miércoles, 23 de noviembre de 2022

DE LA GOLEADA Y OTROS DEMONIOS

UNA MIRADA A CATAR 



Kaylor Navas busca el balón en el fondo de la red. FOTO//Reuters




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com

La paliza que le dio España a Costa Rica (7-0) generó toda una serie de cuestionamientos que opacó la imagen del fútbol costarricense. En Panamá, por obvias razones, la gente festinó con la goleada, por haberse tratado de la selección que le "usurpó" con fútbol, el puesto que por gran parte de la eliminatoria de CONCACAF le perteneció a los dirigidos por Thomas Christiansen.

Pero como sea, Costa Rica clasificó al mundial por terminar cuarto y por pasar más adelante su última prueba de fuego con el repechaje.

Lo que le sucedería a Costa Rica en Catar nadie lo podía predecir, aunque no se necesitaba ser un experto en la materia ni mucho menos un periodista especializado en fútbol, para sospechar de que los ticos la tenían difícil: primero, por el grupo que les tocó, en el que estaban dos campeones del torneo, y segundo, por el plantel con que contaba, que no era ni la sombra de los últimos que representó a los ticos en los pasados mundiales.

Costa Rica clasificó al mundial después de hacer una excelente segunda vuelta, con un equipo remendado, en el que combinaba a un buen grupo de veteranos con otros jóvenes. La sospecha general era que todo eso le pasaría la factura en el mundial, como en efecto se dio en su primera salida.

Para mala fortuna, le tocó debutar ante una España con mucha sangre joven, con jugadores que están abriéndose paso para llegar a convertirse en  estrellas internacionales. Una buena camada que ante Costa Rica sacó a relucir un fútbol rápido, compacto, inteligente y netamente agresivo.

Lo que Costa Rica arrastraba desde la eliminatoria no fue suficiente para enfrentar a la "furia roja", que de buena gana solo les hizo siete goles. Lo europeos jugaron literalmente solos, sin ninguna resistencia en la cancha, prácticamente lo hicieron sin despeinarse.

A mi me dio pena con los ticos, porque de todas maneras representa a nuestra región. En los mundiales siempre le voy y soy hincha de los de nuestro continente, allí soy un regionalista empedernido. También sentí pesar por el entrenador, quien en la eliminatoria consiguió la hazaña de clasificarlos, pero ya en Catar, no pudo hacer mayor cosa en su primer partido, para haber evitado semejante humillación.

Pero hay que recordar que estamos hablando de una Copa del Mundo donde las goleadas muchas veces aparecen como accidentes, en un mal día cualquier equipo puede morder el polvo. Durante las 22 ediciones de los mundiales se han dado goleadas, algunos grandes han terminado apaleados, pero el mundo nunca se terminó para los que resultaron humillados. 

El ejemplo más claro se dio con Brasil, en su torneo del 2014, cuando cayeron 7-1 ante Alemania en Belo Horizonte, en un resultado que para nada opacó a la derrota de 1950 contra Uruguay. Hoy todavía se menciona como parte de la historia del fútbol brasileño lo del "Maracanazo", y con menos rigor la goleada de hace ocho años.

El mundo no se acabó para los brasileños, que continuaron siendo favoritos para ganar el siguiente mundial del 2018 y el de ahora en Catar.

De la goleada de Costa Rica se ha dicho de todo un poco. En ese país han cuestionado duramente a los jugadores y a su técnico, que cuando lo clasificó lo idolatraron. Dicen que es la goleada más humillante del fútbol costarricense. 

En septiembre de 1993, Colombia goleó 5-0 de visitante a Argentina en la eliminatoria de la conmebol, pero hoy solo queda como reseña, en que los colombianos siempre la recuerden cada 5 de ese mes. Pero con todo ello, los argentinos tampoco dejaron de ser considerados favoritos cada cuatro años cuando se avecina la cita mundialista.

En los mundiales las goleadas hacen mucho ruido por tratarse del evento más importante del planeta. Claro, la de Costa Rica desató la ira entre sus seguidores por la poca resistencia que mostraron ante los campeones del mundial de Sudáfrica 2010. Sin embargo, el fútbol costarricense seguirá siendo favorito para clasificarse por la CONCACAF para el próximo mundial de 2026, y a Panamá se le hará difícil, como siempre ha sucedido, para derrotarlos en una eliminatoria. A los ticos solo les queda renovarse hasta volver a tener un equipo competitivo.

Pero con veteranos, poco fútbol y una selección de poco nivel, los ticos despojaron de esa cuarta plaza a Panamá. Sus jugadores mostraron más jerarquía y oficio que los nuestros, en la recta final del octogonal. Y si clasificaron a Catar fue porque hicieron más puntos, así muchos digan que Panamá era más que los ticos.

No sé cómo le hubiera ido a Panamá contra esta España, en caso de haberse clasificado y haber ocupado el puesto de los ticos. Pienso que también se hubiera dado una goleada, con menos o más goles, no sé, porque no soy un Nostradamus para predecir lo que hubiera pasado, pero me imagino que también hubiéramos perdido, y por más de un gol.

El próximo domingo Costa Rica enfrenta al sorprendente Japón, en un partido en el que los ticos tendrán que mejorar su imagen. Se dice que lo  bonito del fútbol es que en el siguiente partido te da una revancha. Pues, Costa Rica tendrá que mejorar, un partido nunca se parece a otro. Ojalá que se recuperen anímicamente por el bien de su afición y de la Concacaf. 

Estar en una Copa del Mundo no tiene precio. En algunas veces se ríe y en otras se llora. Cuando se cae, hay que levantarse. ¡Pura vida!

    




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