EN CRISIS NO HAY TIEMPO PARA JUEGOS

TIRO A GOL

  

Laurentino Cortizo,  Presidente de Panamá

Campo Elías Estrada

cestradacampo@gmail.com

 

En el papel se ve como si el gobierno de Laurentino Cortizo le hubiera dado un golpe al hígado a los deportistas panameños al declinar a las sedes de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe 2022 y al Mundial Sub 20 de Fútbol Femenino, pero la realidad nos muestra que su decisión era la que muchos veíamos que se venía.

Hay que ponerse en los zapatos del presidente de Panamá para entender su decisión en medio de esta crisis que lo debe de tener bien abrumado. Con su postura se quitó dos dolores de cabeza, porque para ambas actividades se necesitaba destinar otros millones más de dólares (310 o más), sumado a los miles que se han invertido en esta pandemia del coronavirus y de los miles que se necesitará para después que se normalice la situación. 

Tal como se ve al país en estos momentos, el gobierno prefirió hacerle frente al tema del covid 19, que más allá de los infectados, los muertos y todo lo relacionado con la salud, tiene otras aristas que necesitan de su atención para tratar de estabilizar a la nación que hoy se está tambaleando.

Como pasa siempre, los deportistas terminaron siendo los más perjudicados con la decisión que tomó Cortizo, ya que en estos momentos el tema de la salud y la economía del país tienen al gobierno de "patas arriba" y es obvio pensar que para el primer mandatario son temas más importantes por atender que unos Juegos o un Mundial de Fútbol.

Desde que se anunció que Panamá sería sede de los Juegos, poco se había conocido de temas concretos como el de proyectos de infraestructuras, que en Panamá no los hay para un evento de esa magnitud, o de un plan científico de entrenamiento para los deportistas. Sin esas materias primas no se puede pensar en contar con atletas de alto rendimiento para defender la casa en esos juegos regionales. 

Las experiencias que nos han mostrado los Juegos Deportivos Panamericanos, por ejemplo, nos dicen de la triste realidad de los atletas panameños, sobre todo de los pocos que consiguen medallas. Siempre nos enteramos cuando los medios los abordan y ellos hablan de las penurias que tuvieron para entrenar y otros detalles que a veces dan ganas de llorar. Hoy no se veía un plan de desarrollo para ellos y menos ahora que llegó el coronavirus que ha parado toda actividad deportiva.

Si dentro de los primeros siete meses del gobierno de Cortizo se hizo poco por el deporte, o dicho en otras palabras, no se pudo desarrollar en concreto un plan más allá del aporte a los pasados Juegos Panamericanos de Lima, la situación de los atletas es peor ahora con esta crisis sanitaria fuera de control.

Si mucho antes de este coronavirus un gran sector del país pensaba que no debían de hacerse los Juegos por el poco tiempo que había de preparación, menos pensar en hacerlo ahora en plena crisis sanitaria. Por más dolidos que estén los atletas y por más ofendidos que se muestren el COP o la Fepafut, por la manera unilateral como se determinó no hacer ni Juegos ni Mundial, para muchos fue lo más saludable. Pienso que el gobierno se lavó las manos, prefiriendo hacer el ridículo ahora y no después.

Por primera vez en esta pandemia, la excusa del covid 19 deja bien librado al primer mandatario y el país lo entiende.