viernes, 3 de abril de 2020

UN INTRUSO MÁS EN MI CAMINO

CÁNCER VS. CORONAVIRUS




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Mientras el mundo entero se defiende contra el coronavirus que está dejando un reguero de muertos en su camino, hay también muchas personas que afrontan otra cruda realidad con una enfermedad tan patética como este covid-19 que hoy está de moda, el cáncer.


Instituto Oncológico Nacional.


En Panamá, el Instituto Oncológico Nacional no ha parado sus labores con las cientos de personas que sufrimos de cáncer, continúa atendiéndonos a diario a pesar de que hay otro mal que acecha por las calles. Cientos de enfermos acuden todos los días al centro hospitalario desafiando a este misterioso asesino que nadie ve, que es invisible, que sabemos que está rondando en el ambiente, pero que frente a la realidad de nuestras vidas tenemos que salir a cumplir con las citas, conscientes de que este asesino en masa puede estar muy cerca de nosotros mientras acudimos al centro cancerológico en bus o taxi.
  
 Desde que se instauró la cuarentena el Instituto Oncológico Nacional ha tomado las precauciones del caso. La política de este centro dice que cada paciente tiene que ir acompañado de otra persona, sin embargo, dado la situación de emergencia que vive el mundo, ya el acompañante no puede ingresar al interior del recinto y tiene que esperar fuera, al menos que se trate de un paciente muy anciano, de una persona que padezca problemas para caminar por sí misma, o de un paciente en silla de ruedas. Dentro del recinto las sillas también están señaladas para que un asiento esté vacío entre dos pacientes, la persona que no tenga un tapabocas se lo obsequian, mientras que en todas partes hay envases pegados a las paredes con gel alcoholizado.



Camino para el Oncológico.


  La realidad de los pacientes puede ser diferentes frente al mal que padecen, pero todos son conscientes de que se tiene cáncer, una palabra que con solo escucharla causa terror. Contra a esta verdad, las personas enfermas le estamos haciendo frente a este mal, esperando un milagro de Dios, resignados a nuestras suertes y todos con la esperanza de poder finalmente saltar este obstáculo que la vida nos puso en el camino.

 Las caras que se ven en este centro oncológico son de todo tipo: niños, jóvenes, adultos, ancianos. Entre esta mezcolanza he visto mujeres hermosas y jóvenes apuestos, gente de todos los estratos sociales, al que esta enfermedad no ha tenido reparo alguno en atacarlos, todos de alguna manera estamos tocados por este mal que para muchos fue una pesadilla el primer día que se lo diagnosticaron, pero para otros, como el autor de esta nota, he sabido hacerle frente a la realidad, sin pena ni temor, esperanzado y confiado en lo que me dijo mi tia, la religiosa Clara Inés Estrada, el primer día que le di la noticia: "Lo que Dios quiera, que se haga su Voluntad", una frase que me la combinó con esta otra: "Siempre reconociendo su grandeza en estos momentos".

 Hoy nos topamos con otro mal, que puede ser mortal para un paciente de cáncer que tenga bajas sus defensas, pero como sea, el coronavirus, al menos así lo veo yo, es secundario. Sabemos que  nuestra lucha tiene nombre y apellido, pero ahora con la aparición del covid 19 se puede estropear el esfuerzo y la lucha de algunos, antes de haber enfrentado a nuestro principal enemigo. Por eso las familias que tengan un paciente de cáncer tienen que cooperar siguiendo las recomendaciones de las autoridades de la salud, para enfrentar al coronavirus y evitar un contratiempo mayor para el enfermo.

 Mientras continúe este asesino en masa haciendo de las suyas, cada día el Instituto Oncológico Nacional recibe a cientos de pacientes, que llegamos a esperar a que nos atiendan, de más está agradecer por sus atenciones a todo el hermoso personal de este gran instituto.

  En las largas esperas, unos pacientes entran y otros salen. "Hasta mañana, hasta el lunes", suelen despedirse algunos con fineza y una esperanza de vida en sus rostros, el resto del grupo esperamos a que nos atiendan. Otros, que van llegando, saludan efusivos con unos "buenos días o buenas tardes". Mientras estamos adentro nos sentimos respaldados por este instituto con el que estamos aprendiendo a convivir durante el tiempo en que lo hemos frecuentado, todos con la ilusión de que alguna vez lleguemos a tocar la campanilla de sanados.

  

  

8 comentarios:

  1. Me quito el sombrero.tu como siempre le pones lo mejor de ti a lo que escibes .. buenisimo.

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  2. Le deseo de corazón que logre derrotar al primer enemigo y que se mantenga invisible para el segundo. Gracias por compartir sus impresiones con fe y positivismo. Dios le acompaña y bendice.

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  3. Amigo q lindo mensaje y muy triste pero adelante q de la mano de Dios todo es posible mucha fe y fortaleza es una dura batalla pero saldrás victorioso tienes mucho camino por recorrer y tu flia.y amigos te apoyaremos espiritualmente con nuestras oraciones animo mi Guerrero Dios te bendiga y te proteja un abrazo t.q.m 😘

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  4. Wao 🙂🙂que buenas palabras muchas fuerzas y que lindo mensaje que es la cruda realidad
    ser positivo es lo mejor
    saludos🤗

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