domingo, 27 de noviembre de 2022

VERGÜENZA DEPORTIVA

UNA MIRADA A CATAR 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Lo que hicieron Irán y Costa Rica en sus segundos partidos, es una muestra de lo que se llama vergüenza deportiva, con lo que una vez más se ratifica una expresión que es muy valedera en el fútbol: ningún partido se parece al otro.

Para muchos, hasta cierto punto, era inimaginable que los iraníes vencieran a Gales y que los costarricenses al Japón, después del papelón que habían hecho en sus primeras salidas. Si el fútbol se midiera con el método o el razonamiento de la lógica, entonces no me levanto a ver los partidos Irán-Gales y Japón-Costa Rica.

Sin embargo el fútbol, o en este caso, las Copas del Mundo, nos ha repetido este mismo drama en distintas versiones. Japón no es una potencia ni mucho menos Gales. ¿Por qué no haber sospechado entonces en una mejoría de los ticos e iraníes?

Ahora me hago este cuestionamiento: ¿Qué es más decepcionante para el aficionado? Lo que hicieron Costa Rica e Irán en sus primeros partidos cuando fueron goleados 7-0 por España y 6-2 por Inglaterra, respectivamente. O las derrotas de Japón, después de su histórico triunfo sobre Alemania, y la de Gales, tras un empate contra Estados Unidos, en su segunda cita mundialista.

Cada una tiene su grado de decepción. Pero mi lógica siempre ha sido la que se maneja en el fútbol, esa que dice que ningún partido se parece al otro.

Solo voy a poner dos ejemplos del tema. En el 2018, Rusia le metió 5-0 a Arabia Saudita en su primera salida, en su segundo juego cayó 1-0 con Uruguay  y en el tercero ganó 2-1 a Egipto. En el 2010, Alemania goleó 4-0 a Australia, que se recuperó en sus dos siguientes partidos con un empate 1-1 ante Ghana y una victoria de 2-1 sobre Serbia.

En fin, este domingo Costa Rica se levantó como pudo del suelo, después de haber sido pisoteado con una multitud de insultos, lo que contrastaba con lo que se vivió hace ocho años, cuando todo el mundo habló maravillas de los ticos por haber llegado hasta los cuartos de final del mundial de Brasil 2014. Aún así, los jugadores tuvieron el coraje para derrotar al sorprendente seleccionado de Japón. Ninguno de los dos fueron ni la sombra de lo que mostraron en sus primeras salidas. Tal vez los asiáticos estuvieron más dinámicos, más alegres en el campo, pero sin la actitud, ni la agresividad, ni la contundencia con la que consiguieron ese triunfo histórico ante los alemanes. 

Mi sospecha de que los ticos iban a mejorar era porque en frente tendría como rival a Japón, que no es lo mismo que España, aparte que en un mundial, después de un mal partido, las revanchas están a la orden del día. Los ticos mejoraron un poco, pero sin ser todavía ni una pizca de lo que hicieron en la parte final del octogonal de la CONCACAF. Eso sí, Costa Rica fue contundente y preciso en su única vez que tiró al marco en sus dos primeros partidos. 

Keysher Fuller anotó el gol de los ticos a los 81 minutos, con una bonita definición, lo que me dice que ellos nunca perdieron las esperanzas de conseguir una victoria, así en la cancha, los japoneses fueran los que más corrieron, los de más posesión y los que buscaron el partido durante lo 90 minutos con su reposición.

Algo parecido sucedió con Irán en su victoria del viernes sobre Gales. Sus dos goles fueron en el suspiro del partido, en los tiempos de reposición: Roozbeh Cheshmi a los 90+8 y Ramin Rezaeian, dos minutos después. Igual que los ticos nunca perdieron sus esperanzas de conseguir los tres puntos.

La diferencia con los iraníes fue que mejoraron considerablemente en su segundo partido, en comparación con el segundo juego de los costarricenses.

No sé si a los dos les alcance para soñar con avanzar a los octavos de final, pero independientemente de lo que suceda, a mi en particular me agrada cuando el razonamiento del fútbol, ese que dice que ningún partido se parece al otro, termina imponiéndose a la supuesta lógica de una predicción, en que muchas veces ponemos como base el resultado positivo de un ganador y desde esa óptica damos por derrotado al que viene de ser derrotado.

Hay otros casos en este mundial, como lo de Argentina, que se repuso a su primer revés y terminó derrotando a México, en un partido difícil.

También hay otras decepciones como la de Arabia Saudita, por ejemplo, que después de su histórica victoria sobre Argentina, en su primera salida, cayó en su siguiente partido 2-0 con Polonia. 

Las fases de grupos siempre tiende a mostrarnos algunos de estos razonamientos que se manejan en el fútbol. Por eso no es tanto cómo impactas en el primer partido, sino cómo juegas el segundo y el tercer compromiso. Algunas veces los que sorprendieron en su debut, no avanzan a los octavos de final.  

Al final, en una Copa del Mundo, no todos los partidos son iguales. 

    


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