lunes, 22 de junio de 2020

El GOL MALDITO Y El BENDITO DE MARADONA

A 34 AÑOS DE LA GESTA 


Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


 Hoy se cumplen 34 años de los dos goles que le convirtió Diego Armando Maradona a Inglaterra, en un espacio de cuatro minutos en el estadio Azteca, en los cuartos de final del Mundial de México 1986, calificados por Jorge Valdano como "el Maldito" y "el Bendito".


                                     Gol "de la mano de Dios" ante Inglaterra

En el minuto 51 Maradona saltó por un balón aéreo y lo introduce a la portería con la mano ante la salida del portero Shilton, este gol fue bautizado como el de "la mano de Dios". 

Cuatro minutos después, en una genialidad que empezó desde su propio campo, Maradona dejó en el camino a seis rivales antes de anotar el segundo tanto, que para el año de 2002 fue considerado el "gol del Siglo" en una escuesta cibernética que realizó la FIFA.

 Valdano, compañero de Maradona en ese Mundial, describió lo que hubo detrás de estos dos goles en sus libros: Los 11 poderes del líder y Fútbol: el juego infinito.

 "No soy inocente. 'La mano de Dios', bautismo que le puso aún más ingenio a la colosal picardía de Maradona frente a Inglaterra en el Mundial de México 1986, es un símbolo de los eufemismos que empleamos para disfrazar conductas difíciles de defender desde el plano ético. La definición fue tan genial como el gol porque no importaba más que subrayar la justicia de la acción. Para un argentino, la regla violada no era más que el castigo que Inglaterra merecía y, por lo tanto, quedaba ampliamente justificada", escribió Valdano en Los 11 poderes del líder.

Continuando con su exposición en el mismo libro, señaló que "el gol nos ponía ante una contradicción ética porque por un lado transgredía la regla, pero por otro nos ponía ante un concepto moral: la justicia. Las heridas de la guerra de las Malvinas estaban todavía demasiado frescas y el fútbol era el territorio perfecto para compensar aquella humillación de patria".

Valdano se preguntó: "¿Qué habría pasado si Diego hubiera sacado al árbitro del error? Podemos imaginar todo tipo de consecuencias. Que la Argentina más ultra no se lo hubiera perdonado nunca. Que habríamos puesto en peligro la brutal alegría de ganarle a Inglaterra y, más tarde, de ser campeones del mundo. Incluso que Maradona sería menos ídolo de lo que es hoy. O, quizás, un acto de tal entidad hubiera contribuido a hacer un país mejor porque la fuerza simbólica de episodios tan potentes puede llegar a modificar una sociedad".

El exfutbolista y escritor argentino, se considera hoy complice "de aquel célebre acontencimiento porque si no fui el primero, seguramente fui el segundo en llegar a abrazar a Maradona tras ese gol".


                                                                El gol del Siglo 

En Fútbol: el juego infinito, Valdano señaló que en el Mundial de México, Maradona dio ese salto de crack del fútbol a rey popular. 

"Les ganó a los ingleses en cuartos de final de un partido que, para el imaginario colectivo, era la revancha de la guerra de las Malvinas".

Valdano consideró que "Maradona, aquel día, saldó cuentas muy pendientes para un país que quiere encontrarse a sí mismo. En aquella ocasión, en las horas previas al partido, se me ocurrió decir que confundir el fútbol con la guerra era propio de imbéciles. El tiempo demostró que el imbécil era yo, porque en aquel encuentro se agigantó su importancia hasta convertirse en una leyenda inigualable. Para eso hicieron falta dos goles (el maldito y el bendito) que le agregaron divinidad a la ocasión".

Consideró que "en el imaginario colectivo el triunfo frente a Inglaterra en cuartos pesa más que la final ganada a Alemania. Cosas de la memoria emocional".

Treinta y cuatro años después, el gol tramposo y el más hermoso de Maradona, no pierden vigencia. Son recordados.

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