ELECCIONES EN COLOMBIA
Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com
Cuatro años después de que Iván Duque ganara la presidencia de Colombia, hoy se repite la misma película en las elecciones de 2022, que tiene el mismo guion, el mismo drama y de nuevo a Gustavo Petro como uno de los protagonistas, quien vuelve a repetir por tercera vez como actor, para candidato a presidente.
Algunos medios y sobre todo, las redes sociales, se han agitado más que en el 2018 con una sola consigna: que no gane el líder de la fracción del Pacto histórico, la coalición de izquierda, que arrasó hace días en las elecciones legislativas.
La mesa ya está preparada para este nuevo rodaje que se estrena el 29 de mayo cuando los colombianos elijan a un nuevo mandatario, pero para que eso ocurra se necesita que el ganador tenga la mitad de los votos más uno, del total de los votos válidos, de lo contrario se tendría que ir a una segunda vuelta el 19 de junio.
En esta segunda temporada, el filme electoral de Colombia se torna más interesante que el del 2018, Petro vuelve a aparecer como el "malo" de la película. A diferencia de su primera incursión cuando pasó sin pena ni gloria como un actor de reparto, hace cuatro años peleó por la estatuilla al mejor actor, que la perdió con Iván Duque. Hoy, cuatro años después, el candidato por el Pacto histórico vuelve a aparecer como uno de los favoritos para ganar las elecciones de Colombia.
Hace cuatro años los colombianos vivieron este mismo drama cuando Iván Duque, miembro del partido Centro Democrático, liderado por Álvaro Uribe Vélez, ganó la presidencia de Colombia, en una reñida contienda donde las redes sociales jugaron un papel determinante, aportando en gran medida a la causa del bogotano, para que finalmente fuera el nuevo inquilino de la Casa de Nariño.
Como pasa hoy en algunos países, en Colombia todavía existen muchos incautos que no están al tanto del acontecer político nacional y que por obvia razones fueron presa de la maquinaria de las redes sociales, que le lava el cerebro a cualquier indeciso, cambiándole de parecer. Por eso cuando uno de estos ingenuos ve o lee consignas como: "No a la izquierda", "Quieres que Colombia sea otra Venezuela", "Salvemos a Colombia de Petro", "Petro es guerrillero", entre muchos otros eslogan, que están ligados a la historia de violencia con la que ha vivido por años el colombiano frente a las fuerzas armadas al margen de la ley, es claro que se aterran y prefieren irse por lo que dice parte de la corriente.
Por mucho que el equipo de Petro respondiera por esa misma vía en el 2018, no pudo hacerle frente a sus opositores, que fueron más contundentes a la hora de manejar las redes. Hoy también se intenta arrinconarlo utilizando este recurso tecnológico, sin embargo, las cosas han cambiado en el transcurso de los últimos cuatro años.
Después de la espectacular victoria de Iván Duque, la gestión del primer mandatario terminó siendo un papelón, hoy muchos lo tildan de no grato. Un presidente para el olvido. Bajo su mandato se cometieron graves irregularidades administrativas que ocasionaron, entre muchas reacciones, dos manifestaciones de paros nacionales monumentales, el último en plena pandemia, que causó muerte y dolor. Hoy, ese pasado reciente de manifestación general, pudiera cambiar el panorama para las elecciones del 29 de mayo, o del 19 de junio, si se va a una segunda vuelta.
Hoy, muchos de los que apoyaron a Duque vuelven a agitarse en esta contienda electoral a favor de los principales rivales de Petro: Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo, haciéndoles creer a los incautos, que si Petro gana se acaba el país o se acaba la vida. Es evidente que su pasado lo tiene con cola de paja por su afinidad a los subversivos del desaparecido grupo M-19, pero me pregunto: ¿ qué político no tiene cola de paja? En política se pudiera decir que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Federico Fico Gutiérrez, el principal adversario del líder del Pacto histórico, se mofó de su oponente cuando lo escuchó hablar de paz, como si la reconciliación fuera exclusiva de los "buenos". Como si en el mundo no existieran las segundas oportunidades, para hablar de unión, armonía y el perdón, de lo que tanto nos dice la Biblia.
En la segunda temporada de este filme que yo he titulado: "El miedo a Petro", el líder del Pacto histórico encarna de nuevo al "malo" de la película, por un gran sector del electorado. No solo por su inclinación a la izquierda o sus vínculos al M-19 en sus tiempos mozos, sino por su personalidad. El candidato es diferente a los llamados "buenos" que han gobernado el país. No habla tan bonito como lo hacía, por ejemplo, Iván Duque, durante su campaña política. Por el contario, se pudiera decir que Petro es más introvertido que Fico Gutiérrez. A simple vista pareciera frío, seco, pero siempre se lo nota calculador antes de tomar la palabra. Uno de sus defectos es que cuando conversa con sus adversarios los irrita al decirle sus verdades.
De acuerdo a los especialistas, lo que más le convendría a Petro sería ganar las elecciones directamente el 29 de mayo, que se ve poco probable, para no irse a una segunda vuelta, donde lo más seguro es que sus rivales se unan en un solo frente para aplastarlo.
Sin embargo, la situación actual difiere de la de hace cuatro años. Hoy una gran parte de los colombianos están insatisfechos con los "buenos" que han gobernado al país, porque una vez se sientan en la silla presidencial, terminan siendo más malos, que cualquier otro malo que haya en el territorio nacional.
Los dos grandes paros nacionales que le hicieron a Duque, fue la respuesta de miles de colombianos, que pusieron sus vidas en riesgo en plena pandemia, cansados de la falta de respuestas de los "buenos". Fue como la gota que derramó el vaso. Un detonante, en un país que lo ha gobernado exclusivamente los padres de la democracia, los llamados "buenos".
Lo que hoy es administrativamente Colombia, es consecuencia de su triste gobernar. No de la guerrilla, ni la delincuencia común, o el narcotráfico, que son males externos que también ha golpeado duro al colombiano común, desestabilizando en parte al gobierno de turno. El problema del país como Estado tampoco es culpa de Petro, ni de cualquier otro político con ideas diferentes a las de los tradicionales. El mal está entre los "buenos" que han gobernado por siempre al país, y que en momentos como hoy, uno no sabe si creerle cuando por estas fechas electorales nos hacen llorar con sus bonitos discursos en sus propuestas de campaña.
La victoria de Petro con el Pacto histórico en las elecciones legislativas del domingo 13 de marzo, fue un aviso del sentir de gran parte del electorado, que hoy pareciera ver en esta izquierda de Petro, que nunca ha gobernado en Colombia, una esperanza ante la decepción con todas las corrientes de centro y derecha que han liderado al país por más de un siglo de vida republicana
El 29 de mayo es un prueba de fuego para ver si el colombiano le apuesta a un cambio, que aunque la contienda se tenga que ir a una segunda vuelta, será de todos modos un termómetro para medir el sentir del electorado.
Una segunda vuelta sería a otro precio. La unión de los opositores de Petro pudieran marcar la diferencia. Si la cabeza del Pacto histórico pierde, al menos quedaría ya un vestigio de que el colombiano le apostó a la izquierda, cansado de los desmadres con los políticos tradicionalistas que vienen gobernando al país.
El final de esta película se conocerá el 29 de mayo, en una primera vuelta, o el 19 de junio, en caso de una segunda. De momento no está de más recordar, que en política no hay sorpresas, sino sorprendidos.
(El autor es periodista, colombiano y naturalizado panameño)
Es hora de el cambio, no tengamos miedo ,GUSTAVO PETRO PRESIDENTE DE COLOMBIA 2022-2026
ResponderEliminarGracias por su comentario. Saludos.
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