TIRO A GOL
Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com
Alianza llega por segunda vez a una final de la Liga Panameña de Fútbol (LPF), rompiendo el molde y todos los estereotipos, que lo señalan como un equipo que no representa a nadie en el fútbol panameño. Imagínense, si se corona campeón. Se estaría rompiendo un orden. Ni me lo quiero imaginar.
Siempre que escuchó esa frase de que no representa a nadie, sonrío, y por mis adentros me digo, será que el resto de los equipos tienen mucha representación en el fútbol panameño.
El otro día, viendo el partido de ida de la semifinal entre Alianza-Chiriquí, en el Rommel Fernández, me preguntaba, que si hubiera sido en el béisbol, esa noche gran parte del estadio se hubiera llenado con muchos de los chiricanos residentes en Panamá, porque se trataba de una oportunidad para que el equipo interiorano llegara a su primera final en la LPF. Lamentablemente en la LPF no pasa igual. Por obvia razones, el partido de vuelta se llenó, porque era en David. Pero solo hasta allí.
Y así sucesivamente pasa con el resto de los equipos que la gente dice que tienen representatividad. Desde la final entre Plaza Amador-San Francisco, a mediados de los años 90, nunca más se ha registrado un lleno impresionante como el de ese domingo en el Rommel Fernández. Ni ahora con tanta tecnología, patrocinadores y con todo lo que ha conseguido el fútbol a nivel de selecciones.
En la LPF siempre hay que esperar hasta las semifinales, para que ese "puñadito" de aficionados que va a los estadios durante la ronda regular se incremente en los últimos cinco partidos finales. Por eso, para mi, eso de que Alianza no lleva gente a los estadios, me parece que le pasa al resto de los equipos, que tal vez arrastren un "puñadito" más de gente.
Por allí la afición del Plaza Amador siempre es la que sigue más a su equipo, la más voluntariosa y fiel, pero otros equipos como San Francisco y Árabe Unido, que por ser parte de una gran región del país, también tienen una gran afición, hoy están igual o peor que el Alianza, por sus malas campañas que vienen arrastrando.
Traigo este tema a colación, no para polemizar, sino para hablar del valor que tiene esa final para el Alianza, de lo que representa, así el equipo verdolaga no lleve mucha gente a los estadios, ni ahora que forma parte del sector de Juan Díaz de la capital.
Hacer fútbol en Panamá es difícil cuando el público no responde en las gradas. Por eso me quito el sombrero con la familia Cárdenas, propietario del equipo, que le han dedicado toda su vida a esa franquicia, casi por 60 años, haciendo fútbol desde las categorías infantiles.
La historia del Alianza es impresionante. De generación en generación todos han continuado con el legado que dejó don Justiniano Cárdenas a comienzos de los años 60. Hay que querer mucho al fútbol para no desfallecer, para seguir trabajando y cada fin de semana meterse de lleno en las canchas con todas sus categorías. Eso solo lo hace alguien que lleva el fútbol por las venas. Por eso mencionar el nombre de los Cárdenas en Panamá, es hablar de fútbol.
Lo que se alcanzó el sábado en David es parte de este trabajo incansable, que también ha conseguido sus frutos en la liga Prom.
Tal vez el Alianza lleve muy poca gente a los estadios, pero cuenta con la familia más apasionada por este deporte, que por seis décadas viene regando un semillero con muchos jóvenes que en un futuro pasan a ser figuras de otros equipos más importantes o de la selección.
No sé si gane la final del 28 de mayo, pero este Alianza, que siempre ha sido cuestionado, supuestamente por no representar a ningún sector del país, hoy es noticia. Y lo mejor, muchos de sus detractores que hace algunos años consideraban que el equipo de los Cárdenas no merecía tener un cupo en la liga por las razones que siempre se dice de ellos, hoy hablan maravillas de los verdolagas, por lo que viene haciendo en la LPF y en la liga Prom.
El técnico colombiano, Jair Palacios, dijo una gran verdad cuando lo entrevistó RPC Televisíón, después del 1-1 en David. El techo del Alianza no es ganar la final, sino que tiene que ser infinito, para seguir creciendo y aportando al fútbol panameño como lo ha hecho en 59 años de historia.
Podrá decirse que Alianza no represente a nadie ni lleva mucha gente a los estadios, pero seguro que los Cárdenas es la familia que más años de amor y cariño le ha profesado al fútbol panameño. Y eso no tiene precio.
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