lunes, 18 de noviembre de 2024

104 AÑOS DEL PATRIARCA

JULIO ESTRADA 




CAMPO ELÍAS ESTRADA
cestradacampo@gmail.com


Hace cuatro años, en un día como hoy, todo era alegría en la familia Estrada Agreda. Ese 18 de noviembre del 2020, sus hijos veían cómo su padre, Julio Onías Estrada Noguera, cruzaba la meta de la maratón de los 100 años, en medio de un entorno lúgubre por lo del covid 19, que estaba dejando un reguero de muertos en todo el mundo.

Sin embargo, paradójicamente, don Julio, con tapabocas incluido, cruzaba la meta levantando un brazo con el puño bien apretado, en señal de victoria, mientras que con el otro brazo sostenía su caminador, que lo ha mantenido de pie durante los últimos años de esa extenuante carrera de resistencia.   

Celebración de sus 100 años. Se cerró la calle.



En la noche de ese 18 de noviembre del 2020, se cerró la calle 29, entre las carreras 10 y 11 del Barrio Fátima de Palmira, para junto a los vecinos de la cuadra hacerle una celebración digna de la ocasión. Nos reunimos parte de la familia, todos con tapabocas, en una noche memorable, en que festejamos el centenario de nuestro Patriarca.

Cuatro años después, su esposa, hijos y sus dos últimas nietas, que para el 2020 tenían cinco meses de nacidas, le celebramos sus 104 años, sin antes darle gracias a Dios, por permitir que todavía se mantenga con nosotros, aunque caminando ya a pasos lentos, en esta gran carrera de la vida. 

Son cuatro años, que han parecido eternos, por todo lo que le ha rodeado a este roble nariñense, en los que todavía conserva esa prodigiosa retentiva, con la que hace gala para seguir contando historias del pasado, que hoy la transmite de manera clara y precisa, como si el tiempo no se hubiera parado por esa mente brillante.

Su fortaleza para mantenerse de pie es formidable. Cuando cumplió 101 años, su sobrina Rosarito le hizo una invitación a Medellín, para que viajara junto a su esposa y un hijo. Lo hicieron por avión desde Palmira, entonces la aerolínea le dio todas las atenciones a este pasajero ilustre antes, durante y después de abordar la aeronave.

En Medellín se reunió después de muchos años con sus tres hermanos, incluida la religiosa Inesita, que vino de Panamá a Colombia expresamente para reunirse con su hermano. Fueron siete días inolvidables, en los que se dio el gusto, incluso, de montar en el Metro, como un parroquiano más.

Más tarde llegaron sus 102 años con los que se mantuvo estable, sin sobresaltos, hasta que siete meses antes de cumplir sus 103 años, su vida estuvo pendida de un hilo al contagiarse del covid-19, que estremeció fuertemente a ese roble hasta llegar a tenerlo al borde de la muerte.

Amarga experiencia a sus 102 años de vida.



Durante trece días estuvo recluido en un centro hospitalizado que hizo temer por su vida; su nieta Laura, tuvo que viajar urgente desde Estados Unidos, lo mismo que su hijo, Campo Elías, que lo hizo desde Panamá. Fueron momentos de mucha incertidumbre donde algunos llegamos a pensar en lo peor. Hasta que de pronto, unos días más tarde, en un abrir y cerrar de ojos, como por arte de magia, don Julio Onías se levantó como Lázaro, recuperándose de manera sorpresiva. Fue un milagro de Dios. Un par de días después,  fue dado de alta y su restablecimiento duró poco tiempo.

La sorpresiva recuperación de don Julio dio de qué hablar entre los doctores y enfermeras. En los corrillos del hospital se hablaba del paciente del 709. Los que lo habían atendido decían que era todo un personaje verlo y hablar con él. Un par de enfermeras sintieron curiosidad y fueron a visitarlo. También se llegó a hablar, de hacer un diagnóstico sobre la recuperación del paciente, porque a su avanzada edad era una novedad lo de su mejoría. 

Mientras tanto,  en su hogar tuvo una atención de cinco estrellas por parte de sus hijas, su esposa y personal médico, esto último, gracias a la gentileza del batallón Codazzi, que todavía le sigue cubriendo su jubilación.

La enfermedad hizo mella en ese roble, pero con todo, se recuperó gratamente, se mantuvo de pie, siguió al tanto de las noticias por la radio y la televisión, caminando a pasos lentos por toda la casa, saliendo a la calle cuando sus hijos lo sacaban a pasear, y así, poco poco, volvió a ser el Julio Onías de siempre.

Hace un mes, volvió a viajar por avión a Medellín para estar en los 100 años de su hermana Luisita. Estuvo con sus esposa, cuatro de sus cinco hijos y su nieta panameña. Volvió a reunirse con sus tres hermanos y a gozarse de la celebración del centenario de su querida hermanita. Allá compartió toda su energía con su familia y hasta tuvo tiempo para cantar viejas melodías.

Junto a su hermanos Jorge, Luisita y Clara Inés, en este 2024.


No se puede desconocer, que la enfermedad de hace un año y medio, desestabilizó parte de este fuerte roble, pero aún así, continúa de pie, caminando, paseando, gozando de su familia, escuchando noticias, y viviendo el día a día con mucha alegría, siempre rodeado del amor de Dios, de su esposa, hijos, nietas, nueras, yerno, familiares y sus hermanos de la iglesia.

Volver a estar con el viejo en un cuarto cumpleaños después de su centenario, es más que gratificante. Él sigue siendo el alma de la casa, a pesar de que la jefa sea su esposa Hersilia. Sus hijos nos regocijamos con este cumpleañero, que cada vez nos enseña más cosas de la vida. Lo consentimos, lo respetamos, conversamos y nos reímos todos los días con él de manera amena. Y así han transcurrido los últimos cuatro años.


Junto a su esposa Hersilia y sus hijos Clara Inés, Campo Elías, Amparo, Liliana y Juan Carlos.


Hay que "Vivir para contarla", como reza el título de una obra del escritor colombiano, Gabriel García Márquez. Por eso su esposa, hijos y nietas, se regocijan día a día con las enseñanzas de este ilustre personaje, que a sus 104 años sigue ocupando un sitio especial en el hogar, como la autoridad que siempre ha sido. 

Su vejez no ha sido impedimento para que continúe como cabeza de la familia, en ningún momento se lo ha aislado en un rincón de la casa por su condición de anciano, por el contrario, siempre se cuenta con él para cualquier decisión, programa o un paseo familiar. Don Julio, continúa siendo el Patriarca de los Estrada Agreda. Su voz, todavía tiene mando y de ella emana autoridad.

Celebración de sus 104 años, el domingo 17 de noviembre del 2024,



Hasta hoy han pasado ya: 37 mil 986 días de ese maratónico recorrido, en los 104 años de este campeón de la vida.

!Feliz Cumpleaños, papá!





viernes, 15 de noviembre de 2024

EL DIFERENTE

TIRO A GOL 






Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


La fortaleza de José Córdoba en defensa y una genialidad de Adalberto Carrasquilla, fueron determinantes para otro triunfo sobre Costa Rica, el sexto de manera consecutiva, en el mismo número de partidos, que hablan de la realidad actual que existe entre estos dos países.

Sin haber sido un partido espectacular, más bien tirando a regular, Panamá fue mejor en todas sus líneas frente a un rival desconocido, en comparación a esos de otrora, que metían miedo cuando eran locales, pero que hoy no solo es consecuencia de ese cambio generacional que están haciendo los ticos, sino que también tuvo que ver por el rival al que enfrentaron, que los hizo ver mal, porque fueron superiores, como han venido haciéndolo en sus últimos seis enfrentamientos.

Pero con todos los aportes que hayan hecho Mosquera, Blackman, Escobar, Murillo, Córdoba, Martínez, el Puma, Bárcenas, Fariña, y Fajardo, más los que ingresaron como reemplazos, me quedo con el Coco Carrasquilla.

Tal vez el coco no fue ese jugador determinante, que nos tenía acostumbrado a que todo lo hacía él, y eso se entiende, porque nadie puede mantener ese ritmo, pero su clase continúa estando allí. Es el jugador pensante, que se diferencia del resto, como lo decían los comentaristas sudamericanos cuando transmitieron los partidos de Panamá en la pasada Copa América: "Es el diferente", aún sin la magia de unos meses antes.

Cuando él tiene el balón en sus pies, algo diferente puede pasar. Frente a los ticos tuvo algunos chispazos de esa magia, que pareciera la guardara en esa exuberante cabellera, porque todo sale de su cabeza, y después lo materializa con sus piernas.

Hoy todavía me sigo preguntando: ¿por qué es el 8 de la selección y no es el 10? ¿Por qué se lo sacrifica como un volante de marca, mixto, para que dé golpes, cuando lo que nos regala es la magia de un 10? ¿Por qué combinarle a su magia, la ternura con la dureza? No me lo explico.  

Tal vez se pasó de revoluciones en el primer tiempo cuando fue amonestado, como pasó en la Copa América, lo que provocó que por muchas cabezas aparecieran esos pensamientos nefastos de su cambio, especulando que los ticos lo iban a provocar en el segundo tiempo. Pero, por fortuna, Christiansen, que conoce ese diamante en bruto que tiene en su plantel, le bajó las revoluciones en el entretiempo, para que jugara con cabeza más fría.

En el segundo tiempo nos mostró un par de chispazos de su magia, y en una jugada nuestra fue por un balón, en que encaró a varios rivales,  metiéndose al área chica con ese tumbao que tienen los delanteros, hasta que Juan Pablo Vargas le cometió falta para el penal y el gol de Fajardo.

Menos más que Christiansen no es periodista ni es un aficionado, porque haber sacrificado al coco por esa amarilla, pensando en una supuesta provocación de sus rivales, le hubiera cortado los pies al equipo.

No fue un partido brillante para el coco, como de esos que le hemos visto, pero sus chispazos, su magia, y su clase, que hicieron que fuera galardonado como el mejor de CONCACAF, siguen allí metidos en ese cuerpo. Con un solo chispazo de su brillantez se puede decidir un partido, como pasó este jueves 14 de noviembre en el estadio Nacional de San José.

Al minuto 76 el entrenador lo reemplazó. Ya el coco había hecho su trabajo. Había que reservarlo para el siguiente partido del lunes donde se juega el pase a las semifinales de la Nations League. 

Ese es el coco Carrasquilla.

jueves, 14 de noviembre de 2024

EL INMORTAL CASCARITA TAPIA

VIDA Y OBRA 






Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com

Una vez le pregunté a Jorge Yoyo Méndez, que para él quién era el mejor futbolista panameño. El Rambo, como también se le conocía, no dudo en responder, contestó de inmediato que Cascarita Tapia.

Luis Ernesto Cascarita Tapia nació el 21 de octubre de 1944 en El Chorrillo. Casado con Emma Arboleda y padre de cinco hijas. Hoy su nombre queda en las páginas gloriosas del fútbol nacional como uno de los grandes delanteros que tuvo el fútbol panameño entre los años 60 y 70.

Falleció este miércoles 13 de noviembre del 2024, día del Periodista, a los 80 años producto de un paro cardiaco. Su nombre siempre se mantuvo a la palestra, por más que Panamá haya tenido a artilleros de renombre como Julio Dely, Rommel, Mendieta, Tejada, Blas, y otros muchos. Por eso, al hablar de artilleros históricos, a la  hora de seleccionar a los más grandes, siempre se tendrá que abrir un compás para mencionar a Cascarita Tapia, por respeto, historia y por su legado.

Tapia brilló en el fútbol salvadoreño con el Alianza, cuando el fútbol cuscatleco era una potencia en Centroamérica. Formó parte, además,  de la primera selección nacional que debutó en una eliminatoria mundialista, para Argentina 1978, anotando el primer gol de estas lides, nada menos que a Costa Rica, el 4 de abril de 1976, en el entonces estadio Revolución, cuando Panamá la derrotó 3-2.

Antes de ese partido memorable para el fútbol panameño, Cascarita Tapia había entrado en la historia del Alianza al conquistar tres campeonatos seguidos, entre los años 1964-1965, 1965-1966 y 1966-1967, toda una hazaña, erigiéndose en goleador en cada uno de los torneos y ganándose el mote del Pelé Centroamericano. Con el mismo club había ganado un campeonato de clubes de la CONCACAF. Unos años después vestiría la camiseta del Marte salvadoreño, para enfrentar al Santos del Rey Pelé, en Panamá, el 19 de marzo de 1971.

Con ese antecedente vino a jugar ante Costa Rica en la primera eliminatoria mundialista, y de más está decir, que Cascarita era la figura, el jugador referente y el único legionario del seleccionado que dirigió el chileno Panay.

REMEMBRANZA DE UN COMPAÑERO

Ponce y un hermanito, junto a Cascarita Tapia


Quién más que Federico Ponce, que también estuvo en ese primer partido eliminatorio del 4 de abril, anotando uno de los tres goles, para describir lo que era Cascarita Tapia en la cancha.

"Cuando llegué a la selección, uno o dos años antes de la eliminatoria, tenía 20 años y Cascarita era diez años más viejo que yo. Él venía precedido de una fama de goleador en El Salvador. Jugaba de centro delantero y en esa época no había nadie que le disputara el puesto, porque era el único profesional, los demás éramos amateurs, así que obviamente el hombre tenía ganado el puesto", comentó Ponce.

Prosiguiendo con su relato, señaló que en ese primer partido del 4 de abril del 76, "yo ya tenía 22 años y Cascarita 32. En el segundo tiempo yo entré de cambio, perdíamos 1-0. En una jugada donde recuperamos el balón, se la dieron a él, a pesar de que había un viento en contra, el portero tico se quiso adelantar a tratar de interceptarlo, pero Cascarita muy inteligentemente, sin asustarse ni apurarse, le hizo un tremendo sombrero, los diarios de esa época pusieron que fue un "sombrero charro", y a pesar del viento en contra, él calculó bien y la pelota entró sin problemas a la portería".

Ponce recordó, que esa fue una de sus primeras experiencias al lado de Tapia, pues él todavía era un chiquillo y pudo ver la calidad del delantero panameño.

En otros recuerdos, Ponce mencionó que cuando una vez les tocó viajar al extranjero en Centroamérica, "hicimos unos entrenamientos de velocidad en terreno corto y mediano. Yo tenía buena velocidad, pero me quedé asombrado cuando lo vi hacer un sprint a él, vi que era sumamente rápido, allí puedo admitir que me quedé asombrado de su velocidad".

Panamá en su primer partido de eliminatoria



Comparando su velocidad con un jugador panameño de la época, indicó, que "Cascarita tenía un parecido a la velocidad del Yuyu Muñoz", que también estuvo en El Salvador. Era veloz, una de las cualidades que le vio Ponce a su compañero de selección en 1976.

En otras remembranzas, habló de una gira a Honduras para jugar con Motagua. "Comenzando el partido, en una de esas pelotas que iban por el centro, Cascarita llegó con toda claridad al área y metió el balón a la portería".

"Yo me quedaba viéndolo, porque tenía una gran capacidad goleadora". Y como una vez Cascarita me lo reconoció en un reportaje en La Prensa, Ponce también coincidió con él, en que tenía un estilo a lo Armando Cooper, en lo que tenía que ver con la visión y la técnica.

Dijo, que Cascarita tenía buena recepción para parar el balón, era buen dribleador y muy técnico.        
 
"Cascarita era un centrodelantero nato, no era corpulento, pero era sumamente veloz, muy inteligente, era sagaz, rapidísimo, dribleaba bien, tenía técnica. El cabeceo no era su fuerte, pero fue un jugador muy fuerte, precisó Ponce,

Indicó, que lamentablemente, "los que no lo vieron jugar tuvieron la suerte de ver a los que ya conocemos como goleadores de la selección. Para mi fue un gran recuerdo haber tenido la oportunidad de poder jugar varios partidos con Ernesto, en los que lo pude admirar en sus momentos de gloria".

 PALMARÉS

Con el Alianza salvadoreño



De acuerdo a la Federación Panameña de Fútbol, Cascarita Tapia disputó 77 partidos con la selección nacional en los que marcó 27 goles, entre los años de 1963 y 1979.

En el año de 2006, la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) lo incluyó en el puesto 74 con 269 goles hasta el 31 de diciembre de ese año.

Por ese año, la revista Gráfico de Argentina, lo ubicó en el puesto 159 de una lista de 162 máximos goleadores de la historia, hasta el 25 de marzo del 2006, con la misma marca de 269 goles de la IFFHS, en un periodo de 1961 a 1981.

SUS COMIENZOS

Cascarita, un goleador de casta.



En 1963, a la edad de 18 años, Cascarita Tapia formó parte de la selección nacional que dirigía el argentino Raúl Ché Álvarez, en un torneo en El Salvador, donde el joven panameño dejó una grata impresión. Entonces un alto funcionario panameño en ese país centroamericano, Manuel Ruglianchi, lo convenció para jugara con el Alianza. Lo llamaron para una prueba de dos meses, pero solo necesitó una semana para convencer.

ENTREVISTA EN EL 2012

Cascarita con el álbum de sus recuerdos,


El sábado 12 de octubre del 2012, el diario La Prensa publicó una entrevista que le hizo este servidor cuando tenía 67 años. La titulamos: "El histórico Cascarita Tapia". 

A continuación algunos apuntes de esa conversación que sostuve con él en su apartamento, en los que menciona que primero jugó béisbol, de su ídolo Pelé, de sus preferidos en la selección, el por qué de su apodo Cascarita, de sus características de goleador, entre otros apuntes.

"La generación mía me dice que si yo hubiera jugado en estos tiempos hubiera sido millonario, porque estuviera jugando en Sudamérica".

"Tuve la oportunidad de irme para el Peñarol de Montevideo, me querían de inmediato, pero mi club no lo permitió".

"Usaba el número 9".




"El chileno Hernán Carrasco Vivanco, que dirigió a El Salvador a su primer mundial de México 1970, fue quien me implantó la manera de jugar, me enseñó a moverme, aprendí mucho allá".

"Era interior derecho, jugaba en todo el área, era muy habilidoso, rápido, nunca fui egoísta. Le daba el balón al que estuviera mejor ubicado".

"No  tengo el registro de cuántos goles hice, pero convertí muchos en Centroamérica".

Enfrentó dos veces a su ídolo, Pelé.



Jugó dos veces contra el rey Pelé. "Lo enfrenté con el Alianza en El Salvador y en Panamá como refuerzo del Marte".

 "Fue una cosa grandísima. Veía a Pelé en la televisión y aprendí muchas cosas de él".

"Me decían el pelé de Centroamérica", Me mostró un álbum. 

"Me decían el mimado del fútbol salvadoreño". 




"Una vez me sacaron para el equipo ideal del fútbol salvadoreño mediante la  votación del público. Tuve el puntaje más alta en mi posición".

"Fueron los tiempos en que El Salvador clasificó para el mundial, en que enfrentaron a Honduras, en que hubo la guerra. Para jugar allá había que ser bueno, porque los aficionados que llenaban los estadios exigían mucho, y más jugando en Alianza".

Con la selección nacional en un torneo internacional.



"(La afición). Para mi era una cosa grandísima". (En esa respuesta, Cascarita se quedó pensando, de repente se le aguan los ojos, y se le hace un nudo en la garganta. No pudo hablar. Me hizo una seña con la mano, toma unos segundos para seguir con la respuesta)".

"Cada vez que salía a la cancha me gritaban "¡Tapia!" "¡Tapia!" (vuelve a tomar una pausa). Yo iba a los restaurantes y a la hora de pagar, me decían que ya todo estaba pago. Me querían demasiado. Todo el mundo quería estar al lado mío, porque siempre me veían en la cancha, nunca en la calle."

Entrenando en una escuelita en Hato Pintado.


"(¿Por qué Cascarita?). Era un tío mío (Paye Pérez). A él le decían Cáscara y como él me llevaba siempre a los juegos, la gente en la calle decía: 'Allí va Cáscara y Cascarita'. Eso fue de chico en Plaza Amador".

PRIMERO FUE BEISBOLISTA

"En la liga de Plaza Amador con Cocoliso Tejada jugué en las categorías Zancudo, Mosquito, Infantil, fui subiendo, pero mi primer deporte fue el béisbol".

"Primero jugué béisbol. Hacía de campo corto y segunda base. Bateaba bien. Jugué en el equipo infantil de El Chorrillo, después en la juvenil en la liga de calle 15, después me fui al fútbol".

"Desde niño siempre admiré a Pelé. Me quedaba embelesado viendo las cosas de él. Para mi ha sido el número uno del mundo".

Con algunos compañeros de ese partido del 4 de abril de 1976.



"De niño comencé a jugar en el politécnica, era de Granillo, por los lados de Plaza Amador. Tenía 15 años, era en segunda categoría, luego fuimos campeones y quedé de goleador. Después subimos a primera y quede goleador. De allí me llamaron a la selección a los 17 años".

"El fútbol de hoy es bueno, pero en el de antes también habían buenos jugadores".

"Pienso que ahora es más fácil triunfar, porque ahora se te abren más las puertas. En mis tiempos las puertas no se abrían como ahora, ni había la oportunidad de probar en el exterior".

"Un Cascarita hoy en la selección seria un nueve haciendo goles, no voy a menospreciar a los muchachos que juegan hoy, pero serían goles por partido. Yo era un jugador de área, no se me escapaba nada, aunque tenía mis fallas como todos".




"En Panamá admiré mucho a Muquita Sánchez, un jugadorazo, a Montilla. De los de ahora (año 2012) al matador Tejada, es bueno, un goleador de área, me gusta su movilidad, su manera de jugar, no es egoísta, siempre ve los claros".

"El jugador de hoy (año 2012) que tiene algo de Cascarita es el muchacho de Colón, Armando Cooper, a él le vi cositas buenas, pero tendría que mejorar más en el sistema de jugar con sus compañeros, no ser tan individual. A él le vi algo de mí, tiene chispazos, buen driblin y pique".

"Por lo regular los goles los hacía en jugadas, esa era mi especialidad. Usaba las dos piernas, donde me llegaba el balón, por allí iba."




"Yo venía más de atrás (como delantero). Yo embestía, no esperaba, si era un contragolpe ya te estaba picando un poco más adelante de la media cancha, allí iba yo con mi velocidad".

"El fútbol panameño ha mejorado porque ahora lo tienen todo, antes a nosotros no nos daban nada, antes a nosotros para que nos dieran un viático era un problema, hoy hay más incentivo, pero todavía en concreto no tenemos un sistema, porque de repente estamos corriendo y no la traemos".

"Hoy los partidos lo ganan los jugadores, hay sistemas, pero en la cancha son los jugadores los que tienen que poner de su parte".

"(Sobre su primer gol en una eliminatoria a Costa Rica). Fue en un contragolpe, me llevé a Walter Elizondo y a Marín, por el centro el portero salió y se la elevé, lo bañé".

Mi última foto con Cascarita en diciembre del 2023 junto al Grillo Escobar,



"Antes. Ojalá los estadios hubieran estado llenos como ahora, cuando juega la selección".

"(Sobre la televisión). Si me conocían, pero los partidos no se televisaban, a mi siempre me hubiera gustado verme jugar, nunca me vi jugar ni aquí ni el El Salvador, solo conservo fotos".

"(¿La camiseta de la selección pesa?). Claro que pesa, porque primero uno entra con los nervios, cuando uno pisa la cancha se van, pero qué pasa, es una responsabilidad ante el país, eso es lo que deben pensar los jugadores, deben entregarse".

"(¿Habían incentivos?). En mis tiempos no te daban ni para la soda, uno mismo llevaba sus cosas, uno jugaba por amor a la camiseta, pero conmigo hubo pequeñas excepciones".

Junto a Mendieta, Grillo Escobar y Villín Vásquez.



"(¿Y en El Salvador?). Si. El dueño de mi club me dio un carro, me pagaban todo, tenía buen sueldo y por partido ganado y empatado te daban premios".

"(¿Qué te dejó el fútbol?). Buenas amistades, me abrió muchas puertas, conocieron quién era yo, muchos me creían muerto, porque ahora le pusieron mi nombre a un estadio gracias a Foncho Méndez, quien fue el de la idea, y de toda la generación mía de la liga de veteranos".

Junto a Villín Vasquez y Néstor Hernández



Hasta junio del 2012 cuando entrevisté a Cascarita, él junto a su esposa protestaron, porque Luis Ernesto no tenía cortesía, para ir a ver los partidos de la selección nacional.

Ahora, después de su muerte, Cascarita Tapia queda inmortalizado para el fútbol panameño, un nombre que es reconocido en El Salvador, en donde fue ídolo de un club, un jugador al que se le respetó su nombre por encima de los grandes goleadores panameños desde los años 80 para acá.

Hoy ha muerto, pero su nombre seguirá vivo por siempre para el fútbol panameño.

¡Grande, Cascarita! Paz a su alma.




sábado, 9 de noviembre de 2024

EL BALÓN DE LA DISCORDIA

TIRO A GOL  





Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


En la votación para el Balón de Oro, omití por un error involuntario a Rodri, entre la lista de los diez primeros candidatos, y este sábado me escribió un colega del diario español Marca, para saber por qué había dejado por fuera al futbolista español. Me causó gracia.

Me había dado cuenta del error, unos minutos después del veredicto, cuando releí un correo que unos días antes me había mandado el jefe de redacción de la revista France Football, con mis diez jugadores por los que voté, en que me pedía que corrobora si estaba correcto. Le respondí que si, sin percatarme que en el puesto de Rodri salía Olmo. Es decir, fue un error doble. 

Nunca antes en mis 15 años de estar votando por el Balón de Oro, la revista me había enviado mi votación para que lo corroborara.

Tuve problemas con la plataforma de votación, que no me seleccionaba en orden los diez primeros, del primero al décimo, que yo había escogido, por el contrario,  me salían en desorden, cada candidato con números diferentes. Después de muchos intentos pude remediarlo, en un principio me resultó difícil, hasta pensé en llamar a la revista para hacerlo manualmente, como en la edición anterior. Hasta que por fin conseguí poner mi votación en orden. Eso creí. 

A Rodri lo había ubicado en el quinto puesto, detrás de Vinícius, Yamal (a quien premié por lo que viene haciendo en su corta edad con su club y la selección), Bellinghan y Carvajal, pero por un error involuntario salió el nombre de Olmo. Siguieron en ese orden: Kane, Haaland, Lautaro, Valverde y Mbappé. Siempre he guardado mi votación en una agenda, para corroborar cuando la revista los publique. Con eso puedo dar fe del error que cometí.

Pero más allá del error o del interés de Marca, el Balón de Oro se ha convertido en un festival de la discordia, por los intereses que se manejan. A mi en lo personal me da igual que haya ganado Rodri en vez de mi candidato Vinícius, porque creo que los 30 seleccionados tienen derecho a ganarlo, claro, unos más que otros. Pero hoy es un premio que se ha convertido en la comidilla del fútbol.

La revista pone las pautas para los que votamos, pero cada uno lo hace de manera subjetiva. Cuando la France Football votada en unión con la FIFA, los resultados salían de inmediato y con las mismas pautas que se estiman hoy. Yo me ponía a ver cómo votaban los entrenadores, y me sorprendía cuando algunos lo habían por un jugador de su misma nacionalidad, que de antemano se sabía que no tenía oportunidad de estar entre los tres primeros, ni siquiera entre los diez, pero lo hacían, pienso, que por solidaridad.

Hoy cada quién vota de acuerdo a su criterio, algunos, principalmente, por pasión en su club de su preferencia. Otros lo hacen por criterios diferentes. Pasó así con Vinícius, algunos adujeron que no votaron por él por su comportamiento, cosa que no comparto, pero que respeto.

A mi siempre me ha apasionado un jugador que de espectáculo, más allá de todos los premios individuales y colectivos, que igual son parte del voto, por eso en un tiempo estuvieron siempre al frente Messi y Cristiano Ronaldo, que más allá de sus títulos, nos regalaron pinceladas de un fútbol exquisito, sin desconocer que han sido los más mediáticos de los últimos años.

Nunca me he puesto una camiseta a la hora de ejercer un voto, siempre trato de hacerlo de acuerdo a mis criterios. Lamento el error de Rodri, que fue un digno ganador, por lo que viene haciendo con el Manchester City  y con su selección. 

Pero nunca voy a polemizar por el que gane o el que pierda, ni a conjeturar en robos. Esto es un juego, en que unos pocos tenemos el derecho de decidir, mal o bien, por el ganador del Balón de Oro. Como pasa en cualquier otra área de la vida, donde se tenga que decidir a un ganador por votos.

El balón de Oro nunca dejará de qué hablar... trece días después, Marca todavía está interesado en por qué no puse a Rodri. ¿Hasta cuándo?

jueves, 7 de noviembre de 2024

"SOY AMBICIOSO TAMBIÉN," CHRISTIANSEN

SELECCIONADOR 



Thomas Christiansen  FOTO/Deporte Total



Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Los últimos nueve partidos frente Costa Rica cambiaron la historia reciente con Thomas Christiansen, hoy los ticos todavía no asimilan su presente ante los panameños, que en el papel, parten como favoritos para llevarse esta llave de cuartos de final de la Liga de Naciones de la CONCACAF.

Siete victorias, un empate, una derrota, 13 goles a favor y 3 en contra, hablan por sí mismo del momento actual de Panamá frente a los ticos, con su entrenador danés Thomas Christiansen a la cabeza. 

Una historia que comenzó con dos victorias de visitantes entre el 10 y 13 de octubre del 2020, y con cuatro triunfos más, sin derrotas, en las dos últimas Liga de Naciones. Además de un triunfo en Copa de Oro, y un empate y una derrota en la eliminatoria para Catar 2022.

Sin embargo, Christiansen señaló que hay que olvidarse de esos partidos. Lo dijo en rueda de prensa, este jueves 7 de noviembre, a siete días de su primer compromiso en tierra costarricense.

Convovados FOTO/FEPAFUT



El entrenador europeo que ya lleva 70 partidos al frente del seleccionado nacional, señaló, que para intentar mantener la personalidad frente a los ticos, la clave está en "olvidarse primero de los partidos que se han tenido con ellos, hay que reconocer que los resultados han sido buenos, pero no podemos vivir del pasado. La exigencia mía a los jugadores tiene que ser máxima, enfocarles en lo clave que son estos dos partidos de cara al futuro".

El técnico reveló que durante estos meses han tenido tiempo para ver los partidos de Costa Rica en su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Naciones. Se ha visto "lo bueno, lo malo, e intentaremos plasmarlo en lo que queremos hacer nosotros contra ellos".

Christiansen dio la lista de jugadores para estos dos compromisos en la que figuran dos jugadores de la Liga Panameña de Fútbol, Gabriel Brown, del Árabe Unido, y Edilson Carrasquilla, del San Francisco.

Con Brown, el entrenador buscará tener más jugadores funcionales al sistema que se viene jugando, y para hacer fuerte el carril izquierdo ante la ausencia de Eric Davis, que no fue llamado por algunas dolencias físicas. Igual que pasa con el llamado de Janpol Morales, del Macará del Ecuador.

"Janpol tiene características que nosotros buscamos para la selección, en su club lo ha demostrado, en el uno contra uno, en la finalización, el compromiso y la entrega. Creemos que es el momento para llamarlo y generar un poco más de competencia por el lado izquierdo, que es el talón de aquiles de nosotros. El reúne las cualidades, puede jugar por la izquierda o a pierna cambiada", indicó el entrenador.

La base del equipo es la misma, anticipó el entrenador. "Es importante no hacer demasiado cambios en la convocatoria, porque ya tenemos una idea, un modelo de juego que queremos implementar. Si traemos seis o siete nuevos jugadores se pierde un poco el automatismo que queremos generar en el juego y en el jugador, pero siempre tiene que haber sitio para llamar a otros jugadores, como pasó en la Copa América".

Christiansen reconoció que tal vez la línea defensiva no está jugando demasiado en sus clubes, pero subrayó que son los mejores. "Hemos estado en esa situación y han cumplido cuando llegan al equipo, ellos se adaptarán a las exigencias. No estoy preocupado por eso", dijo el técnico.

De Costa Rica, mencionó que no va a haber mayor diferencia a los partidos de hace un año, pero si dejó entrever que ahora se arranca desde cero. "Los ticos tienen un buen equipo, han traído gente nueva de abajo, que se están abriendo paso en la selección y eso es importante para ellos. Tienen una base de experiencia con juventud  y calidad. Nosotros hemos sacado buenos resultados y tenemos que estar al mismo nivel de exigencia".

"Ellos viene de ganar su grupo y están en una buena situación, nosotros tenemos que estar mentalizados para que los jugadores vean que esta es otra eliminatoria y que comenzamos de cero," señaló Thomas.

Anticipó que el que esté bien para los dos partidos jugará. Y puso el ejemplo de Aníbal Godoy, que por estos días entrenó con el Plaza Amador, por una pregunta que le formularon.

 "Si veo que está bien físicamente y creo que tiene que jugar, jugará, independiente de que sea el capitán, el líder en el camerino y fuera de el, el enlace entre los jugadores y el cuerpo técnico, pero al final no podemos garantizar que juegue nadie, el que lo haga tiene que ganárselo y cada partido pide una exigencia distinta dependiendo del rival que se tenga en frente".




"Si no estamos al cien por ciento, vamos a sufrir", sentenció Christiansen.

Con respecto al coco Carrasquilla, dijo que él está capacitado para manejar su momento, "tiene buena cabeza y buenos jugadores, lo que tiene que controlar son las emociones por el hecho de haber ganado un trofeo de tanto prestigio".

Que nadie se quede a medias, precisó el danés, que todos den el cien, el que esté preparado que lo aproveche, y el que no esté preparado, que espere otro momento, porque las puertas siempre van a estar abiertas.

"Soy ambicioso también, quiero lo mejor, mi cuerpo técnico, todos queremos mejorar, tanto individual como profesionalmente, y ese es el lema que tenemos, el ir creciendo. No nos podemos estancar", señaló el timonel panameño.

El entrenador consideró que se tienen los medios y las herramientas para pasar de los cuartos de final, "el fútbol es fútbol, por lo menos de no ganar los dos partidos, que en el global seamos mejor que los ticos", indicó.

Los partidos se jugarán el 14 de noviembre en tierra costarricense y el 18 del mismo mes en Panamá. 

jueves, 24 de octubre de 2024

EL MEJOR ENTRE LOS MEJORES

TIRO A GOL 



Carrasquilla y la haitiana Melchie Dumornay, los mejores. FOTO/Concacaf



Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


La designación del panameño Adalberto Carrasquilla, como el mejor jugador de la CONCACAF 2023-2024, es un cumplido para el fútbol panameño, además de una recompensa a la perseverancia del seleccionado nacional, que demostró con hechos, que regresar del balompié europeo al americano, en este caso a la Major League Soccer (MLS), no es ningún retroceso cuando se tiene clase y talento.

En Panamá, aficionados y periodistas tienen la costumbre de armar unos señores escándalos cuando un panameño regresa de Europa a Sudamérica, México o Estados Unidos. Entonces, arremeten con toda clases de sandeces contra el club del que sale, contra el propio jugador, y contra el país que será su nuevo destino. Es como si se pensara que el fútbol de Panamá estuviera a la par de Europa. Hace poco sucedió con José Luis Rodríguez.

Carrasquilla es el primer panameño en ser distinguido como el mejor de una temporada en la CONCACAF. Necesitó de la mayoría de los 100 votos en juego, que estaban divididos entre 41 entrenadores del área, 41 capitanes de selecciones, 9 representantes de medios de comunicación, y 9 de los aficionados que emitieron su voto a través de un link.

En esta última votación, el jugador con más votos de los aficionados recibiría 4 votos en el proceso general, independientemente del número de personas que votaran en línea, el segundo lugar 3 votos y el tercero 2 votos.

Además de Carrasquilla, hubo cinco jugadores más, se puede decir que pesos pesados, que compitieron para el premio del jugador del año. Fueron estos el jamaicano León Bailey, que milita en el Aston Villa de Inglaterra; los canadienses Jonathan David, del Losc Lille de Francia, y Alphonso Davies, del Bayern de Munich de Alemania; el mexicano Santiago Giménez, del Feyenoord de Holanda, y el estadounidense Christian Pulisic, del AC Milan de Italia.

Pues bien, el panameño que milita en la MLS derrotó a los que lo hacen en el primer mundo futbolístico. ¡Oh! Y ahora me viene a la memoria, cuando Carrasquilla dejó al FC Cartagena de la segunda división de España y vino al fútbol estadounidense. Se habló de retroceso y muchas otras sandeces, como si hubiera regresado a la Liga Panameña de Fútbol.

En su nuevo hogar, Carrasquilla continúo estable económicamente, como para pensar en un futuro consistente. En lo deportivo, fue lo mejor que le pudo suceder al panameño.

De todos es conocido lo que ha ganado el Coco desde el 2021 cuando llegó a la MLS. Su nivel subió una barbaridad y el gran beneficiado no fue solo el Houston Dynamo, más bien fue la selección nacional donde el panameño alcanzó notoriedad, por el hecho de que muchas veces una selección trasciende más internacionalmente cuando participa en torneos importantes.

Con el Houston, el extaurino ha destilado un fútbol exquisito, pero con la selección se ganó un nombre por lo que hizo en la última Copa Oro y en el resto de los torneos del área. En la pasada Copa América fue lo mejor de Panamá, que lo estropeó con esa penosa expulsión que le impidió jugar sus dos últimos compromisos del torneo.

El volante panameño ha demostrado que no hace falta jugar en Europa para ser el mejor. Si se hubiera quedado en España, seguramente, seguiría siendo un jugador de segunda, como algunos de sus compatriotas que juegan en el viejo mundo, que ni suenan ni truenan, aunque sus vidas hayan mejorado en lo económico.  

A sus 25 años, Carrasquilla cambió su historia en la MLS, al panameño lo conocen más en el mundo futbolístico que a gran parte de sus compatriotas que están regados por América y Europa, aunque todavía hay gente insistiendo que tiene que irse al Viejo Mundo, porque el fútbol estadounidense le quedó chico, como si el coco fuera una gran super estrella.

La vida es de momentos y Carrasquilla está viviendo el suyo, el mañana es otra cosa, por ahora hay que preocuparse por el hoy. Como bien se dice, el presente es un regalo de la vida, por eso se llama presente, por estar vivos. Ya el fútbol le hizo un presente con premiarlo este jueves, como el mejor jugador de la CONCACAF, para orgullo de los panameños. 

¡Felicidades, Carrasquilla!! 


lunes, 30 de septiembre de 2024

AL OÍDO DE RICARDO ÁVILA

TIRO A GOL 


Ricardo Ávila. FOTO/finalcountpa



Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Me conmovieron las declaraciones del mundialista Ricardo Ávila, que se quebró en llanto mientras lo entrevistó el colega Raúl Ochoa de Batacazo, después del partido en que su equipo UMECIT empató a un gol con el Tauro, en el Rommel Fernández.

Es como si Ávila se hubiera desahogado de todo ese peso que llevaba dentro de ese cuerpo, seis años después de haber jugado la Copa del Mundo de Rusia, cuando tenía 21 años de edad.

Su vida tuvo un cambio rotundo en los últimos seis años, cuando hasta el 2018 el destino le apuntaba un futuro promisorio. De más está decir, que Ávila quedó en la historia del fútbol panameño con la primera asistencia de gol en una Copa del Mundo, en la anotación de Felipe Baloy.

Entonces vino una penosa lesión y más adelante su voluminoso peso, que le fueron cobrando factura. Por un tiempo desapareció de la faz del fútbol, hasta que desde hace poco tiempo para acá viene intentando recobrar su estilo de hace seis años.

"Sinceramente todos los días me critico, que si no hubiera tenido la lesión y no hubiera subido de peso", dijo Ávila, antes de quebrarse en un llanto. Más adelante prosiguió señalando que, "a veces me da tristeza de verme así, porque creo que tenía un buen futuro y creo que no lo supe aprovechar", allí no aguantó, hizo un alto parar llorar.

Luego retomó la entrevista y apuntó que, "A veces paso por cosas difíciles y no estoy pasando por un buen momento mentalmente. Creo que puedo aportar a mi institución o en mi selección, o a cualquiera. Son muchas cosas...Hoy me vi con mi nivel del 2018. Creo que tengo material para dar", dijo entre sollozos el mundialista de Rusia 2018.

Primero que todo, es importarte desahogar las penas sin la necesidad de una botella de alcohol, hoy con 27 años, Ávila puede recobrar el fútbol que le robó la lesión y su voluminoso peso, pero todo está en él mismo.

Hay ejemplos de futbolistas que se lesionaron y volvieron a convertirse en lo que eran. Radamel Falcao tuvo dos lesiones de ligamentos, pasó momentos difíciles y hoy con 38 años todavía está jugando. 

Toti tuvo una fractura de peroné y de la cápsula de ligamentos del pie izquierdo, a pocos meses del mundial del 2006, se recuperó en tiempo récord, lo jugó y fue campeón con Italia.

Hoy la lesión de Ávila es pasado, lo que necesita urgentemente es recuperar el peso ideal y recobrar la autoestima con la que jugó la Copa del Mundo. Todavía es joven para levantarse, lo importante es que la clase la mantiene. "El que sabe, sabe", como me decía una profesora. Ahora todo está en su mente, si cree en que puede recuperar el Ávila del 2018 y no seguir dándose golpes de pecho por lo que una vez fue y no prosiguió.

No solo pasa en el fútbol, sino que en la misma vida. A veces se desaprovechan las oportunidades, que en parte puede ser también por una enfermedad, pero después de que se recupera, pensamos que esa enfermedad acabó con un porvenir.

Recuerdo una vez cuando Ávila era pretendido por un club colombiano en momentos en que estaba jugando en un club de juveniles en Bélgica. Dijo que eso era un retroceso, como se suele escuchar hoy en las redes con el caso del Puma Rodríguez.

Está claro, que el presente de Ávila es un retroceso por lo que es hoy, pero todavía existe una manera de recobrarlo, sí se lo cree, en un país donde hay muchos jóvenes esperanzados en salir a Europa para alcanzar su sueño europeo.

Ávila con 27 años está joven. Quisiera yo tener hoy esa edad. Sin embargo, tiene una gran ventaja respecto a esa ola de jóvenes que aspiran el estrellato en el viejo mundo. Usted, al menos tiene una Copa del Mundo, la jugó, fue protagonista, tiene que trabajar en base a esa experiencia. 

Todo se puede con una alta dosis de disciplina y responsabilidad, no solo con jugar al fútbol. Tiene que ser un ejemplo para su cuerpo fuera de las canchas. Son dos complementos necesarios. 

En el deporte como en la vida, se pierde y se gana. Del fútbol se dice, que siempre te da revancha. Usted puede, pero necesita creérselo, si no consigue llegar a la selección, al menos se puede hacer el intento. Lo mejor está en ganarse los aplausos y la admiración de propios y extraños, cuando recupere ese nombre, mientras los más pelados lo señalen como el jugador  que asistió en el primer gol de Panamá en una Copa del Mundo.

En Colombia hay un ejemplo con el mismo James Rodríguez en la selección. El fútbol le dio una segunda oportunidad.

Espero, Ávila, que la próxima vez que lo vea llorando, sea de alegría por haber tenido una revancha en lo que más le gusta hacer.