya alcanzado el resto de los trofeos internacionales, no es nada en el fútbol. Cruyff  tiene ya un puesto en el olimpo de los inmortales del fútbol. En septiembre de 2011 la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol  (IFFHS) lo consideró el mejor futbolista europeo y el segundo mejor jugador del siglo XX detrás del rey Pelé. Sin una Copa del Mundo.

UN PERSONAJE HISTÓRICO

El holandés está considerado en el más famoso exponente de la filosofía del fútbol total desarrollada por su compatriota Rinus Michels con el Ajax y la Holanda de los años 70. Y como entrenador Cruyff también dejó una huella imborrable con su filosofía del fútbol, que sustentaré en esta entrega con el análisis que hace de este personaje el argentino Jorge Valdano

Valdano escribió en su libro Fútbol: El juego infinito, que "nadie en la historia del fútbol ha conjugado con tanto éxito su carrera de jugador con la de entrenador. Ni nadie ha tenido tanta fuerza para convertir el buen fútbol en una cultura".

Y remata en el mismo libro con otra párrafo tajante: "De hecho, desde que conoció a Johan, la pelota nunca volvió a ser la misma. Si cuando fue un jugador tenía una visión tan general del juego que parecía un entrenador, hay que decir que cuando fue entrenador nunca se olvidó de cómo piensan los jugadores. Eso sí, desde los dos lados siempre desconfió de los directivos, a los que mantuvo a raya toda su vida. Había un militar en su don de mando como había un artista en su rebeldía". 

Lo dice Valdano, campeón con Argentina en la Copa del Mundo de México 1986, jugador y entrenador del Real Madrid, entre otros clubes, dirigente del equipo merengue y hoy un intelectual del fútbol en su nuevo rol de escritor.

FILOSOFIA DE CRUYFF

Johan Cruyff nació el 25 de abril de 1947 y murió el 24 de marzo de 2016 a los 68 años. En noviembre de 2012 se publicó la primera edición de su libro Fútbol, mi Filosofía en que da un curso acelerado de su filosofía de cómo se debe jugar al fútbol. Un libro que debería de reposar en la biblioteca de los jugadores, entrenadores y los monitores de fútbol infantil.

EL EQUIPO DE CRUYFF

Once ideal de Johan Cruyff.


El holandés hace un preámbulo para dar a conocer a sus 11 elegidos en el que él no se incluye, un gran problema que le deja al lector, aunque no lo haya hecho por pura modestia y educación. Para muchos su nombre deberá de forma parte del once histórico de todos los tiempos. Pero es un hecho que Johan no se dio a la tarea de escoger por escoger, los seleccionó mirando los atributos de unos y otros en pro del equipo que presentó en su libro hace ocho años. 

"No he sido entusiastas nunca de esos equipos ideales en donde hay que seleccionar a los mejores futbolistas que ha visto el mundo. En todo caso se trata de jugadores talentosos independientemente de las posiciones que hayan ocupado en sus carreras. Pienso que un jugador como Marco van Basten, de haber ocupado el lateral derecho se hubiera convertido también en una estrella internacional", escribió Cruyff en su libro Fútbol, mi filosofía.

Defensas centrales seleccionados por la France Football para el once ideal.


Y aclara, antes de escoger los 11 nombres, que "sea como fuere, espero haber dejado claro en este libro que yo siempre apostaré por el fútbol de verdad. Según lo entiendo yo, consiste en jugadores con una técnica óptima, una gran visión de juego y en general con un alto grado de especialización. En este último sentido he buscado siempre al futbolista que diera a su posición un plus de calidad. Y es que a veces es bueno utilizar el talento bruto, sin subordinarlo al colectivo. Voy a darle vuelta a la frase. El interés colectivo se ve bien satisfecho justamente porque se maximiza un talento así".

En un último punto antes de dar a conocer los nombres, el holandés volador, el tulipán de oro o el flaco, como se le llamó cariñosamente, indicó que "el arte en la élite es utilizar al máximo el talento individual y a partir de ahí formar un equipo. Si funciona, si el equipo trasciende la mediocridad, es porque en su seno hay mucho valor añadido. Para formar un equipo ideal buscaré una fórmula que me permita colocar el máximo talento posible en cada posición. Además, intentaré que las cualidades de uno se complementen con las de sus compañeros".

LOS 11 DE CRUYFF

 Su equipo lo conforman: Lev Yashin (Rusia); Carlos Alberto (Brasil), Frank Beckenbauer (Alemania), Pep Guardiola (España), que podría jugar más adelantado detrás de los dos volantes ofensivos como hombre de marca, Ruud Krol (Holanda); en el medio, Bobby Charlton (Inglaterra) y Alfredo Di Stefano (Argentina) por las bandas, por el centro a Diego Maradona (Argentina) con Pelé (Brasil). Por las bandas Piet Keizer (Holanda) y Garrincha (Brasil).

La explicación a la escogencia la da minuciosamente en los siguientes párrafos:

 "Así que en primer lugar seleccionaría a extremos como Piet Keizer (izquierdo) y el brasileño Garrincha (derecha), a centrocampistas como Bobby Charlton (izquierda) y Alfredo Di Stefano (derecha). Estos dos últimos no son técnica y tácticamente brillantes, sino que físicamente inatacables. O sea que pueden liberar de trabajo a Keizer y Garrincha, y que no tenga que ser al revés".

"Es más, con una selección de laterales como Ruud Krol (izquierda) y Carlos Alberto (derecha), Charlton y Di Stefano tendrían apoyo técnico y de velocidad que les permitirían no tener que trabajar como locos".

"Los mismos criterios me sirven para el eje del campo. Tengo en mente a jugadores como Frankz Beckenbauer, Pep Guardiola, Diego Maradona y Pelé. Pelé y Maradona se complementarían perfectamente, porque el enorme sentido de responsabilidad de Pelé contrarrestaría el individualismo de Maradona".

"Estoy seguro que durante el partido Pelé actuaría como una especie de figura paterna sobre Diego. Gracias a las buenas sensaciones que suelen tener los futbolistas, Maradona le volvería la confianza a Pelé y se entregaría a fondo".

"Por esa misma razón seleccionaría en este equipo ideal al legendario Lev Yashin para el puesto de portero. Con una suma de talentos tan impresionantes, no compartiría ningún prejuicio contar con otra figura paterna que hiciera bajar a la tierra a esa pléyade de estrellas".

Laterales derechos seleccionados por la France Football para el once ideal.


DESPEJANDO  DUDAS

Anteponiéndose a cualquier pregunta de un lector de porqué no está fulano o mengano, Cruyff lo justifica con su filosofía, además de saber cuando escribió el libro que un equipo ideal siempre generará polémica. Lo explica en los siguientes párrafos.

"Ya se debe de haber fijado el atento lector de este libro en que no he valorado específicamente el ritmo de carrera. Odio incluso esta palabra porque en los últimos años se ha sacado mucho de contexto. Ha acompañado ese proceso donde el futbolista se ve obligado a correr más y por tanto a jugar menos al fútbol. Mientras el truco consiste en explotar el espacio en el campo, quien tiene que hacer el trabajo es el balón y no las piernas".

Laterales izquierdos seleccionados por la France Football para el once ideal.


"Esto nos lleva finalmente a la transición natural desde el análisis individual de cada jugador en las prestaciones colectivas. Hemos visto que tenemos técnica, visión de juego y sobre todo mucho talento dentro del equipo. Ahora se trata de que estos once individuos sepan crear espacios en el campo para sacarle el máximo provecho individualmente. Apelamos nuevamente a la calidad de todos. Al sentido posicional de cada uno para que el equipo juegue unido".

De acuerdo a Cruyyf, cuando las líneas están juntas se puede jugar bien al fútbol. Y explica, que "todavía me molesta enormemente ver las líneas del equipo muy separadas, cosa que obliga al equipo a recorrer grandes distancias. Mientras que la gracia está en que los jugadores jueguen juntos. Sólo así se pueden crear oportunidades, y las piernas no trabajan tanto como el balón. Al sentido posicional de cada uno para que el equipo juegue unido".

Según su filosofía, "se necesita visión de juego para mantener juntas las líneas, técnica para mover el balón eficazmente (con un solo toque, por ejemplo), trabajar para hacer lo que hay que hacer y dejar que el talento haga el resto. O sea, que no es tanto correr y correr, y más mirar y ¡¡jugar al fútbol!!"

CÓMO JUGAR

En un capítulo de cómo jugar al fútbol, Cruyff escribió que siempre abogó por el fútbol de ataque. "Pero para atacar hay que poder defender arriba, y para poder defender arriba el equipo tiene que saber presionar sobre la salida del rival".

Mediocampistas defensivos seleccionados por la France Football para el once ideal.


En ese sentido, el número 14 de la selección holandesa señaló que para facilitar la tarea en la medida de lo posible, "el equipo tiene que formar todas las líneas que se puedan. Así se consigue que, al recuperar el balón, siempre haya alguien de cara a la portería rival y algún otro compañero cerca", que a su parecer no puede ser superior a 10 metros de distancia.

Cruyff fue partidario de las cinco líneas. Dice, "sin contar con el portero: pueden ser los cuatro de abajo, un medio centro en posición defensiva, dos centrocampistas en banda, un atacante algo más adelantado, más un punta todavía más adelantado y con dos extremos por las bandas. A partir de esta disposición se pueden aplicar todo tipo de variantes".

EL JUGADOR Y EL TÉCNICO

Como futbolista, Valdano señaló que Cruyff jugaba como los dioses. Y como jugador lo describe con estas palabras:  "Le decían Flaco y lo era, pero mi sensación cuando tenía la pelota es que ese cuerpo ligero, espigado y ágil lo habían fabricado para jugar al fútbol. Corría con la elegancia de un cervatillo y la convicción de un león. La cabeza siempre levantada, el paso alado como si pisara aire en lugar de tierra, una carrera incontenible que parecía apuntar al horizonte, pero a la que nunca le faltaba el freno. Su visión era la de un gran angular que le permitía jugar en cualquier puesto porque su influencia pesaba en toda la cancha. Él era un jugador total de un fútbol total que practicaba el fascinante Ajax y que se prolongaba en la selección Holandesa de los años setenta. Una especie de John Lennon que revolucionó el fútbol, como los Beatles revolucionaron la música".

Valdano recordó que conoció a Cruyff cuando cruzaba los 20 años de edad. "El ya era un jugador consagrado (en ese tiempo ya había levantado tres Copas de Europa con el Ajax y tres balones de oro). Nos enfrentábamos en un partido de la Copa del Rey y mantuvimos una discusión sin importancia. Me preguntó de dónde era, luego mi nombre y finalmente mi edad. Cada pregunta la hacía con mucha seriedad, como si le interesara de veras. Yo le contestaba a todo con la obediencia que merecía una leyenda de su tamaño, pero Johan, sin piedad, me disparó a matar: 'Con 20 años, a Johan Cruyff se le trata de usted'. No fue un buen comienzo, sin embargo eso no modificó mi admiración".

Mediocampistas ofensivos seleccionados por la France Football para el once ideal.


A pesar de ese impase, Valdano señaló en su libro Fútbol: el juego infinito, que "siempre creí que la de entrenador era una profesión apta para jugadores inteligentes pero con algún tipo de limitación. Gente que tiene que pensar para sobrevivir en el profesionalismo. Los cracks absolutos vienen aprendidos desde la cuna y resuelven los problemas más complejos con la velocidad punta del instinto. Razón suficiente para subestimar a Johan, el hombre que había nacido para jugar.".

Sigue relatando Valdano, que "cuando llegó al Barcelona como entrenador tardé en darme cuenta de que estábamos ante un revolucionario. Pensé que se trataba de un excéntrico, pero viéndolo en perspectiva sus primeras decisiones fueron la de un genio que tenía un plan". 

Valdano lo explicó en éstos términos. "En un tiempo en el que se permitían dos extranjeros por club, los equipos grandes tenían que apuntar bien. Ahí estaba la posibilidad de marcar diferencias. Generalmente se apostaba por grandes delanteros porque el gol suele tener nombre propio. Johan empezó comprando a un defensa a punto de estar gordo que se llamaba Ronald Koeman y que tenía un toque de balón sensacional. Porque el gol, según Cruyff, es tan hijo del juego como de los especialistas. Y el juego hay que proponerlo desde atrás. Más tarde llegó Laudrup, un jugador finísimo rechazado por el fútbol italiano de aquellos días. Otra estación intermedia antes de llegar al gol".

Johan Cruyff, el jugador y el entrenador.


 "Así, eslabón a eslabón, terminó creando un equipo que dividía el campo en cuadrículas. La cuadrícula central se la terminó adjudicando a Pep Guardiola, otro flaco famélico que jugaba con una inteligencia superior y que se alimentó de ese fútbol para terminar poniéndole método al colosal instinto de Johan".

De acuerdo al ex mundialista argentino, "se equivocan aquellos que dicen que Johan creó un gran equipo. Eso es reducir mucho su legado. Creó una escuela que cambió la historia del Barça y del fútbol español. Basta con decir que, desde 1960 hasta 1991, el Barcelona había ganado dos títulos. Desde 1991 hasta hoy, en el Barça, solo ganaron campeonatos aquellos entrenadores, que siendo holandeses o españoles, fueron respetuosos con su estilo. Y no son pocos".  

Por lo que fue Cruyff como jugador y entrenador, su once ideal es respetable y tal vez discutible por la generación de hoy que no ve los nombres de Lionel Messi o Cristiano Ronaldo. Pero su filosofía de juego solo amerita pensar en grande, aparte que en medio de tantas luminarias del ayer y del presente para escoger solo 11, no hay espacio para todos. Y como él mismo dijo: "el fútbol es sencillo, pero el fútbol sencillo es lo más difícil de conseguir que existe". Seguramente para el holandés volador, los 11 que escogió lo harían ver sencillo.







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