miércoles, 26 de noviembre de 2025

124 PARTIDOS DE HISTORIA

PANAMÁ EN ELIMINATORIAS 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Mucha historia ha pasado por la CONCACAF, en los últimos 49 años de eliminatorias mundialistas, en donde Panamá ha estado presente en las últimas 13, a partir del 4 de abril de 1976 hasta el 18 de noviembre del 2025.

En esos últimos 49 años, Panamá ha sufrido una metamorfosis impresionante, que cuesta que en algunos países vecinos se acepte esta realidad.

Por primera vez en su historial de las 13 eliminatorias, Panamá se clasificó de manera invicta y como primero de grupo a una Copa del Mundo, la del 2026, en la que se pensaba que por haberse aumentado el cupo de participantes a 48 países y por realizarse en el área de la CONCACAF, los grandes de Centroaméricana estarían presentes. 

Sin embargo, esto no fue así. El único presente será Panamá, el que hasta hace 30 años era la cenicientas del área, a pesar de contar con dos grandes estrellas de talla mundial, dos goleadores de raza: Rommel Fernández (q.e.p.d) y Julio César Dely Valdés, hoy artilleros en extinción en el fútbol panameño.

Selección de Panamá. FOTO/Fepafut


 
Pero concentrémonos en el presente de la CONCACAF, en el que Panamá es protagonista. Si se nos compara con la historia de los grandes de Centroamérica, es obvio que la de Panamá es menor, pero en la historia de hoy, la que cuenta, en la que estamos, Panamá es el mejor de este sector, y su patente reposa en el ránking de FIFA, que da fe de ese progreso. Miremos el presente. 

Después de estar en la cuerda floja en la mitad de la última fase de la eliminatoria para la Copa del Mundo del 2026, el entrenador danés Thomas Christiansen terminó clasificando y haciendo historia con Panamá.

Por primera vez se clasificó directo al mundial, en su décimo tercera eliminatoria mundialista de manera invicta y como líder de grupo. En 10 partidos (4 en la primera fase y 6 en la fase final), ganó 7 juegos y empató 3, marcó 19 juegos y le hicieron 5.

En las tres anteriores eliminatorias para Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022, Panamá perdió cinco partidos en cada una, claro, con más encuentros disputados: 20,16 y 20, respectivamente.

Además, Christiansen terminó con el maleficio en El Salvador y Guatemala, en donde por fin Panamá pudo ganar de visitante en partidos de eliminatoria mundialista.

En la eliminatoria para Catar, también le había ganado por primera vez a Estados Unidos, en el Rommel Fernández, en un encuentro de estas lides.

Christiansen arribó al país en agosto del 2020, en plena pandemia y en un avión humanitario. Nunca había dirigido a una selección nacional. En sus cinco años como entrenador de Panamá, con el europeo se han conseguido cosas grandes, como la de vencer a Costa Rica de visitante, dos finales en torneos de la CONCACAF y su participación en la Copa América del 2024, en la que se llegó hasta los cuartos de final. Solo por enumerar, algunos logros alcanzados con el entrenador del Viejo Mundo. El resto ya es historia.

ELIMINATORIA RECIENTE

En total, Christiansen llegó a convocar a 37 jugadores en su proceso para el Mundial del 2026.

Por otro lado, en sus 10 juegos en la eliminatoria se marcaron 19 goles, siendo el máximo artillero José Fajardo con 3 goles. Lo escoltaron con 2 tantos, Cecilio Waterman, Eric Davis, Ismael Díaz y José Luis Rodríguez.
 Con un gol estuvieron, Carlos Harvey, Cristian Martínez, Jovani Welch, Fidel Escobar, Eduardo Guerrero, César Yanis, César Blackman, y un autogol.

CONVOCADOS

Los 37 jugadores que hicieron parte de este proceso para la Copa del Mundo del 2026 fueron:

Luis Mejía, José Córdoba, Iván Anderson, Roderick Miller, Eric Davis, Michael Murillo, Aníbal Godoy, Andrés Andrade, Adalberto Carrasquilla, Ismael Díaz, Édgar Bárcenas, Cecilio Waterman, Edgardo Fariña, Freddy Góndola, Eduardo Guerrero, Carlos Harvey, Orlando Mosquera, César Samudio, César Yanis, José Luis Rodríguez, José Fajardo, Cristian Martinez, César Blackman, Jovani Welch, Abdiel Ayarza, Edward Cedeño, Jorge Gutiérrez, Janpol Morales, Tomás Rodríguez, Víctor Griffith, Azarias Londoño, Everardo Rose, Omar Browne, José Murillo, Jiovany Ramos, John Gunn y Alberto Quintero.

Con Christiansen, Panamá será el único representante de Centroamérica en la Copa del Mundo del 2026 que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá, además es el cuarto mejor de la CONCACAF en el ranking de FIFA y el mejor entre los centroamericanos, en el puesto número 30.


PARTIDOS Y GOLEADORES 

Hasta el 18 de noviembre cuando se clasificó al mundial, Christiansen ha dirigido en 82 partidos, con 42 victorias, 18 empates y 22 derrotas. 

En total, son 124 partidos de Panamá en sus 13 eliminatorias mundialistas, con 45 victorias, 29 empates, 50 derrotas, 161 goles a favor y 183 en contra.

Los 161 goles están distribuido de la siguiente manera, según el portal "Tiro a Gol y algo más".

GOLEADORES EN ELIMINATORIAS

13 goles
Luis Tejada

11 goles
Blas Pérez, Julio Dely Valdés

10 goles
Jorge Dely Valdés

9 goles
Gabriel Torres, Cecilio Waterman

7 goles
Roberto Bronwn

6 goles
René Mendieta, Rolando Blackburn

4 goles
José Fajardo, Eric Davis

3 goles
Román Torres, Aníbal Godoy

2 goles
Rubén Guevara, Daniel Montilla, José Garcés, Felipe Baloy, Amir Waithe, Ricardo Buitrajo hijo, Nelson Barahona,Luis Henríquez, Armando Cooper, Abdiel Arroyo, Jair Catuy, Alberto Quintero, Fidel Escobar, César Yanis, José Luis Rodríguez, Ismael Díaz.

1 gol
Cascarita Tapia, Agustín Sánchez, Federico Ponce, Virgilio Vásquez, Néstor Hernández, Ricardo Paschal, Juan Carlos Cubilla, Mario Méndez, Neftalí Díaz, Ricardo "patón" Phillips, Alberto Blanco, Ricardo Chen, Gabriel Gómez, Jorman Aguilar, Miguel Camargo, Édgar Bárcenas, Luis Palacios, Freddy Góndola, Azmahar Ariano, Andrés Andrade, Cristian Matínez, Jovani Welch, Eduardo Guerrero, Carlos Harvey, César Blackman.

* Hubo siete autogoles
* Hubo un gol fantasma, que el autor de este portal no se lo adjudicó a nadie, aunque la FIFA si lo hizo, porque a juicio del autor de esta nota, el balón nunca entró a la portería.


TABLA DE LAS 13 ELIMINATORIAS

                                     

miércoles, 19 de noviembre de 2025

LOS MEJORES DE CENTROAMÉRICA

TIRO A GOL 



Selección de Panamá FOTO/Fepafut




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


La selección de Panamá tuvo en ascuas a medio país, pero finalmente consiguió su segunda clasificación a una Copa del Mundo, con un alto grado de sufrimiento e incertidumbre.

Mientras el martes 18 veía el partido ante El Salvador, en el palco de prensa, le decía al colega Álvaro Sarmiento, que somos de la generación que vimos la  metamorfosis de nuestro fútbol, que cuándo nos íbamos a imaginar lo que hoy estábamos viendo. Una Panamá protagonista y siendo la única selección centroamericana en clasificar a la Copa del Mundo del 2026. 

Por eso me molestó el comportamiento de los muchachos en la primera parte de esta fase final de la eliminatoria, porque después de todo lo bueno que se había hecho con Thomas Christiansen, se estaba echando a perder el nombre, el esfuerzo y todo ese sacrificio, que ha provocado un nuevo estatus para el fútbol panameño, lo que ha sido la envidia de nuestro vecinos.

En esta metamorfosis que hemos visto del fútbol panameño, nada ha sido regalado. Y no solo hablo de la selección absoluta, porque todas las selecciones, incluyendo la femenina, han evolucionado. Lo que se ha conseguido hoy es la continuación de un proyecto que dejó montado los que antecedieron a la generación actual, que ha sabido continuarlo, sin dejarlo caer.

Pero hubo un comienzo frío en el arranque de la fase final, como admitió el propio Adalberto Carrasquilla, que complicó el panorama, por lo parejo que estuvo el grupo hasta las dos últimas fechas.

Hoy la eliminatoria dejó una lección. Es la más fuerte de todos los torneos de CONCACAF y cuando se disputa, hay que entrar calientes, nade de fríos o tibios,  porque le puede hacer pasar una mala jugada, como casi le sucede a los panameños.

El martes, el entrenador de los hondureños, Reinaldo Rueda, lloraba en la conferencia de prensa, después de haber quedado fuera del mundial junto a Costa Rica. Dijo, que hubo relajamiento, pensando en que los partidos se ganaban primero antes de jugarlos.

Hoy Panamá tiene que mirarse en el espejo de Honduras y Costa Rica, que tuvieron buenas selecciones, con jugadores de talla internacional, pero que en los últimos años lucen apagados.

Por el contrario, Panamá ha contado con generaciones que le están dando brillo al fútbol panameño, pero por nada se pueden dormir en los laureles, porque atrás vienen selecciones con hambre como Haití y Curazao, que sorprendieron al clasificarse directos a la Copa del Mundo del 2026.

Los jugadores no pueden perder la humildad, que un sector del periodismo la ha perdido. No se puede mirar al rival por encima del hombro, hay que ser un buen profesional y nunca pensar ni hablar más de la cuenta. Rueda se lamentó con Honduras, que algunas veces se pensó que se había ganado un partido antes de disputarlo.

Panamá ha evolucionado, aunque a nuestros vecinos les cuesta admitirlo, porque siempre miden su historia con el presente panameño.

Lo del martes 18 corroboró que Panamá es el mejor del área de Centroamérica, como lo certifica el ranking FIFA, pero por nada del mundo hay que creerse más que nadie, hay que mantenerse humildes y seguir mejorando, para que el proyecto se continúe construyendo en aras de ser los mejores.

Falta todavía ganar algo importante en el área, para que estas dos clasificaciones a una Copa del Mundo tengan sustento. Lo importante es que finalmente se clasificó al mundial del 2026, aunque primero hayamos tenido que pasar un susto.

El martes el fútbol volvió a darle una alegría a Panamá, ya son dos clasificaciones a un mundial, que como dijo Blas Pérez, es señal de que las cosas se están haciendo bien. 

Por eso hay que continuar el trabajo que comenzó a trazarse desde hace muchos años y que generaciones como la actual, lo está certificando con resultados, el último de ellos, con una segunda Copa del Mundo.

!Felicitaciones, a la selección!

viernes, 14 de noviembre de 2025

LO QUE DIOS QUIERA

TIRO A GOL 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Con Thomas Christiansen, Panamá consiguió cambiar la historia en El Salvador y Guatemala, en donde no se había podido ganar en partidos de las eliminatorias mundialistas. En ambos, con la soga en el cuello, por la manera como se complicó el camino a la Copa del Mundo de 2026. Por lo menos, con la victoria del jueves en el Trébol, se tiene asegurado un cupo en el repechaje continental.

El jueves se ganó el partido que se tenía que ganar, como fue la consigna en el Cuscatlán, con mucha presión, nervios, sufrimiento, hostilidades y sin pasar por alto el odio desenfrenado que le profesan a Panamá en Centroamérica, por lo menos en el mundo de las redes sociales. Sin embargo, la selección se sobrepuso a esas cargas e hizo valer la supremacía que tiene respecto a los salvadoreños y chapines, que por mucho que sus fanáticos ladraron por las redes, sus selecciones no mordieron.    

No voy a entrar en detalles del partido, pero sí hay que destacar, que en este tipo de compromisos la unión hace la fuerza, el jueves quedó demostrado con la entrega que se puso en la cancha. Así es que se ganan los partidos. No importa si se jugó bien o mal, lo que vale en una eliminatoria mundialista es la victoria.

Waterman hizo con un doblete, en acciones individuales y con remates sorpresivos, que no se habían dado en los primeros cuatro partidos, dos acciones que desequilibra cualquier sistema defensivo del rival. Fajardo, por su parte, uno de los más criticados, marcó el gol de la victoria. Los dos goleadores aparecieron cuando más se los necesitaba.




Ahora, el próximo martes, se viene el desenlace en que Surinam y Panamá se juegan el pase directo al mundial y al repechaje. Por allí escucho el clamor de panameños pidiéndole a Guatemala que termine con la frente el alto y con honor ante Surinam, como si El Salvador no viniera al Rommel Fernández también a finalizar con honestidad.

Me parece que Surinam ha sido la sorpresa del grupo y el mejor de los cuatro, por más que Panamá haya sido el gran favorito. Ellos, igual que los de Thomas Christiansen, están invictos y veo difícil, no imposible, que un equipo eliminado, desmotivado, desmoralizado y desanimado, los pueda derrotar. Pero como le escuché decir a alguien, en el fútbol cualquier cosa puede pasar. 

Surinam vino al Rommel e hizo ver mal a Panamá, fue el único de los cuatro del grupo que le metió dos goles a El Salvador en el Cuscatlán, el único que hasta el momento ha ganado en casa, el único que metió cuatro goles en un partido y  el más goleador del grupo. Tiene todo para terminar primero, pero así como en el fútbol puede pasar cualquier cosa, también se dice que un partido no se parece a otro. 

Guatemala será nuestro juez, si es que Panamá golea a El Salvador como se está ventilando en todos los corrillos del fútbol.

Pero me sumo a lo que dijo Christiansen, hay que ganar sin pensar en el marcador, porque eso también presiona al equipo. Lo importante es que los partidos son simultáneos, por lo que desde ya muchos están esperando una victoria en el Rommel, y que se repita lo que sucedió en el 2017, cuando Trinidad y Tobago, de local, sorprendió derrotando a Estados Unidos.

Vuelvo y repito. Surinam fue el mejor del grupo y aunque el fútbol no es de merecimientos, tiene grandes posibilidades de clasificar de primero, que sería justo si lo consigue.  Pero esperemos al martes.

Lamentablemente, Panamá no hizo bien las cosas en el Rommel Fernández, en donde dejó escapar cuatro puntos que hoy le están pasando factura. Por el momento que se mentalicen en ganarle a El Salvador con goles, y como siempre me dice una tía religiosa, que el martes en el Trébol: pase "lo que Dios quiera".

jueves, 13 de noviembre de 2025

CUANDO LOS PERROS LADRAN...

TIRO  A GOL 


Recibimiento en Guatemala a Panamá.




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Con lo que le sucedió el miércoles a la delegación de Panamá a su llegada a Guatemala, me vino a la memoria la métafora que se le atribuye erróneamente al Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, cuando en medio de este desacierto, el Quijote le contesta a su escudero Sancho Panza, que si los perros ladran es señal de que cabalgamos.

La frase original es del alemán Johann Wolfgang von Goethe, en su poema El Ladrador, publicada en 1808, que en una parte señala: "Pero sus estridentes ladridos, solo son señal que cabalgamos".

Esta frase es una muestra de lo que viene haciendo el fútbol panameño en su caminar de los últimos 10 o 20 años y que pareciera que hoy todavía nuestros vecinos del área no lo quieren asimilar.

Lamentablemente, el escenario que pasó el miércoles no es de todos los guatemaltecos, sino que es de un sector de las barras bravas que viven más el fútbol, y que cuando sucede estos hechos, se dice que forman parte del fútbol, sobre todo cuando se juegan las eliminatorias.

Recuerdo hace más de 30 años, cuando viajaba a Centroamérica a cubrir los partidos de la selección. Antes de bajarnos del avión, uno miraba a través de los ventanillas y desde abajo los que recogían las maletas nos levantaban una mano con los cinco dedos bien abiertos, en señal de que su país nos iba a golear.

Pero ya esos tiempos pasaron. Hoy la realidad es otra. Panamá ha avanzado y los vecinos se han quedado. Por lo menos Guatemala es uno de ellos.

Entonces, no sé si es por envidia, o por lo que dicen los influencers panameños en este mundo convulsionado de las redes, que en Centroamérica le han cogido fastidio a la selección nacional.  El miércoles se pudo palpar con un sector de la afición chapina a la llegada de Panamá al aeropuerto de Guatemala, claro, todo con el apoyo de su gobierno que facilitó el show para el mal recibimiento a los nuestros.

Pero eso es parte del fúbol, lo que en Panamá es deconocido, porque en los países vecinos se nace con esa cultura del balompié, allá desde que se es un niño se escoge a un club para amarlo, quererlo y morir con él. Y todavía peor cuando se trata de la selección. 

Entonces, lo que pasó este míercoles es señal de que el fútbol panameño está cabalgando, hoy en toda Centroamérica le ladran, en un sentido figurativo, cuando la enfrentan, porque de un tiempo para acá, Panamá pasó de ser la cenicienta para convertirse en el mejor seleccionado del área, aunque en estos momentos esté pasando por una situación incómoda en la eliminatoria, que nadie se imaginaba, y que la podría dejar fuera del mundial.

El mote de favorito le pasó la factura, hoy Guatemala sueña con vencer a Panamá y ganar su siguiente partido ante Surinam, para conseguir el sueño que los panameños lo vivieron hace siete años.

No sé si hoy se gane, se empate o se pierda, pero independiente del resultado, que espero sea una victoria, el mundo no se va a acabar para Panamá, se continuará con un mundial femenino de futsal en los próximos días, y sus jugadores se mantendrán siendo protagonistas en el exterior. Sin entructura ni un fútbol profesional, hoy los panameños cabalgan más en este deporte que sus vecinos de Centroamérica. Es una realidad.

Hoy es un partido díficil para Guatemala y Panamá, que por más que se juegue en un estadio chico e incómodo para los nuestros, por su estilo de juego, la consigna de los dos rivales será llevarse los tres puntos. En el equipo local hay nervios, pues su rival ya no es la cenicienta a la que antes todos la vencían, hoy se ha ganado el respeto de propios y extraños, por eso entiendo el comportamiento de las barras y todo el antagonismo alrededor de los nuestros.

Le deseo la mejor de las suertes a Panamá, ojalá que con lo que pasó el miércoles, se haya quitado parte de esa presión, que como su rival de patio, deben de tener cada uno de sus  jugadores por todo lo que se juega. 

Está en sus manos, jugadores, no en el entrenador. Ustedes serán los protagonistas en la cancha del Trébol. Es un partido difícil, pero a veces, lo difícil es lo que hace grande al hombre.

¡Suerte!  

jueves, 6 de noviembre de 2025

LAS 20 VERDADES DE CHRISTIANSEN

CONFERENCIA 



Thomas Christiansen, entrenador de Panamá   FOTO/Fepafut




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com



Las 20 respuestas del entrenador Thomas Christiansen, durante la conferencia de prensa de este jueves 6 de noviembre, de cara a los partidos del 13 y 18 de noviembre ante Guatemala y El Salvador, los últimos de la eliminatoria de la CONCACAF para la Copa del Mundo 2026.

A continuación sus 20 respuestas a las preguntas de los comunicadores, de cara a estos dos partidos cruciales, que serían los números 81 y 82 en la era Chiristiansen:

- Nosotros trabajamos siempre con ilusión, con fe, y con confianza respecto al equipo. Sabemos a lo que nos enfrentamos. Estamos preparados para esos dos desafíos que tenemos, sobre todo para el de Guatemala.

- (Sobre el Trebol, el escenario del partido del 13 ante Guatemala). Ni juega en contra ni a favor. Lo que siempre nos motiva es jugar en un estadio con ruido. No nos gusta jugar en un estadio con la gradas frías. Ya hemos vivido esto mismo en otros momentos, en el Cuscatlán, en el Saprissa, y eso es algo que motiva al jugador.

- La palabra madurez y liderazgo es importante en esta eliminatoria. El equipo ha crecido en estos últimos cuatro, cinco años, con esas experiencias, las vivencias de los hechos, de haber conseguido resultados muy  buenos. También de lo que no hemos conseguido, pues se aprende de ello, y eso genera que el jugador ya venga preparado. Y en estos dos partidos, ellos ya saben la importancia que tienen.

Convocatoria para los dos últimos partidos.



- Nosotros hemos hecho análisis de los partidos de El Salvador y Surinam. Confíamos en todos los jugadores, y como lo he dicho en otras ocasiones, es importante generar. Tener jugadores que se atrevan, no jugadores que no aparezcan cuando hay momentos importantes. La selección ha mostrado siempre que queremos meter goles, hemos generado tantas ocasiones. Lo único, que el fútbol es un hilo bien finito, que te decide si ganas o que puedes perder. Nosotros y los jugadores hemos ido con todo para ganar los partidos, pero no hemos tenido esa fortuna de cara al gol. Pero me preocuparía, como he dicho en otras ocasiones, si no generáramos las ocasiones. Si mirás los partidos verás las ocasiones claras que hemos tenido para ganar.

- No quiero decir que Thomas Christiansen se juega un mundial. Todo el país y toda la selección nos jugamos esa clasificación. El hecho de que ahora tengamos una plantilla con 25 jugadores, es porque quiero esa competencia. Quiero verlos en los entrenamientos, quiero verlos con hambre, con ambición de decir aquí estoy yo, dame una oportunidad. En otras ocasiones me he regido por las sensaciones que tengo con los jugadores en los entrenamientos. Si yo veo que está enchufado, si está con ganas, quizás tenga que jugar. Pero, por supuesto, tenemos nuestro plan de lo que queremos hacer, cómo lo queremos hacer, y de qué manera. Y cuál puede ser el plan B o C, según el partido, pero ahora tienen que ir todos con hambre.

- El fútbol no es solo estadísticas, hay más cosas que vemos en un cuerpo técnico, que al final queremos buscar el conjunto en sí, o la finalidad global de ganar los partidos. Allí tomamos decisiones. Algunas veces hay jugadores que pueden estar en un buen o un mal momento. Pueden estar haciendo un buen primer partido contra El Salvador, y luego en el segundo no estar a la altura, o viceversa. Allí puede ser también por el rival que defiende de una manera específica, que exige de otra, entonces allí tenemos que tener los recursos. Y como lo he dicho, en esta convocatoria tenemos que tener muchas variantes.

- Sabemos todo lo que nos jugamos para estar en un mundial. Sabemos de la responsabilidad que tenemos y por eso nos ilusiona saber que podemos transmitir esto a la gente que nos sigue.

Alberto Quintero, la novedad entre los convocados. FOTO/Plaza Amador



- Este mes ha sido como los anteriores, mucho trabajo, muchos análisis, mucho de buscar soluciones, ver qué se puede hacer. Buscar alternativas, no solo futbolísticas, sino también sobre el terreno de juego. Uno de los cambios es Alberto negrito Quintero, que ya nos conoce. Es un jugador con experiencia, con liderazgo, que está por un buen momento, y sobre todo, que encaja muy bien para estos dos partidos.

-(La clave para clasificar ) La ilusión, las ganas, competir los últimos 180 minutos, como si fuera el último partido de su carrera, que seguro lo van a hacer, y estoy totalmente convencido.

- (Carlos Harvey) He tenido conversación con Harvey desde hace semanas, lleva tiempo entrenando con su equipo, tuvo 12 minutos el otro día. De la lesión está totalmente recuperado, y es un jugador que nos puede ayudar mucho tanto en defensa como de mediocentro. La ausencia de Jorge Gutiérrez fue una decisión táctica, porque en esa demarcación tenemos a varios jugadores que le pueden suplir, en caso de necesidad.

- (De Guatemala) La baja de Nicolás Samayoa es muy importante, es uno de los líderes de esa defensa junto con Pinto. Esa dupla llevan jugando mucho tiempo, se conocen, ahora la responsabilidad es para ese chico joven que tiene que jugar en esa posición, siempre y cuando no baje del mediocentro, en esa línea defensiva, pues lo van a notar. De Óscar Santis, pues sabemos de la calidad que tiene, las pocas oportunidades que tiene para meter un gol. Si habéis analizado a Guatemala, las pocas ocasiones que han generado y la eficacia que han tenido, han sido importantes, y para eso nosotros tenemos que estar también pendientes, tanto de él como de todo el equipo.

- (El Rommel Fernández pesa)  Cuando se juega en el Rommel, el jugador quiere devolver ese apoyo y ese agradecimiento a los aficionados que van al estadio a apoyarlos, y eso genera ese registro de querer agradar a la afición.

- Con Ismael ya he hablado, está recuperado. Si ha tenido una molestia que no deja de ser una molestia, no es una lesión, lo que le impidió estar en un juego, pero ya está listo para el siguiente partido, según parece, puede jugar de titular, que es lo que todos queremos y seguro que nos va a ayudar mucho. Jovani welch ha estado mucho tiempo lesionado, pero ya lleva varios partidos compitiendo los 90 minutos con el Monagas.




- Después del último partido con Surinam he venido a la federación a trabajar con mucha ilusión, con confianza, teniendo las cosas claras de lo que queremos hacer, de cuál es nuestro plan, cuáles pueden ser las variantes, pero sobre todo con ilusión y las ganas de que queremos hacerlo lo mejor posible. Por supuesto, que eso no garantiza que ganes el partido, pero te deja en buena posición para hacerlo.

- Todos nos conocemos, ya llevamos muchos partidos jugando contra Guatemala, contra El Salvador, sabemos lo que quieren proponer, lo que hacen, pero allí están los matices que hace que pueda haber por lo menos una variante. Nosotros, por ejemplo, sabemos o entendemos que pueden haber algunos cambios en ese aspecto, pero bueno, eso ya lo veríamos.

- No me preocupa jugar en Guatemala. Que las estadísticas no nos respalda, pero eso tampoco lo hizo en El Salvador. Lo que quiero es que el equipo tenga hambre, tenga ambición, que quiera competir y que quiera ganar desde el minuto uno. Hay momentos que nos generan peligro, pero viendo lo que hemos generado nosotros arriba, debería ser suficiente para ganar el partido.

- Aquí no hay nadie que quede descartado, sino pregúntaselo a negrito. Nosotros hacemos semanalmente un seguimiento a los jugadores que creemos que puedan ser seleccionables. Sabemos que lo que está haciendo Eduardo Guerrero en el Dínamo de Kiev desde que vendieron al delantero centro, pues ha tenido más minutos. Pero la competencia es alta en esta selección y hay que tomar decisiones. No puedo llamar a ocho delanteros en esa demarcación. Y luego también hay que ver qué tipo de perfil se quiere buscar, específicamente para estos dos partidos.

- (¿Del 1 al 10, qué tan confiado está en que Panamá pueda clasificar a la siguiente Copa del Mundo?) 10, por su puesto. Con mucha fe en el equipo, en el cuerpo técnico, de que hemos preparado de la mejor manera los partidos y que los jugadores van a poder dar el máximo rendimiento sobre el terreno de juego. Y eso nos tiene que dar la victoria y la clasificación.

-(El cuerpo técnico ha sido autocrítico sobre lo que han hecho mal) Esa es la diferencia entre el cuerpo técnico y los analistas. Nosotros preparamos un partido con la idea de ganarlo. Claro, el analista después de conocer el resultado hace sus análisis y saca conclusiones de lo que ha pasado. Nosotros hacemos autocrítica hacia dentro, no queremos decir en qué hemos fallado. Si digo ahora en qué hemos fallado, en los aspectos ofensivo o defensivo, o lo que sea, ya estoy dando indicaciones, entonces voy a analizarlo con mi cuerpo técnico. Y por supuesto, he cometido errores como lo cometemos todos, y eso es lo bueno de la autocrítica. Pero yo lo puedo comentar con mi gente y los jugadores, porque ellos también deben saber que todos somos humanos. Pero lo más importante es intentarlo, yo no castigo a un jugador por cometer un error, por fallar un pase, yo puedo castigar o enfadarme, si no tiene intenciones de hacer las cosas. Es lo mismo que si vamos a la portería. Si no la metes, está allí, insiste, quiere intentarlo, quiere hacer lo mejor posible para él y para el equipo. Pero la autocrítica, la miramos hacia adentro.

- (¿Hay plena confianza en Fajardo?) Es una oportunidad única no solo para José, sino para todos los jugadores de la selección. Se les abre un abanico en lo económico y en lo deportivo. Y de tranquilidad y estabilidad. Nosotros queremos sacar el máximo rendimiento de todos. José, sabemos todos lo bueno que es, y qué ha fallado en momentos claves, es verdad, pero también nos metió en la otra fase de la Copa América, Hay momentos en que un jugador falla, pero también los demás jugadores tienen que presionar,  estar atentos. Ahora vienen los entrenamientos en los que quiero ver esa hambre y ese: aquí estoy yo.


martes, 21 de octubre de 2025

ENTRE EL CORAZÓN Y LA CONCIENCIA

TIRO A GOL 



Thomas Chritiansen  FOTO/Fepafut





Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com



"Me dice el corazón: no pierdas por nada esta ocasión, pero me grita la conciencia: equivocarse de nuevo no puede ser coincidencia". 

"Me dice el corazón: olvidar es mejor la pasada experiencia, pero me grita la conciencia: peligro, cuidado, utiliza la razón".
 
Tomé estas letras del tema Conciencia del panameño Omar Alfanno, como cabecera en mi columna, para mi análisis de las dos fechas que faltan de la eliminatoria de la CONCACAF con miras a la Copa del Mundo del 2026. No está de más señalar, que para mi es lo mejor que ha escrito el gran compositor veragüense.

Hoy, por mucho que le hagamos caso a lo que nos diga el corazón, para estar con Panamá hasta el final de la eliminatoria, la conciencia le terminó de cambiar el pensar a muchos que están desconfiados e indecisos, por lo peluda que se puso el final de esta película. El público, los medios y muchos no estábamos preparados para este desenlace, porque lo que habían vendido en el ámbito futbolero era otra cosa, algo así, como que para esta altura de la contienda la selección estaría clasificada.

Pero hoy, con dos partidos para terminar la eliminatoria, la realidad es otra. Más complicada de lo que se imaginaron los jugadores y el propio Thomas Christiansen. Es una situación que se puede resumir con estas palabras: dos partidos para ver la gloria o el infierno.





Y por más que el corazón anime a muchos, para pensar en que la selección clasificará al mundial, la conciencia ha hecho desconfiar a otros muchos, que ya se han bajado de la Thomaseta.

En este último tramo, hay tres destinos metidos en tres realidades entre las selecciones de Surinam, Guatemala y Panamá. Los tres con el destino en sus manos y cada uno con posibilidades de clasificar de primero en el grupo A.

Claro, a pesar de que hay que tener el corazón con todas las esperanzas puestas con Panamá, tampoco nos podemos desconectar de esa realidad que muestra la conciencia.  


Selección de Panamá  FOTO/Fepafut



Pese a que Panamá haya comenzado como favorita en esta fase final, por todo lo bueno que hizo en los últimos años, hasta antes de toparse con la actual eliminatoria, de momento Guatemala y Surinam la irrespetaron en en el Rommel Fernández. La hicieron ver mal, aunque haya tenido más ocasiones de gol en los dos partidos. Ese hecho de favorita ya no cuenta, aunque ese mote se siga empleando cuando afuera los medios se refieren a los de Christiansen, pero es obvio que a esta altura de la competencia nadie se siente más que el otro, los tres cuentan con las mismas opciones de clasificar, que no es otra que ganar sus compromisos finales.

Pero ganar de local ha sido un problema en lo que va de la eliminatoria, en cuatro jornadas todavía nadie lo ha conseguido. La pregunta es: ¿Se mantendrá esa constante hasta el final? Por lo que ha mostrado la eliminatoria, es impredecible afirmarlo.

Sin embargo, es seguro que el corazón le estará diciendo lo mismo a los panameños, guatemaltecos y surinameses: "sí se puede ganar", por más que la conciencia les muestre con cabeza fría y con argumentos todo lo contrario.


Selección de Guatemala FOTO/Internete



Pero dentro de todo ese panorama que nos presenta la parte final de la eliminatoria, me parece que por el calendario, Guatemala tiene en el papel las opciones más "claras" de clasificar, por jugar sus dos últimos partidos en casa, si se puede llamar "claras", en medio de este ambiente de incertidumbre que ha sido impredecible.

Solo les basta ganar y chao, teniendo para la ocasión como aliado a un estadio chico, llamado el Trébol, con capacidad para 7 mil personas, que tendrá al publico pegado a la cancha gritándole al oído de su rival, en lo que se anticipa será un ambiente hostil, como se lo escuché decir a Blas Pérez, que jugó allí con el Municipal.

Tampoco es sencillo para los chapines, porque recibirá a los dos líderes del grupo que la superan por un punto, el 13 de noviembre a Panamá y el 18 a Surinam. Pero si hay que señalar, que a pesar de haber comenzado con una derrota en casa ante El Salvador, se levantaron y hoy tienen la oportunidad de su vida, para estar en su primer mundial siempre que hagan respetar la localía.

Mientras Guatemala llega motivado para su partido del 13 de noviembre frente a Panamá, el mismo Christiansen y sus jugadores llegarán presionados. Pero la presión también la tienen los de casa, por más que su estadio sea un extra para alcanzar la victoria. Estamos en una eliminatoria incierta, que en cuatro jornadas nos ha mostrado que jugar en casa no es garantía de un triunfo. 


Selección de Surinam  FOTO/Internet



Y no voy a hablar de la historia, por más que el corazón les diga a los guatemaltecos que Panamá nunca ha ganado en tierra chapina en partidos de eliminatoria, porque la conciencia les podrá restregar en sus caras, que en la historia actual, Panamá ha sido el mejor del área centroamericana, aunque en estos cuatro partidos de la fase final no lo haya demostrado con los resultados.

Pero en el presente, ya Guatemala sacó un empate en el Rommel Fernández y dejó una buena impresión, pero eso no quiere decir tampoco, que ya lo tiene todo servido, porque enfrente tendrá a una fuerte selección que también ganó en el Cuscatlán, empató en Surinam y está invicta en lo que va de la contienda.

Dentro de todo el drama que tienen los tres países del grupo A con opciones de alcanzar el pase directo al mundial y, que en caso de no alcanzarlo, con las posibilidades de colarse entre los dos mejores segundos lugares de los tres grupos de la eliminatoria, para acceder al repechaje continental, la situación de Panamá es más que incierta, porque de los tres aspirantes, es el que lo perdería todo si llegara a fracasar en alguna de esas tres posibilidades. Ni me lo quiero imaginar, por más que el corazón me diga que no va a suceder, mientras la conciencia nos grite de estas probabilidades.

Entonces ¿qué hacer? Hoy casi una gran mayoría le echan la culpa de todos los males al entrenador Thomas Christiansen, como si los jugadores no tuvieran nada de culpa, cuando son tan culpables como su mismo director. Los goles que desperdiciaron en cada uno de los cuatro partidos fueron su culpa, no de su entrenador, pero es obvio, que frente a esta situación, la responsabilidad siempre recaerá en el entrenador. Pero para mi, los jugadores son tan culpables como su entrenador, no los exonero. ¡Culpables son!

No hay que dejar de reconocer tampoco, que Panamá es el seleccionado con más roce internacional de los cuatro integrantes del grupo, con un proceso de cinco años, en que suman muchas horas de vuelo en Copa Oro y Liga de Naciones con sus dos finales, Copa América, todas jugando casi que hasta las instancias finales, y antes de comenzar esta fase, ya venían de disputar cuatro partidos de la eliminatoria en la primera fase.

Por mucho que el corazón sea solidario con la selección, es extraño que la ansiedad los haya presionado tanto como para no ganar en casa y errar las oportunidades de gol, tomando en consideración que Panamá ha sido el que más ocasiones propuso en las cuatro fechas. No se puede explicar, en todo caso, que una selección con tanto roce y un proceso más largo que el de sus tres rivales, esté hoy en una situación tan incómoda que nadie se lo imaginaba.

Dice el argentino Jorge Valdano, que un equipo es un estado de ánimo y que dependiendo de su etapa en la que se encuentre, sea en un estado negativo o positivo, eso influye en los aspectos tácticos, técnicos y en la confianza o lo anímico de los jugadores. Una tarea en la que su entrenador tiene que convertirse en un especialista del juego y en mejorar el comportamiento de sus dirigidos.

Christiansen ha sido muy complaciente con algunos jugadores, además de que su sistema de juego ya lo tienen referenciado, pero su principal pecado radicó en que a muchos de estos jugadores que no le han rendido lo suficiente, les siga brindando todas las oportunidades. Pensar en que haga un cambio drástico, lo dudo, porque él siempre se ha mantenido fiel a su filosofía, casi que jugando con los mismos. Pensaría yo, que son en los que más confía y en los que tiene contemplada todas sus esperanzas. 

Hoy los medios y el público le piden cambios y hasta le proponen un par de jugadores veteranos, que aunque no han sido parte del proceso, son exseleccionados activos en la LPF que fueron parte en el Mundial de Rusia. Es difícil que el técnico rectifique y modifique en unos días, todo su plan de trabajo de años.

A mi me parece, que la solución la tienen los propios jugadores, sean los mismos o los que los reemplacen. La actitud será clave. Todos han visto lo que hicieron mal y lo que tienen que corregir. Yo no creo en salvadores, en esta crisis me parece que los jugadores tienen que recuperar su estado de ánimo para bien del equipo. No hay de otra. Y lo principal, atinar en las oportunidades de gol que se le presenten. Ser contundentes,  tener carácter, y todo lo que la gente y los medios les pide partido a partido, porque aunque no estamos en la cancha jugando, estamos observando lo que antes se hacía y lo que ahora se dejó de hacer, hoy pareciera como si se les hubiera borrado el casete. Se ha perdido la esencia del equipo que hace un par de años se robó los aplausos. 

El 13 de noviembre frente a Guatemala, estaremos en el partido número 81 en la era Christiansen, diría que en el más importante que tendrá que dirigir el entrenador europeo, para cumplir con la asignatura por la que se le renovó el contrato después de quedar fuera del último mundial. Es el cielo o el infierno, aunque el corazón me diga que si se puede y la conciencia me grite, que equivocarse de nuevo no puede ser coincidencia.


FOTO/Fepafut



Pero para los que nunca le mostraron importancia, lo que se juega hoy son las eliminatorias, palabras mayores, donde Panamá no ha convencido ni en los primeros cuatro partidos de la primera fase, frente a selecciones más modestas, pero que se le ganó a todas, ni mucho menos en lo que va de la fase final. Esa es la gran diferencia entre lo que es una Copa Oro, una Liga de Naciones e incluso la Copa América, donde se fue a aprender.  

Pero eso, lo de 
los cambios que pide la gente y los medios será tarea de Christiansen. Yo no propongo jugadores, porque considero que el que entre a jugar tiene que aportar para cambiar la historia de esta eliminatoria, con su buen actuar, su carácter y su garra. El nombre que se ha ganado Panamá en el área, tiene que hacerse respetar y que cada uno de los que se pongan la camiseta, lo demuestre con personalidad.

Si me dieran para escoger jugadores, repito, eso es potestad del entrenador que lidia día a día con ellos. Yo solo pondría a los que me gustaría que comenzarán en el once titular: el portero Orlando Mosquera, los centrales Fidel Escobar, Andrés Andrade, y los volantes Adalberto Carrasquilla y Cristian Martínez. El resto sería potestad del entrenador, pero por favor, que sean caras diferentes de las últimas alineaciones titulares que estuvieron en los primeros cuatro partidos. Si se requiere de ellos, para eso está el segundo tiempo.

Mientras llega el 13 de noviembre, esperemos que el corazón y la conciencia se pongan de acuerdo en algo.
  

miércoles, 15 de octubre de 2025

UN EMPATE A LOS TRANCAZOS

 TIRO A GOL



Panameños al final del partido. FOTO/Deportes RPC




Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Una noche antes el partido, un grupo de aficionados panameños fueron a las afueras del hotel donde se alojaba la selección de Surinam a ponerles música y a hacerles bulla, pero para sorpresa de los que allí estuvieron, los integrantes del equipo surinamés salieron a bailar, como se reflejaba en las imágenes de varios videos que se hicieron virales. 

Esa era la previa del partido Panamá-Surinam, que nos mostraba que mientras los de Surinam lucían relajados frente a la situación del hotel, seguramente, que en otro extremo de la ciudad, los jugadores de Panamá estarían más concentrados en su hotel, pensando en su partido del martes 14, en el sufrimiento que han padecido en cada uno de los tres compromisos de la fase final de la eliminatoria, en no decepcionar de nuevo a la gente que los acompañe al Rommel Fernández, y en cualquier otro pensamiento que los intranquilizara.

Salvó la noche. FOTO/Fepafut



Era algo natural, la visita no tiene nada que perder y mucho que ganar. En poco tiempo, Surinam se ha ganado la admiración en la región por el crecimiento en su fútbol. Cuando todos pensaban que Guatemala y El Salvador eran los rivales a vencer, los surinameses le ganaron a los del Bolillo Gómez en el Cuscatlán (1-2), después de debutar en casa con un empate sin goles ante Panamá, y estuvieron a poco se repetir con otra victoria en el Rommel Fernández, que hoy lo tiene de líder en cuatro jornadas, en un grupo donde todavía ningún local ha podido sacar los tres puntos.

Por el contrario, Panamá es el equipo presionado, en que su rol de favorito les pesa un montón a cada jugador y a su entrenador, por eso, los de Thomas Christiansen tienen mucho que perder si llegaran a fracasar en su intento de clasificar al Mundial del 2026. Dios los libre.    

Ya el martes 14, con casa llena en el Rommel Fernández, Surinam mostró tranquilidad y confianza en cada jugador, diferente a Panamá, en que volvió a verse presionado en el Rommel Fernández frente a un rival de la escuela holandesa, que sabe jugar cuando tiene el balón o no lo tiene, que atacó poco, pero cuando lo hace es mortífero, que es veloz cuando va al frente por las bandas o el centro, que se defiende sin perder los estribos, que desde atrás es organizado en sus salidas, que no se complica cuando tiene que reventar el balón en los momentos en que se ve en apuros, y que sabe controlarse como cuando los de Thomas Christiansen los tuvo contra las cuerdas.

Ese es el panorama de Surinam, que se aprecia mejor cuando se asiste al estadio, que cuando se lo ve por televisión.

Esa presión de Panamá de jugar en el Rommel frente a su público se volvió a hacer notoria el martes. Édgar Bárcenas, el más flojo del partido, desperdició un regalo del portero Ettiene Vaeseen, en un mal saque que se lo dejó al panameño, y Eric Davis malogró otro gol cantado que le puso Cristian Martínez e inexplicamente, pareció un defensa más de la visita, cuando la tiró afuera.




Acto seguido llega el gol de la visita. Un balón que recogen de una llegada de Panamá, lo transportan desde el centro, tres pases hasta ponerla por el lateral derecho, donde Davis, en vez de ir a la presión, se echa más atrás para facilitarle el centro a Tjaronn Chery, que a ras de piso pasa a Richonell Margaret, quien se anticipa a Cristian Martínez y Adalberto Carrasquilla, para anotar el 0-1.

Otra vez más, como pasó en El Salvador, Martínez y Carrasquilla terminaron de centrales ante la ausencia de los defensas, en una jugada en que volvieron a verse sorprendidos cuando se ataca, como suele suceder cuando se juega con tres centrales en una línea de cinco.

Minutos después viene un centro a la olla de Michael Murillo y Bárcenas con la portería en sus narices la tiró por arriba. Y en seguida, Orlando Mosquera evitó el segundo gol de Surinam, en donde Panamá se salvó milagrosamente.

En los cinco minutos finales, Panamá encimó y acorraló a la visita como lo hizo en los últimos 20 minutos del segundo tiempo.

Panamá tuvo para empatar antes del gol de Ismael Díaz cuando se jugaban cinco de los diez minutos de reposición, pero la desesperación sobrepasó la serenidad, la calma, la tranquilidad. Los tiros hicieron figura a Vaessen, pues todos llegaban cerca a su humanidad, no se lo exigió abajo, todo fue para su lucimiento, Davis se cansó de hacer centros a la olla a lo que sucediera, pero eso no le quita méritos al buen partido del cancerbero visitante.

Selección de Surinam





Surinam se defendió con todo, aguantó sin desesperarse, bloqueó, hizo todo lo que pudieron, pero  Panamá atropelló con fuerza, hasta que al final sucumbieron en una llegada, en la que los defensas visitantes se durmieron.

El portero panameño fue exigido abajo en las postrimerías del segundo tiempo, en una de las contadas llegadas del seleccionado visitante, que por muchos momentos no pudo controlar el balón ante la presión de los de casa.

Al final Christiansen metió a todos los delanteros al equipo y Panamá terminó jugando a lo que saliera, a la fuerza, al atropello, sin brújula ni orden, hasta se dio el lujo de sacar a Carrasquilla y Martínez, que como  dos contenciones, habían sido los armadores del equipo en gran parte del partido. Y así al atropello y a lo que saliera, llegó la jugada providencial del gol. Según estadísticas del partido, fueron 28 remates de Panamá por 8 de la visita, 8 a la portería de Vaeseen por 4 a la de Mosquera.

Y al final pasó algo que poco suele ocurrir en el fútbol. En una jugada donde se pedía mano y penal de la visita en un centro sobre el área chica, entre los panameños y el público, que no se cansó de gritar y de alientar en los últimos minutos, presionaron al central Selvin Brown para que fuera a revisar la jugada al var. Literalmente, lo empujaron llevándolo hasta el var, y la respuesta fue negativa, como era de esperarse.

Y así entre el "Si de puede" del público, Panamá empató y sacó un punto. Me llamó la atención, que en los últimos minutos de reposición, mientras Panamá atropellaba más con fuerza que con inteligencia, a lo que saliera, Surinam tuvos dos salidas por la banda izquierda, que las hizo con clase e inteligencia, con pases cortos, triangulando en un pequeño espacio sin desesperarse por la presión del 1-1, era como si estuvieran ganando, y en una de ellas intentaron poner en aprietos. Una mirada a lo que fueron las dos caras al final del compromiso: la tranquilidad versus la desesperación.

Con la jornada del martes, Surinam sigue líder con 6 puntos, los mismos que Panamá, pero con más goles anotados; Guatemala que derrotó de visitante a los del Bolillo Gómez (0-1), es tercero con 5, y El Salvador cuarto con 3.

El próximo 13 de noviembre, Panamá visita a Guatemala, a la que tampoco ha derrotado en partidos de eliminatoria. Ya Christiansen se dio ánimo para este crucial compromiso, en el que piensa cambiar las estadísticas, como lo hizo con El Salvador en el Cuscatlán.  Las estadísticas no juegan, están para cambiarlas, seguramente les dirá a sus dirigidos antes de visitar a los chapines.

¿Le alcanzará?, asumiendo que en lo que va de la eliminatoria ningún local ha ganado. 

Lo que sí se sabe es que el sufrimiento se mantendrá latente y todavía más que en los primeros cuatro partidos que van. Tal vez, ahora, el equipo se prepare mejor para romper esta nueva estadística, como lo hizo en El Salvador, que para ganar en el Rommel Fernández.

Esta historia de sufrimiento y amargura continúa.....