martes, 25 de marzo de 2025

DETRÁS DE LOS ERRORES DE PANAMÁ

TIRO A GOL 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com



Dos días después, todavía siguen crucificando a los panameños Orlando Mosquera y José Córdoba, por la derrota  contra México, como si ellos hubieran sido los culpables directos de que Panamá se quedara con los crespos hechos en su quinta final perdida de un torneo de CONCACAF. Hay mucho más atrás en esos dos errores, que los voy a explicar con mi propio punto de vista.

Le respondía a un amigo que me preguntó sobre estos dos jugadores, que los dos son parte del problema, pero no son los culpables directos de lo que le haya pasado a una selección que salió a defenderse en una final, aunque haya sido con un orden táctico, esperanzada a que se repitiera lo sucedido contra Estados Unidos en las semifinales.

No se puede desconocer que Mosquera y Córdoba cometieron crasos errores que incidieron en el resultado, pero yo no los voy a crucificar, porque los desaciertos son parte del juego y más tratándose de una final. Y más todavía, teniendo a México o Estados Unidos como rivales, que han derrotado a los panameños en cuatro de las cinco finales perdidas.

Los errores partieron de la presión del rival, que no se cansó de encimar el área chica de su oponente. Y como se lo manifestaba a mi amigo, hay que recordar que se trató de dos jóvenes  jugadores panameños que salieron de una Liga Panameña de Fútbol (LPF) que no es profesional.

Los jugadores que salen de la LPF vienen a hacerse profesionales y a  sentir la adrenalina que da el fútbol, cuando emigran a otro país, allá se percibe la verdadera pasión que despierta este deporte. Algunos más que otros han sobresalido por su calidad innata, me refiero a los Dely Valdés, Rommel, Mendieta, Baloy, Román, Blas, Tejada, Gavilán, Garcés, Penedo y otros más. Luego son llamados a la selección mayor, donde la presión es otra, yo diría que peor, sobre todo hoy, cuando en Panamá algunos piensan que somos los mejores de CONCACAF y América.

Que yo sepa, Mosquera y Córdoba no son dos super jugadores que sean reconocidos internacionalmente como los mencionados arriba. A los dos se los conoce en nuestro país y en el área, pero no son unas super estrellas. Tampoco provienen de clubes élites de Europa. 

Frente a todo esa pasión que ha despertado la selección mayor en los últimos 20 años, debe sentirse mucha presión ponerse la franela tricolor, solo los jugadores que lo han hecho deben saber de qué se trata. E imagínense, jugar ahora una final de CONCACAF contra México por segunda vez en dos años. Claro, que los errores para el más chico están a la orden del día. El  portero lo cometió al inicio y el defensa al final, en balones cruzados del rival, lo que quiere decir que la presión existe desde el principio hasta el final, y más cuando tienes en frente a alguno de los dos colosos del área.

Mucha gente está desconcertada con los dos jugadores, pero hay que ver que se trata de jóvenes panameños, que provienen de una liga que no lleva gente a los estadios y que hoy juegan en modestos clubes del viejo mundo (El fútbol israelí pertenece a la UEFA).

Y ha pasado otras veces. Por lo regular en Panamá siempre se ha dicho que la CONCACAF favorece a los dos grandes del área, por lo que llegar a una final regional es una osadía. Y aún así, Panamá se ha metido a cuatro finales frente a estos dos colosos, en que los resultados han sido los mismos, con errores o sin errores.

En la eliminatoria para el Mundial del 2014 en Brasil, Panamá, con una selección más consolidada que la actual, le permitió jugar el repechaje a un México, en la peor versión que se recuerde de los aztecas. Se perdió el último partido de la hexagonal en el Rommel Fernández, en los minutos finales contra Estados Unidos, un partido que lo estaban ganando, lo que eliminó a los nuestros y le permitió a los mexicanos, que también perdieron en su visita a Costa Costa Rica,  conseguir de carambola su boleto para el repechaje.

Por eso, no siempre se puede afirmar que la CONCACAF juega para México o Estados Unidos. En esta cuarta edición de la Liga de Naciones, Panamá eliminó en semifinales a los gringos en su propia casa, que habían ganado las tres ediciones anteriores, y como dice el refrán, después de matar al tigre se asustó con el cuero, en el partido donde pudo hacer historia.

Que hubo dos errores abismales ante México, que incidieron en el resultado, no se puede negar, pero a mi en lo personal me parece que Panamá salió a especular con una nómina defensiva esperanzada a que se le repitiera el milagro del juego contra Estados Unidos, y en una final el que no sale a ganar pierde. Al menos, los mexicanos si salieron a ganarla.

Claro, la noticia de la derrota con México fue el error de Córdoba, y muchos se olvidaron de lo sucedido en los 90 minutos del partido.  Ahora, cada quien es libre de opinar, pero lo que jamás me pasaría por la cabeza, sería en pensar algo extradeportivo en los errores de los dos defensas panameños.

Ya Mosquera y Córdoba tendrán su revancha, seguro que más temprano en que Panamá repita con otra final de un torneo de CONCACAF.




lunes, 24 de marzo de 2025

NO PUEDEN CON LAS FINALES

TIRO A GOL







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


"Estamos cansados de perder con las botas puestas", fueron las palabras entrecortadas del capitán Aníbal Godoy, que ayer perdió su tercera final personal con el seleccionado nacional. 

Godoy, de 35 años, con un nudo en garganta, fue franco durante una entrevista por televisión. Visiblemente desconcertado y con el rostro desencajado, pareció estar ya harto de escuchar esa lapidaria frase como consuelo cada vez que se pierde una final, pues con la de este domingo fueron cinco reveses en seis finales de torneos de la CONCACAF: tres en la Copa Oro, una en la Copa Uncaf y la primera en la Liga de Naciones.

El sentir del capitán de la selección nacional pareció ser el estado de ánimo de muchos aficionados panameños luego de perder este domingo con México (2-1), un público que desde el 2009 espera que el equipo mayor levante una copa como sucedió la última vez en la Copa de la UNCAF, la ùnica final ganada, con Gary Stempel como seleccionador.

El rostro de Godoy pareció ser el mío, o el de otros, que no dábamos crédito a lo sucedido y que de paso nos llevaba a preguntarnos: ¿hasta cuándo hay que esperar para levantar otra copa?

Pero dentro de todas estas sensaciones que se dan después de perder una final, hay que ser tolerantes y objetivos.

Lo primero que se me viene a la mente, es que Panamá no está preparada todavía para jugar finales, porque después de hacer buenos partidos en el transcurso de un torneo, no pueden consolidarse en el partido más importante donde se juega por el título.

Ahora, por esta derrota tampoco se puede hacer leña del árbol caído, porque hay que reconocer que el fútbol panameño y sus futbolistas han evolucionado considerablemente, lo que ha originado que afuera se hable maravillas de nuestro balompié, pero hay que ser francos: las finales todavía son una asignatura pendiente, que de momento le ha quedado grande a nuestras selecciones mayores.

El entrenador Thomas Christiansen volvió a perder otra final con México después de haber caído hace dos años en la de la Copa Oro. De nada sirvió haber eliminado al dueño de casa el pasado jueves, al que ya le ha tomado la medida como ha pasado igual ante Costa Rica, sin embargo, ante los mexicanos, todavía le resulta difícil, independientemente, del plantel que tengan los aztecas, de eso son ya 12 años en los que no se los puede vencer.

Este domingo, en el SoFi Stadium, México se impuso sobre final del partido después de haber llevado el tren del compromiso, mientras que Panamá intentó dar otra sorpresa con el mismo sistema defensivo con el que eliminó a Estados Unidos, aunque hay que reconocerle el esfuerzo táctico y físico que pusieron los jugadores, que guapearon y que por momentos pusieron en aprietos al que prácticamente fue el equipo local.

Lo positivo de este torneo fueron los defensas que formaron parte del plantel: Fariña, Córdoba, Blackman, Gutiérrez y Harvey, que pusieron su cuota ante la ausencia de los lesionados y que se convierten en otra camada para esas posiciones.

Frente a los mexicanos, Panamá supo rotar más con el balón a diferencia del choque con los gringos, pero fue inofensivo en ataque, intentando pescar un error de su rival para vacunarlo, pero daba la impresión que en el segundo tiempo apostó más por el empate hasta que vino la jugada desafortunada del penal de Córdoba.

Muchos podrán decir que se perdió por dos errores nuestros en los goles, el del portero Mosquera y el del defensa Córdoba, pensando en que México no hizo nada para merecer la victoria, pero yo soy de la idea que los dos errores surgieron por las llegadas ofensivas del rival, que nacieron producto de esa presión que siempre ejercieron, lo que hace la diferencia. Ese mérito no hay que quitárselo a México, que en el segundo tiempo buscó y apostó más a la victoria que el equipo panameño. Para mi fue un justo ganador.

 Christiansen no hizo mayores variantes para haber apostado a la victoria, esperó terminar los 90 minutos con un delantero en punta y eso jugó a favor del seleccionado de Javier Aguirre. Ese mismo sistema le había cuajado ante Estados Unidos, con el que todo fue risas el pasado jueves, pero este domingo tuvo que llorar. Son cosas del fútbol. 

Se perdió una quinta final de seis disputadas en los últimos 20 años. Entre el público y los jugadores hubo desilusión, rabia, llanto, pero también hay que reconocer que eso es parte de la evolución del fútbol panameño, que poco a poco se ha ganado un espacio en el podio de la CONCACAF, pero que, lamentablemente, todavía no ha alcanzado el nivel ni la experiencia para ganar las finales. Por las razones que sean, los dos colosos del área han derrotado a Panamá en esos desenlaces cruciales.

Habrá que seguir trabajando en este proceso de Thomas Christiansen, que es la envidia de propios y extraños en el área. Y cuando se presente otra oportunidad de jugar por un título, esperemos que celebremos.

De momento, seguimos muertos con las botas puestas.

domingo, 23 de marzo de 2025

PANAMÁ-MÉXICO: CAPÍTULO 27

LIGA DE NACIONES 








Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com



 Desde hace algo más de 16 años, cuando el entrenador Javier Aguirre enfrentó a Panamá en un partido de fase de grupos de la Copa Oro, el fútbol panameño ha sufrido una importante transformación, como lo admitió ayer el propio técnico mexicano.

Al hoy entrenador de México se lo recuerda  por la sancadilla que le dio al panameño Ricardo Patón Phillips, cuando éste iba a por un balón, originándose una gresca en la banca mexicana. Gary Stempel era el entrenador panameño. El partido finalizó 1-1.

Pero como dice Aguirre, no hay que mirar el pasado donde los mexicanos goleaban a su antojo a los panameños, sino que hay que centrarse en este presente que tiene a Panamá como rival de México en su segundo enfrentamiento de una final regional.

El primer duelo en una final fue en la Copa Oro del 2023 en Inglewood, California, cuando México la ganó con un gol de Santiago Giménez. Thomas Christiansen era el entrenador panameño.

Thomas Christian dirigirá su partido número 71 con Panamá.



Este domingo 23 de marzo, en el SoFi Stadium de Inglewood, California (8:30 pm hora panameña), será el partido número 27 en los enfrentamientos entre los dos equipos (uno fue suspendido por lluvia), en el que México suma 18 victorias en 26 partidos, con 6  empates, 2 derrotas, con 48 goles a favor y 15 en contra. Panamá lleva dos victorias, seis empates, 18 derrotas, 15 goles a favor y 48 en contra.

Javier Aguirre, entrenador de México.



En los últimos años, Panamá le ha tomado la medida a Estados Unidos, el otro coloso de la CONCACAF, al que vuelve a eliminar por tercer año seguido, como anfitrión, de un torneo internacional. En esta Liga de Naciones, los gringos quedaron aut por primera vez después de ganar las primeras tres ediciones.

Hoy, Panamá espera darle la estocada a México, al que derrotó dos hace 12 años en los tiempos del panameño Julio Dely Valdés, en un tramo de 15 días en la Copa Oro del 2013.

Selección de Panamá actual




 LOS 26 ENFRENTAMIENTOS

Un pantallazo de los anteriores 26 enfrentamientos entre mexicanos y panameños con sus selecciones mayores en partidos oficiales y amistosos. Solo un juego fue suspendido por lluvia cuando se había jugado solo el primer tiempo.

PANAMÁ  2-2 MÉXICO

20 de febrero de 1938. IV Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrado en Panamá.

Por Panamá golearon Santiago Anderson, minuto 62 (penal) y Antonio Nevil, a los 65, según un escrito de Lasenri, en la Estrella de Panamá. Por México anotaron De La Fuente y Casarín.

PANAMÁ 2-4 MÉXICO

10 de abril de 1952. Primer Campeonato Panamericano, en Santiago de Chile.

Goles de Panamá, Carlos El negro Martínez, 63 minutos (penal) y Luis Carlos Rangel, 78 minutos.

Goles de los mexicanos, Septién, 18, 34 y 81(penal)  y Molina, a los 19 minutos.

PANAMÁ 0-1 MÉXICO

16 de julio del 2000. Estadio Rommel Fernández. Eliminatoria para el mundial de Corea-Japón 2002.

Minuto 86, Miguel Zepeda le dio la victoria a los mexicanos sobre los panameños, que eran dirigidos por el uruguayo Miguel Mansilla. Manuel Lapuente estuvo en la dirección técnica de la visita.

MÉXICO 7-1 PANAMÁ

3 de septiembre de 2000. Estadio Azteca. Partido de vuelta para la eliminatoria del mundial del 2002. Los mexicanos no tuvieron piedad de los visitantes. Anotaron por los de casa: Víctor Ruíz (7 minutos, penal), Juan Manuel Abundis (35), Miguel Zepeda (43), Cuauhtémoc Blanco (49 p, 90), Rafael Márquez (53) y Ramón Ramírez (75).

Jorge Dely Valdés hizo el gol de la honra a los 48 minutos.

El entrenador chorrerano Ezequiel Fernández estuvo como reemplazo de Miguel Mansilla en la dirección técnica, en el que fue la última eliminatoria de René Mendieta con la selección. Solo fue convocado para ese partido por su conocimiento con lo de la altura en el Azteca.


PANAMÁ 1-1 MÉXICO

30 de marzo del 2005 en el Rommel Fernández. Partido por la eliminatoria para el Mundial de Alemania 2006.

Ramón Morales anotó por la visita y Luis Tejada empató de chilena a los 75, para el delirio de la fanaticada, en uno de los goles más recordados por Panamá en estas lides.

Cheché Hernández dirigió a Panamá y Ricardo Lavolpe a México.

MÉXICO 5-0 PANAMÁ

7 de septiembre del 2005. Estadio Azteca. Partido de vuelta por la eliminatoria para Alemania 2006.

Goles: Luis Pérez (31), Rafael Márquez (54), Jared Borgetti (59), José Fonseca (75) y Pavel Pardo (76) fueron los verdugos de Panamá.


MÉXICO 1-0 PANAMÁ

13 de junio del 2007. Partido de fase de grupos de la Copa Oro 2007. Houston, Texas.

Carlos Salcido anotó el único gol del partido a los 60 minutos.

Alexander Guimaraes dirigió a Panamá y Hugo Sánchez a México.


SUSPENDIDO POR LLUVIA

9 de septiembre de 2007.  Amistoso en Puebla. 

Solo se jugaron 45 minutos, porque una fuerte lluvia inundó la cancha del estadio Cuauhtémoc de Puebla que impidió que se jugara el segundo tiempo. El árbitro fue el estadounidense Arkadiusz Prus. México iba ganando con autogol de Felipe Baloy al minuto 33.

Hugo Sánchez dirigió a los mexicanos y Guimaraes a los panameños.

La FIFA lo tiene registrado como válido,  por unos criterios que se manejan a lo interno de la rectora del fútbol, lo que llama a la diferencia de opiniones.

Indudablemente, al jugarse solo 45 minutos, el partido no tiene validez, al menos para este servidor. Solo queda como anécdota entre los enfrentamientos de estas dos selecciones.


MÉXICO 1-1 PANAMÁ

Sancadilla de Aguirre al Patón Phillips, en la Copa Oro 2009.



9 de julio del 2009. Partido de fase de grupos de la Copa Oro 2009. Houston, Texas.

Miguel Sabat abrió el marcador para los mexicanos a los 10 minutos y Blas Pérez empató a los 29.

Un recordado partido en el que el entrenador mexicano Javier Aguirre metió una zancadilla al patón Ricardo Phillips. Gary Stempel dirigió a Panamá.

PANAMÁ 0-0 MÉXICO

7 de junio del 2013. Estadio Rommel Fernández. Partido de eliminatoria para Brasil 2014.

Julio Dely Valdés estuvo al frente del equipo nacional, mientras que José Manuel de la Torres estuvo en la dirección de los mexicanos.


MÉXICO 1-2 PANAMÁ

Selección que derrotó dos veces a México en una Copa Oro.



7 de julio del 2013. Partido de fase de grupos de la Copa Oro 2013, estadio Rose Bowl, Pasadena.

Gabriel Torres hizo los dos goles, el primero de penal a los 7 minutos y el segundo a los 48, mientras que Marcó Fabián hizo el de los aztecas a los 45.

José de la Torres fue el técnico mexicano y Julio Dely Valdés el de los panameños.


PANAMÁ 2-1 MÉXICO

24 de julio del 2013. Partido de semifinal de la Copa Oro 2013. Texas.

Blas Pérez a los 13 minutos y Román Torres, a los 60, anotaron por Panamá. Luis Montes hizo el de México, a los 26.

Con este triunfo sobre México, en un espacio de 17 días, el equipo que dirigió el panameño Julio Dely Valdés clasificó a la final de la Copa Oro 2013.

Selección actual de México




MÉXICO 2-1 PANAMÁ

11 de octubre del 2013. Partido de vuelta de la eliminatoria para Brasil 2014. Estadio Azteca.

Oribe Peralta (40) y Raúl Jiménez (85) de chilena anotaron por los mexicanos. Luis Tejada había empatado transitoriamente al minuto 81.

Julio Dely era el técnico de Panamá y José de la Torre el de México.


MÉXICO 1-0 PANAMÁ

12 de octubre del 2014. Partido amistoso en Querétaro.

Erick Torres anotó el único gol del partido a los 89 minutos tras un despiste que tuvo el portero panameño Oscar Mc Farlane.

Miguel Herrera dirigió a los mexicanos y el colombiano Hernán Darío Gómez a los panameños.

MÉXICO 2-1 PANAMÁ

22 de julio del 2015. Semifinales de la Copa Oro 2015. Atlanta, Georgia.

Partido polémico que se extendió hasta los tiempos extras tras empatar a un gol en el tiempo reglamentario.

Román Torres abrió el marcador a los 57 minutos. Andrés Guardado marcó los dos siguientes de penal, al minuto 90, el primero, con lo que mandó el partido al alargue y a los 105, el segundo, tras un polémico penal que pitó el central Mark Geiger.

Con su victoria, México accede a la gran final.

Miguel Herrera y Hernán Darío Gómez estuvieron al frente de los dos seleccionados.


MÉXICO 1-0 PANAMÁ

13 de octubre del 2015. Partido amistoso en Toluca.

Carlos Vela anotó el único gol del juego a los 45 minutos.


MÉXICO 1-0 PANAMÁ

11 de octubre del 2016. Partido amistoso en Illionis, Estados Unidos.

Oriel Peralta decidió el compromiso con su anotación.

El entrenador colombiano Juan Carlos Osorio estuvo en la dirección mexicana.


PANAMÁ 0-0 MÉXICO

15 de noviembre del 2016. Partido de eliminatoria para Rusia 2018. Estadio Rommel Fernández.

Los dos seleccionados continuaron sin hacerse daño en el Rommel Fernández, en un compromiso de una eliminatoria mundialista.

El colombiano Juan Carlos Osorio estuvo al frente de México y Hernán Darío Gómez dirigió a Panamá.


MÉXICO 1-0 PANAMÁ

Primero de septiembre del 2017. Partido de vuelta de la eliminatoria mundialista para Rusia 2018. Estadio Azteca.

Hirving Lozano sentenció el partido al minuto 53.


MÉXICO 3-1 PANAMÁ

15 de octubre del 2019. Partido de la Liga de Naciones de la CONCACAF. Estadio Azteca.

Roberto Alvarado (28), José Juan Macías (75) y Rodolfo Pizarro (90) anotaron por los mexicanos. Carlos Salcedo hizo un autogol.

El argentino Gerardo Marino dirigió a los mexicanos y su compatriota Américo Gallego, estuvo al frente de los panameños.


PANAMÁ 0-3 MÉXICO

15 de noviembre de 2019. Partido de vuelta de la Liga de Naciones de la CONCACAF. Estadio Rommel Fernández.

Raúl Jiménez (8 y 85 de penal) y Edson Álvarez (70) anotaron los goles del seleccionado visitante.


MÉXICO 3-0 PANAMÁ

30 de junio del 2021. Partido amistoso en Tennessee, Estados Unidos.

Diego Lainez (21), César Montes (57) y Henry Martín (90) anotaron los goles mexicanos.

Por Panamá estuvo el entrenador Thomas Christiansen y Martino dirigió por el bando de los mexicanos.

PANAMÁ 1-1 MÉXICO

8 de septiembre del 2021. Partido de eliminatoria mundialista para Catar 2022. Estadio Rommel Fernández.

Rolando Blackburn abrió el marcador para los panameños al minuto 28 y Jesús Corona, empató a los 76.

Christiansen y Martino estuvieron en los bancos de las dos selecciones.

MÉXICO 1-0 PANAMÁ

2 de febrero del 2022. Partido de vuelta de la eliminatoria mundialista para Catar 2022. Estadio Azteca.

Raúl Jiménez, de penal, a los 80 minutos, acabó con las ilusiones del seleccionado panameño que había hecho un  buen partido, pero sin contundencia a la hora de encarar la portería de los mexicanos.

MÉXICO 1-0 PANAMÁ

18 de junio del 2023. Partido por el tercer lugar en la Liga de Naciones de la CONCACAF, en Las Vegas

Jesús Gallardo anotó el único tanto del encuentro cuando se jugaban 4 minutos.

El argentino Diego Cocca estuvo en la dirección de los mariachis y Thomas Christiansen por los panameños.

MÉXICO 1-0 PANAMÁ

16 de julio del 2023. Final de la Copa Oro 2023, en Inglewood, California.

Santiago Giménez, recién ingresado al juego, anotó el gol de la victoria y del título sobre el minuto 88.

Era la tercera final de Panamá en este torneo, en el que el panameño Adalberto Carrasquilla se erigió como el jugador más valioso.

Jaime Lozano estuvo como entrenador de México, mientras que Thomas Christiansen fue el técnico de Panamá.

MÉXICO 3-0 PANAMÁ

21 de marzo del 2024. Partido de semifinales de la Liga de Naciones de la CONCACAF. Su último enfrentamiento.

Edson Álvarez, Julián Quiñonez y Orbelín Pineda anotaron los goles de los mexicanos que lo clasificaron para la gran final del torneo.

Jaime Lozano fue el entrenador de México y Thomas Christiansen el de Panamá.

martes, 4 de febrero de 2025

REENCUENTRO DE DOS 'PISTOLEROS'

TIRO A GOL 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


La foto del uruguayo Luis Suárez cargando en hombros al panameño José Luis Garcés, cuando ambos jugaban con el Nacional de Montevideo, conocidos internacionalmente con los sobrenombres de pistoleros, por su afinidad con los goles, volvió a convertirse en tendencia 20 años después, cuando el sudamericano estuvo con el Inter Miami en el amistoso frente al Sporting San Miguelito, el pasado domingo 2 de febrero, en el estadio Rommel Fernández de Panamá.

La foto corresponde al miércoles 14 de junio del 2006, cuando Nacional se coronó campeón del torneo Clausura uruguayo 2005-2006, durante la fecha 16, una jornada antes de terminar la ronda regular, en el que se venció por 1-0 al Miramar Misiones, con gol del panameño Garcés, en el gran Parque Central. Por entonces, Suárez tenía 19 años y el panameño 25.

Garcés había comenzado de suplente en el partido e ingresó a los 71 minutos por Carlos Alberto Juárez; cuatro minutos después salió Suárez, siendo sustituido por Jorge Martínez, mientras que a los 87 minutos, Garcés anotó el gol del campeonato del Nacional, según estadísticas que reposan en la web del club uruguayo.

Con el Nacional, el panameño registraba 3 goles en amistosos, 2 en el campeonato uruguayo, 1 en el torneo liguilla, según estadísticas del equipo.

Garcés había sufrido una fuerte lesión en su rostro y solo marcó un gol en el torneo Clausura, que valió el título, según versiones de prensa. Suárez, por su parte, consiguió siete tantos en ese torneo del primer semestre del 2006.





El entrenador del club uruguayo era Martín Lasarte. Nacional había comenzado el partido frente al Miramar, con Jorge Bava, Ignacio Paniagua, Mauricio Victorino, Ignacio Pallas, Daniel Leites, Rodrigo Vázquez, Marco Vanzini, Javier Delgado, Carlos Alberto Juárez, Gonzalo Castro y Luis Suárez.

Esta foto quedaría en el recuerdo de muchos panameños, y en la imaginaria vitrina del fútbol panameño, como una de sus reliquias.

Años después, cuando el uruguayo se hizo una figura de talla mundial y el panameño, paradójicamente, terminaba su carrera internacional por problemas en un club europeo, la foto cobró más fuerza, y obviamente los comentarios y comparaciones no se hicieron esperar.

Una vez, René Mendieta, el panameño que ha estado en más eliminatorias mundialistas, me dijo que Garcés fue un diamante en bruto, que no pudo brillar más, por su mala cabeza, pero que tuvo todo para haber sido, uno de los tres mejores delanteros panameños de todos los tiempos, porque lo tenía todo para deslumbrar.

Casi veinte años después, los dos pistoleros se reencontraron en el Rommel Fernández: Suárez, con 38 años de edad, y todavía vigente en el fútbol internacional, y Garcés, con 43 años. Todo se dio gracias a Gabriel Gavilán Gómez, David Gómez, y otros, que hicieron todo lo posible para que diera este reencuentro.

Mientras estuve en el Diario La Prensa, siempre añoré en entrevistar a Suárez, para que me hablara de esa foto. En una ocasión mi compañero de redacción, Alexander Da Silva, hoy en el centro de prensa de la federación de fútbol, tuvo la oportunidad en un amistoso que se disputó entre Panamá y Uruguay en Montevideo, pero le fue imposible. Algunos nos quedamos con la ganas de haberle dado vida a esa foto, con una declaración del pistolero uruguayo, que por entonces era jugador del Barcelona FC.




Pero para fortuna del fútbol panameño, ese reencuentro se hizo gracias al amistoso del Inter Miami y Sporting San Miguelito. Para muchos, haber visto a Messi en la grama del Rommel Fernández fue lo más espectacular, pero para otros como este servidor, el saludo de Suárez y Garcés dentro del estadio, fue lo más emotivo y conmovedor que tuvo esta gala internacional del 2 de febrero, antes de que Messi y compañía se robaran los aplausos.

El reencuentro entre estos dos pistoleros quedó congelado para la historia del fútbol nacional. Ambos sonriendo, conversando, y el uruguayo autografiándole una camiseta del Inter que tenía el 10 de Messi.

"Le doy gracias a Dios por esta oportunidad de haberme reencontrado con mi compañero y amigo, Luis Suárez. Conversamos y nos reímos de las anécdotas de cuando estábamos en el Nacional", dijo Garcés a través de un video de Tigo Sports.

"Me dijo, 'pana, hace casi 20 años que no nos veíamos'. Mucho tiempo, pero casi no fue la diferencia por lo de la amistad, cuando me vio. Me reconoció, yo lo reconocí y luego nos abrazamos. Me sentí orgulloso por eso", agregó Garcés.

El club Nacional de Montevideo siempre ha tenido un espacio en el corazón de los panameños, por todo lo que representó para Julio César Dely Valdés, el futbolista más importante del fútbol panameño y del área centroamericana.

 Y a pesar de que Garcés tuvo un paso corto con el mismo club y no se lo puede comparar con todo lo que hizo internacionalmente el colonense, esta foto es muy significativa para el fútbol panameño. Como Garcés, Suarez también tuvo actos de indisciplina, como la de morder a sus rivales, lo que le ocasionó una sanción ejemplar, pero supo perseverar, retomar su norte y seguir exitosamente su carrera hasta el día de hoy.

Garcés, en cambio, quedó para el recuerdo del fútbol panameño, como un gran delantero que tuvo para más, pero que sus malas decisiones se lo impidieron, pero eso no le esconde toda la grandeza que exhibió en una cancha, porque fue  un jugador habilidoso, pícaro, veloz, temible,  que nos deleitó con su peculiar forma de jugar. Los que lo vimos jugar nos la gozamos. Un grande del fútbol nacional.

El domingo 2 de febrero, el reencuentro Suárez-Garcés nos hizo suspirar a muchos. Por fin, la foto de estos pistoleros pudo hablar casi 20 años después, con sus dos protagonistas frente a frente.


miércoles, 22 de enero de 2025

ENEMIGO PÚBLICO DE PANAMÁ

DONALD  TRUMP 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Donald Trump volvió a tocar el tema del Canal de Panamá en su posesión como presidente de Estados Unidos, lo que indignó a los 4,5 millones de panameños que habitan en una superficie terrestre de 75.517 Kilómetros cuadrados, haciendo que por sus cabezas volviera a aparecer el fantasma de casi 100 años de dominio estadounidense, en cientos de kilómetros del territorio nacional.

Hay que estar en los zapatos de un panameño, para sentir en carne propia el efecto de las palabras del hoy presidente de la potencia más poderosa del mundo, que desde 1903, hasta el 31 de diciembre de 1999, se atravesó en la historia de Panamá a través de un tratado (Hay Bunau Varilla) para la construcción del Canal de Panamá, que prácticamente vendió parte de la soberanía de este pequeño país centroamericano.

Por eso, las palabras de Trump retumbaron en las cabezas de cada panameño, sin distinción de afiliación política, haciendo que todos se unieran en uno solo, para gritar que el "Canal de Panamá es nuestro", gracias a un tratado que se firmó el 7 de septiembre de 1977 entre el comandante de la Guardia Nacional, Omar Torrijos, y el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, que garantizaba que Panamá tendría el control del canal después de 1999.

Y así como hay que estar en los zapatos de un panameño, para sentir el dolor por cada palabra expresada por Trump, que se sintió sobre la cicatriz de una vieja herida, así también hay que estar en los zapatos de un desalmado, para sentir la arrogancia, la prepotencia, el odio y sobre todo, el descaro, por volver a amenazar a una pequeña nación que se invadió hace 35 años, y a la que se tuvo sometida por muchos años a raíz de un tratado para la construcción del Canal de Panamá.

Hoy el pueblo panameño se ha unido en uno solo para expresar su desacuerdo por las palabras del presidente de Estados Unidos, recordando a las generaciones que lucharon y protestaron, para que el país fuera soberano y que su bandera  de izara en todo el territorio nacional. Hay mucha historia, con sangre de por medio, entre las relaciones de Panamá con los Estados Unidos, con protestas incluidas, en la que hubo muertos, a los que hoy se los recuerda como los mártires de la patria.

Las reacciones de los panameños no han cesado, y una que me llama la atención es la de Rubén Blades, hoy uno de los panameños más reconocidos en el mundo, que ha sido un opositor al presidente de Panamá, José Raúl Mulino.

Desde Estados Unidos, en donde reside desde hace años, Blades calificó de "egomaniático" a Donald Trump, por su "alucinada demanda", en su columna: Apuntes desde la esquina.

"Aunque ninguna de sus aseveraciones ha sido respaldada con pruebas, corresponde al gobierno panameño asumir el asunto seriamente y prepararse para presentar razonadas respuestas ante organismos internacionales, en el caso de que el gobierno norteamericano ordene acciones concretas que atenten contra el interés y la soberanía del área canalera, o de cualquier otra parte del territorio nacional. Lo primero que sugiero al gobierno de Panamá es no permanecer callado. Los desatinos de Trump deben ser respondidos con energía y sin vacilaciones", escribió el artista panameño.

Blades, también advierte, que "asumir que Trump no habla en serio o considerar que sus acusaciones son tan absurdas que no podrán prosperar ante un análisis nacional, no deben crear en el gobierno panameño un falso sentido de seguridad".

Siempre he considerado que a un orate hay que tenerle mucho cuidado, porque cuando un loco amenaza, seguro que hará daño, y más, cuando es un multimillonario que en sus manos tiene el control de la nación más poderosa del mundo.

¡Dios bendiga a Panamá!



sábado, 18 de enero de 2025

DESPUÉS DE LOS 60

REFLEXIÓN  







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Reunidos en mi casa del barrio Fátima, en Colombia, minutos antes de que terminara el 2024, cada integrante de mi familia hizo una oración al Creador, para despedir el año. La mía fue la más breve y la más sencilla. Dije, que le daba gracias a Dios por la vida, que es lo más grande que tenemos, porque si no estuviera vivo, no hubiera podido compartir este momento con ellos.

Hoy 18 de enero, cuando ajusto 64 años de vida, pienso que estar respirando no se puede comparar con nada, ni siquiera con el amor de los padres o el cariño de un hijo, un hermano, una esposa, esposo, o un amigo. Vivir es un regalo de Dios, con el que se puede reír o llorar por nuestros padres, o tener un afecto especial por un hijo, un hermano, una esposa, esposo, o un amigo.

Cuando mi tía Clara Inés, una religiosa franciscana, me invitó a Panamá, hace 43 años, ella tenía 46 años y yo apenas 21. Me parecía que ella estaba vieja, porque así ve un joven de 20 años a un cuarentón, como lo experimenté yo a esa edad.

Hoy, cuando estoy llegando a los 64 años, me parece que es una bendición y un privilegio que no han podido tener millones de personas, que se quedaron cortos en esta gran maratón de la supervivencia.

Y a pesar de mi edad no me avergüenzo en admitirlo, siento que hoy todavía no he madurado, si me apego a la definición que dicta el manual de la vida. Porque como muchos, todavía me siento un chiquillo por dentro, a pesar de que por fuera mi cuerpo está hecho ya de retazos.

La madurez es un estado de ánimo en el que el hombre se hace más sensato con la vida y deja de actuar como el joven que fue hace mucho tiempo.

Si me sujetara a esas palabras, no me imagino cómo sería, porque como muchos inmaduros de más de 60 años de edad, a mi me sigue gustando las fiestas, la cerveza, el licor, el baile, el bar, el carnaval, sin haber dejado de admirar nunca a la belleza de una mujer.

A pesar de que en mi edad adulta he confrontado fuertes quebrantos de salud, que por milagro sigo de pie con vida, uno nunca deja de darle gracias a Dios, pero sin ventilarlo a los cuatro vientos como hacen muchos. 

Llegar a más de 60 años hace que la realidad de la vida se haga más difícil, porque habrá un momento en que uno no se podrá valer por si mismo, pero eso nunca impedirá que este espíritu de bohemio siga metido en los cuerpos arrugados de muchos adultos, que siempre nos deleitamos escuchando una buena melodía, principalmente, de nuestra época juvenil.

Solo hay una vida y hay que vivirla a plenitud, admitiendo siempre, en que la muerte es para los enfermos, los sanos, los médicos, las enfermeras, los negros, los blancos, los sacerdotes, los pastores, los millonarios, los pobres, los jóvenes, los viejos, los religiosos, los ateos, los deportistas, los buenos, los malos, los santos, los pecadores, los maduros y los inmaduros.

La muerte es lo único seguro que tenemos cuando le abrimos los ojos a este mundo, por eso, cuando cumplimos más de 60 años, se dice que es un año menos de vida que nos queda. Entonces, habrá que mentalizarnos, pensando en que desde hoy estamos viviendo días extras.

Después de los 60, cada quién vive la vida a su manera. Los maduros, con ese estilo propio que dictan las normas, y los inmaduros, con todo lo contrario. Lo importante es vivirla con alegría y a plenitud, haciendo ejercicios para tener el cuerpo saludable, no dejar que nada ni nadie altere los últimos años de vida que nos quedan. Tratando de alejarse de la gente ruidosa, haciendo el bien sobre todas las cosas e intentando vivir en paz, algo que es fácil de decirlo, pero difícil de hacerlo.

Cada uno hace su vida después de los 60, ahora en su nueva etapa de jubilado, una nueva faceta que muchas veces nos desespera por no tener nada que hacer. Entonces, con mayor razón, habrá que saber vivir en ese nuevo estado de gracia, a su propio antojo, tanto para los que hablan con su silencio como para los más extrovertidos en su actuar, pero sin dejar de ser responsables con el hogar, con sus hijos, y sin desprenderse nunca del seno de la familia ni de las buenas amistades. 

Es placentero estar viviendo otro año y haberme jubilado en un país que me acogió como un hijo suyo, en el que me naturalicé, en el que me hice papá, en el que me jubilé, en el que quisiera morir, y en el que ejercí la profesión de periodista con un grupo de grandes colegas, algunos muy particulares, a los que siempre se los he dicho: ustedes fueron los que me corrompieron en esto de la farra y de la vida bohemia. 

Pero con todo lo malo, la vida es bella. Por eso, como se escribió alguna vez,  hay que escuchar el himno a la vida que cantó Mercedes Sosa, para reconocer la grandeza del regalo más hermoso, que todavía nos mantiene respirando:

 "Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado la marcha de mis pies cansados. Con ellos anduve ciudades y charcos. Playas y desiertos, montañas y llanos. Y la casa tuya, tu calle y tu patio".....