TIRO A GOL
Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com
En el historial de sus 13 eliminatorias mundialistas de CONCACAF, Panamá parte por primera vez como favorita para adjudicarse uno de los tres cupos directos para la Copa del Mundo del 2026, ante la ausencia de Estados Unidos, México y Canadá, que como países sedes serán tres de las 48 selecciones que tomarán parte del mundial.
Hasta hace unos años era impensable, pero Panamá se ha ganado a pulso ese favoritismo, beneficiada en parte por lo flexible de esta eliminatoria y en donde los pesos pesados del área no participaron por ser anfitriones.
Hasta la eliminatoria pasada para Catar, Canadá, México y Estados Unidos clasificaron en ese orden para la Copa del Mundo del 2022, mientras que Costa Rica terminó en un cuarto puesto, que le dio la opción de clasificar mediante una repesca.
Tal vez hace cuatro años se llegó a pensar en una posibilidad de clasificar, por lo menos como cuarto lugar, pero hubo dos factores que no contribuyeron a ese objetivo. Uno, Thomas Christiansen pagó su novatada en su primera dirección de una selección nacional y en dirigir, igualmente, en una primera eliminatoria mundialista en una región que no conocía. Segundo, los jugadores no pudieron con la presión de esa posibilidad que se les presentó en el tapete.
Hoy, Panamá parte como la favorita en su grupo que comparte con El Salvador, Guatemala y Surinam, para clasificar a su segunda Copa del Mundo. Los méritos los tiene de sobra. En esta fase final de tres grupos de cuatro selecciones, los primeros pasan directos al mundial y los dos mejores segundos irán a un repechaje continental.
Para un veterano periodista como este servidor, nunca antes escuché que en el área nos tildaran de favoritos en una eliminatoria, ni siquiera cuando tuvimos al espectacular Rommel Fernández, a los tres hermanos magnificos: Armando, Jorge y Julio Dely Valdés, o al goleador René Mendieta. Tal vez hace cuatro años se sintó un poco ese favoritismo, pero era difícil con México, Estados Unidos y Canadá en contienda. El favoritismo se palpitaba en nuestros corazones pero sin mayores sobresaltos como se vive hoy, siempre hablábamos de mesura. Hoy es diferente por todo lo que se ha alcanzado, ahora hemos cambiado la palabra favorito por obligación.
La sentencia es: Panamá está obligada a clasificar a la Copa del Mundo del 2026. Y eso lo sabe el mismo Christiansen y sus jugadores, no hacerlo sería un rotundo fracaso.
Son dos finales regionales que se han jugado con Christiansen en la Copa Oro del 2023 y la Liga de Naciones del 2025, además de haber avanzado hasta los cuartos de final de la Copa América 2024, entre otros atributos.
Su gran actuar se refleja en el último ránking de FIFA, donde Panamá aparece en el puesto número 30, que la acredita como la mejor selección de Centroamérica.
Pienso también que Christiansen ya aprendió de su experiencia pasada, ahora conoce mejor que nadie a los futbolistas legionarios y a los de la Liga Panameña de Fútbol. También los jugadores están un poco maduros para poder llevar sobre sus espaldas ese mote de favoritismo, que nunca antes se había dado en las 12 anteriores eliminatorias.
Es notorio que en los últimos años, en el papel Panamá ha sido mejor que sus rivales del grupo: El Salvador, a quien no ha podido derrotar todavía en el Cuscatlán en eliminatorias, Guatemala, que también es dificil de vencerlo de visita y Surinam que es una incognita. Los de Christiansen vienen de pasearse literalmente en la pasada fase, está invicta, le ganó a Nicaragua, Guyana, Montserrat y Belice, con 10 goles a favor y uno en contra.
Todo esa presión que la hace favorita tendrá que saber manejarla, sobre todo en esta fase final donde son otros rivales, porque en seis partidos pueden suceder muchas cosas. Mirémos solo a Italia, tetracampeona del mundo, que ha quedado fuera de los dos últimos mundiales.
Al final de todo, el tema que se maneja aquí es la presión que recae sobre los jugadores panameños. Es obvio, que este grupo es menos difícil de lo que fue el último octogonal, a simple vista, por todo lo que viene haciendo Panamá, pareciera que no habrá problema, pero una eliminatoria siempre es difícil. Todos los jugadores coinciden en que es a otro precio. Son partidos especiales en los que puede aparecer cualquier situación inesperada, para el que se sienta confiado antes y durante el partido.
Lo cierto es que una eliminatoria se puede perder en un minuto. Le pasó a Panamá en la de Brasil 2014 cuando en los dos o tres minutos finales se cayó en el Rommel ante Estados Unidos, en un partido que se estaba ganando, un resultado que la privó de la oportunidad de jugar por lo menos un repechaje. Cuatro años después, la fortuna de un gol fantasma le dio la posibilidad de clasificar directo a Rusia 2018.
Pero nuevamente, hace cuatro años, la posibilidad de ir por lo menos a un repechaje se perdió en los cinco partidos finales. Voy a hacer un repaso de lo que pasó para Catar 2022, para darnos cuenta que así como es importante comenzar bien una eliminatoria, es más importante terminarla mejor.
Hace cuatro años, en el octogonal final que constó de 14 jornadas, Panamá era cuarta y le llevaba una ventaja de cinco puntos a Costa Rica, que era quinta, hasta el octavo partido, sin embago, en los siguientes cinco juegos, la presión hizo mella de los jugadores y allí se perdió el sueño mundialista.
En la novena jornada los de Christiansen perdieron en su visita con la peor Costa Rica que se recuerde, se cayó 1-0, separándolos dos puntos solamente.
En la décima jornada, Panamá derrotó como local 3-2 a Jamaica, mientras que los ticos sacaron un 0-0 en el Azteca, aumentando la ventaja a cuatro puntos. En la fecha siguiente, México derrotó en su casa 1-0 a Panamá, en tanto que Costa Rica sacaba tres puntos de visitante en Jamacia con un lapidario 0-1. Ahora la ventaja se reducía a un punto.
La presión fue deteriorando poco a poco a una selección que durante las primeras fechas exhibió un juego exquisito, algunos decían que era el estilo europeo de los panameños. Muchos la veían en el mundial. Entonces vino la fecha 12 y allí se complicó más la situación para la selección . Se empató en el Rommel 1-1 con la Honduras del Bolillo Gómez, mientras que Costa Rica doblegaba 1-0 a Canadá en San José, un resultado con el que los ticos desplazaban a Panamá del cuarto puesto. Ahora los ticos eran cuartos con 19 puntos y Panamá quinta con 18.
Y para rematar la pesadilla, Estados Unidos goleó como local a Panamá 5-1, en la jornada 13, mientras que los ticos vencían de visitante 1-2 a El Salvador. Allí terminó el sueño panameño, con una jornada por disputarse.
Obviamente, hoy la historia y los rivales son otros, pero hay que recordar que la eliminatoria es diferente a cualquier otro torneo regional. Con este repaso de lo que pasó para Catar 2022, es bueno que tanto el cuerpo técnico como sus dirigidos pongan sus barbas en remojo y sepan controlar el mote de favorito. En estas lídes, no hay equipo pequeño antes de jugarlo.
Suerte a la selección. Es su gran oportunidad. Sean inteligentes. Que lo que han construido en los últimos cuatro años, no lo vaya a derribar la presión de sentirse favoritos.
Sin duda hay un ligero favoritismo que inclina la balanza de la percepción a favor de Panamá, pero no debe descuidarse, me parece que entre los tres rivales por enfrentar Guatemala luce como el más peligroso por su pasado rendimiento en la Copa de Oro, donde eliminó a Panamá. Pero todos los rivales merecen respeto.
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