EL HOMBRE, EL VIRUS DEL PLANETA

    QUISIERA SER CIVILIZADO COMO LOS ANIMALES

Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


 Frente a esta pandemia del covid 19 se evidenció que el mundo no estaba preparado para afrontar este tipo de virus. Y lo peor, se corroboró que la naturaleza del hombre es la misma en los países ricos o pobres, o como leí el otro día por las redes sociales:"los humanos somos el verdadero virus del planeta".

 "La gente tiene que entender que todo esto está pasando porque estamos alterando el ecosistema rápidamente", señaló el biólogo Carlos Zambrana, en una nota publicada por el Diario El País de España.

 "Se sigue invadiendo territorio salvaje, aumentando las posibilidades que agentes patógenos salten de un murciélago que vive en el bosque al hombre", explicó Zambrana que forma parte de un grupo de científicos del EcoHealth Alliance.

 Por su parte, el científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, inventor de la vacuna contra la malaria y hoy con 73 años de edad, dijo reciente en CNN, que se "han venido desbastando las selvas para cualquier pretexto, para la agricultura, ganadería o la construcción de vías, entonces en estos sitios habitan estos virus en distintas especies de animales y hemos ido penetrando cada vez más sus territorios".

 Patarroyo señaló que "no quiero ni imaginarme" de un nuevo virus que no pudiera ser controlable, porque con el Covid-19, por lo menos, ya se han encontrado alternativas para erradicarlo, aunque por el momento este mal lleva hasta este primero de abril, más de 876 mil contagiados y 43 mil muertos en todo el mundo, de acuerdo a un despacho de RTVE de España.

 De acuerdo a científicos, miles de virus que aún no han sido descubiertos duermen en la naturaleza.

 Según una nota del País de España, pareciera que Asia tiene mejor controlada la pandemia que Europa. En Hong Kong, Taiwan y Singapur habían pocos infectados (hasta el 22 de marzo). En países de Europa como Alemania, España o Italia, tras un periodo más breve que en países asiáticos, hay muchos positivos y muertos. Europa está fracasando frente a este virus.

 Ni qué decir de Estados Unidos, que hoy tiene el número de más contagiados superando a China donde se originó el coronavirus, lo que es un claro ejemplo de que este virus sorprendió a los países grandes por las características de sus síntomas que son muy parecidas al de un catarro común. 
(Les recomiendo esta nota de la actualidad del coronavirus en el mundo:https://www.rtve.es/noticias/20200401/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml)

La reacción de la gente ha sido 
descabellada en muchos países y la irresponsabilidad, el común denominador, que pareciera no importarles con lo que está sucediendo. La mala fe de aprovechar el momento para subir los precios en productos de alimentos y de salubridad, es una muestra de la falta de solidaridad de la raza humana.

 Este nuevo virus que mata en masa por el contagio, no ha sido entendido por mucha gente. La expresión No Salgas de Casa que se ha hecho viral en las redes, se lee a diario, para hacer entrar en razón a personas que no entienden que si se contagian pueden transmitirlo a más gente.

Frente a esta pandemia los trabajadores de la salud han sido los héroes anónimos de este planeta, que le han el puesto el pecho al virus para salvar muchas  vidas, sin importar las suyas. En medio del dolor y la pena, ellos se merecen todos los aplausos del mundo.

La parte científica siempre ha pregonado cuidar el planeta, si no se le presta atención este puede colapsar, pero frente a este mal que entró rápido a la categoría de una pandemia, nos dimos cuenta que el mundo no estaba preparado. Por eso ahora es importante que los  gobiernos y las entidades privadas velen por el bienestar de sus ciudadanos, porque el mal nos ha golpeado duro a todos y, seguramente, después de que se normalice la situación, las secuelas que deje también continuarán golpeándonos.

En fin, frente a todas esas irregularidades que nos ha mostrado este coronavirus, no es un exabrupto finalizar con estas dos conclusiones: que el ser humano es el verdadero virus del planeta, y que como cantó una vez el brasileño Roberto Carlos: Yo quisiera ser civilizado como los animales.