martes, 9 de septiembre de 2025

PERDIERON LA MEMORIA

TIRO A GOL 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


 Lo de Panamá ya es preocupante. Con el segundo empate en cuatro días ante Guatemala (1-1), en la recta final de la eliminatoria, pareciera como si la curva de rendimiento, que por un momento estuvo en la cúspide con sus dos finales regionales y una aceptable participación en la Copa América, comenzara a descender estrepitosamente.

Bajo la dirección de Thomas Christiansen, Panamá ha sido el equipo de moda de los últimos años en la región. Todos hablaban maravillas de sus jugadores y de su entrenador, hasta convertirse en el mejor equipo centroamericano de la CONCACAF en el ránking de FIFA, lo que por obvias razones lo pusieron por primera vez en la historia de estas lides, como favorito para clasificar directo al mundial del 2026. Lamentablemente, todo eso no cuenta en las eliminatorias, que se juegan a otro precio, lo que hoy vale es el momento, no ese reciente pasado exitoso.

Anoche, en el Rommel Fernández, el público le respondió a la selección con un lleno impresionante, pero el equipo y su entrenador no le correspondieron. Los decepcionaron.




Con el 0-0 en Surinam se llegó a pensar que la cancha sintética había tenido que ver en parte con el rendimiento del equipo, pero la historia se volvió a repetir en la cancha natural del Rommel Fernández, con un rival que mostró los dientes y que muy bien pudo haber ganado el compomiso.

Hoy, todos tienen referenciado al equipo de moda. Surinam lo hizo ver mal y Guatemala, que venía de perder como local con El Salvador, vino con su garra chapina. En el Rommel vendió cara ese primer revés, sus jugadores pusieron "huevos" en cada balón que disputaron. Eso se llama vergüenza deportiva. Por eso, no es solo decir que Panamá jugó mal, hay que darle los creditos a sus dos primeros rivales que desarmaron la estrategía del seleccionado de moda en la CONCACAF. A mi en lo personal, me gustó más Guatemala que Panamá.

Como apunté el otro día utilizando un término beisbolístico, todos los rivales le descubrieron la señal a Christiansen, lo que me recordó a Colombia para el Mundial de 1994, cuando los de Francisco Maturana se pusieron de moda en Sudamérica y el mundo, hasta llevar a pensar a muchos, entre ellos al Rey Pelé, que los cafeteros iban a ganar el mundial por todo lo que había hecho en la eliminatoria, sin embargo, en Estados Unidos, fue el primer eliminado de la Copa del Mundo.

Con Panamá está pasando algo parecido en sus dos primeros partidos en los que ha sumado dos puntos de seis disputados. Al equipo de moda de la CONCACAF ya lo tienen referenciado, pero pareciera que el único que no se da cuenta es Christiansen y toda su corte de asesores.

Carlos Harvey, goleador y figura. FOTO/CONCACAF



El lunes en el Rommel Fernández, utilizando un término de mi colega Álvaro Sarmiento, la selección y su cuerpo técnico estuvieron descompensados. Guatemala, en cambio, estuvo fino en todo el partido, me pareció que la presión de favorito está haciendo mella entre los jugadores, porque da la idea que por el momento se les ha convertido en una carga pesada, sumado al mismo planteamiento que usted amable lector, yo, y sus rivales, ya conocemos de Christiansen.

Guatemala no dio libertades, por eso jugadores como Ismael Díaz, Edgar Bárcenas, José Fajardo y Aníbal Godoy estuvieron perdidos. Mientras que atrás, ni Amir Murillo, Fidel Escobar, Andrés Andrade, ni Eric Davis pudieron salir con confianza, porque le taponaban las salidas. Con Carrasquilla, se pecó al ponerlo muy ofensivo durante el primer tiempo, porque arriba perdió el panorama para pensar como muy bien lo hace cuando juega más atrasado.

Solo Carlos Harvey, que marcó el tanto del empate y se comió un gol al comienzo del segundo tiempo, fue el único pensante del equipo. Fue el jugador con ideas, dinámica, con ganas, el que le dio salida desde atrás, pero estuvo solo ante un equipo desorientado, confundido y sorprendido por el rival, que vino a jugar, a encarar, a proponer, que se defendió con garra y que no regaló ningún espacio, excepto en el gol de Harvey, que fue espectacular por su salto felino.

Con los primeros cambios en el segundo tiempo, se tuvo un poco más de salida con el puma Rodríguez, mientras en las gradas se vivía mucha angustia y desesperación, que igualmente también se reflejaba entre los jugadores y sobre todo con Christiansen y su corte de asesores.

Óscar Santis, goleador de Guatemala. FOTO/CONCACAF



 Al final el entrenador terminó jugando con puros delanteros: Tomás Rodríguez, Cecilio Waterman y Everardo Rose, éste último figura de la Liga Panameña de Fútbol, que en los pocos minutos, recibió una amarilla y no pudo dar una buena, por obvia razones, entró desorientado como estaba el resto de sus compañeros, que lucían angustiados y desesperados, como lo vivíamos todos en las gradas, observando que en los minutos finales el rival tenía más fineza cuando transitaba el balón al frente, contrario a una Panamá que jugó sin ideas, sin dirección técnica, y al final intentando a lo que saliera.

Le escuché lamentarse a Chrisitiansen de las oportunidades que tuvo Panamá con tantas llegadas ofensivas. Si, es cierto, pero todas las tiraban para arriba. Ismael Diaz fue uno de ellos. Se hilvanaron llegadas, pero el último toque no llegaba a su objetivo. Eran imprecisos, como lo fue el mismo equipo y sobre todo el cuerpo técnico. Estaban presionados con el rival, el resultado y su condición de local, ante un lleno espectacular  en el Rommel Fernández.

El equipo y Christiansen terminaron descompensados, por eso el momento poco ortodoxo de Carrasquilla, cuando sujetó de la camiseta a Darwin Low, que lo arrastró por unos metros, en su afán de frenar un avance chapín.

Por lo que hemos visto en dos fechas, estas eliminatorias están al rojo vivo. Surinam ganó de visitante en El Salvador y es líder con 4 puntos, los del Bolillo Gómez son segundos, con 3, Panamá tercero con 2 y Guatemala cuarto con 1.

El 10 de octubre, Panamá visita el Cuscatlán en el que siempre ha perdido en sus compromisos de eliminatorias y el 14 del mismo mes recibe a Surinam. 

El sufrimiento continurá en estas dos fechas cruciales. Queda un mes para que Christiansen modifique su estrategia y seguramente, haga nuevos movimientos con los jugadores. Que se olvide del pasado, ya todos lo tienen referenciado,  que piense en los que hoy le pueden  solucionar este problema que jamás se lo habría imaginado antes de enfrentar a Surinam. De momento, Panamá está fuera del mundial.

Ah, se me pasaba. Lo más nefasto de la noche del lunes en el Rommel Fernández fue cuando lanzaron los fuegos articiales, que seguramente se tenían reservados para una supuesta victoria, en medio de la decepción del público, que despejaban cabizbajos el coliseo de Juan Díaz. ¡Qué contrariedad!   


viernes, 5 de septiembre de 2025

VESTIDOS Y ALBOROTADOS

TIRO A GOL 





Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com

Muchos quedaron decepcionados con el empate sin goles de Panamá en Surinam. Incluso, colegas que transmitieron el partido, reconocían que nunca se imaginaron un juego con tanto sufrimiento, porque hay que reconocer que al final se pudo haber perdido este compromiso, con el que comenzó la recta final de la eliminatoria de la CONCACAF para el Mundial del 2026.

El desencanto fue más que nada porque muchos estaban convencidos que se iba a golear, por el solo hecho de ser los mejores de Centroamérica de acuerdo al ránking de FIFA. Era el cuarto mejor de CONCACAF, número 30 en la clasificación general, contra el número 136 y décimocuarto en el área.

Pero al final, el equipo local, de buena presentacion, volvió a desnudar las falencias que conocemos en defensa del equipo de Thomas Christiansen. Los balones largos por las bandas o el centro, que originan además deficiencias en la marca en los balones cruzados,  se han convertido en un dolor de cabeza para la última línea, así algunos de estos jugadores militen en Europa.

De la cintura para arriba la selección es una: más movediza, encaradora y con aire ofensivo, pero de la cintura para abajo, es otra cosa. Te  puede hacer un buen partido, pero en uno de esos balones profundos, deslucen.




Fue un partido que así como se pudo ganar, también se pudo perder. Y lo que se hizo evidente, el rival estudió bien a Panamá, porque en muchos tramos del compromiso no le permitió lo que saben hacer del medio para el frente. Por eso el descontento general en decir que se jugó mal, sin darle algo de crédito al rival, en que pareciera que su entrenador estudió más a Panamá que Christiansen y su equipo de asesores a su primer rival del grupo.

Anoche, Surinam tenía estudiado a Panamá, seguramente, como lo harán los otros dos rivales, porque en el papel los de Christiansen son los favoritos por lo que vienen haciendo en los últimos años. Escuché decir que la cancha sintética pudo haber perjudicado a los nuestros, pero fue evidente que Panamá no pudo exhibir ese juego exquisito que ha mostrado en otros torneos, porque el rival no se lo permitió.

En la eliminatoria se sufre de verdad, nada comparado a lo que es una Copa Oro o una Liga de Naciones. Estos partidos son a otro precio, y Surinam lo mostró en su primer compromiso. 

Un empate de visitante es ganancia en una eliminatoria, se dice que para clasificar a un mundial se tiene que arañar puntos afuera y ganar como local. Seguro que en otros tiempos, este punto se hubiera celebrado con mucha algarabía en Panamá, pero acá se nos han subido los humos a la cabeza motivado por lo que viene haciendo la selección, por eso contra Surinam muchos quedaron vestidos y alborotados esperando una goleada, porque se imaginaban que se iba a enfrentar a unos muertos. 

Seguro, que todos querrán ganarle de local a Panamá y complicarle la vida en el Rommel Fernández, por el hecho de ser la favorita del grupo, y en ese aspecto los jugadores tienen que saber controlar esta situación que conlleva mucha presión. 

Lo más seguro es que sus rivales la tienen estudiada, porque su patrón no ha cambiado con Christiansen, independiente del sistema táctico que se imponga en el partido, se ha ganado ofensivamente, en que pareciera que muchas veces se atacara sin mirar atrás, pero en ese espacio entre defensa y delantera, siempre quedan huecos que hace que sean sorprendidos con facilidad cuando el rival contrataca con salidas veloces y esos balones profundos. En la Copa Oro Honduras nos dio una lección. Falta cohesión en esos espacios de la cancha.

Ante Surinam vimos el mismo patrón, con una nómina anunciada, que es la que más o menos siempre juega, pero sin variantes cuando el rival nos descubre la señal, como se dice en el argot beisbolístico. Aquí hace falta la personalidad individual de cada jugador, para marcar la diferencia, como lo hace Adalberto Carrasquilla cuando tiene el balón en sus poder, él es diferente del resto, hoy más anunciado como ofensivo cuando comparte plantel con Cristian Martínez y Aníbal Godoy, pero una sola golondrina no hace verano.

Por fortuna, El Salvador del Bolillo Gómez derrotó de visitante a Guatemala (0-1), el próximo rival de Panamá el lunes en el Rommel Fernández, y eso facilita la situación para limpiar la pobre imagen que se dejó en Surinam.

Esto apenas comienza. Quedan cinco partidos para corregir. Surinam ya nos dio una alerta. En las eliminatorias se tendrá buenas y malas noches, hay que sufrir, nada es regalado.

viernes, 29 de agosto de 2025

FAVORITOS POR PRIMERA VEZ

TIRO A GOL 





Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com

En el historial de sus 13 eliminatorias mundialistas de CONCACAF, Panamá parte por primera vez como favorita para adjudicarse uno de los tres cupos directos para la Copa del Mundo del 2026, ante la ausencia de Estados Unidos, México y Canadá, que como países sedes serán tres de las 48 selecciones que tomarán parte del mundial.

Hasta hace unos años era impensable, pero Panamá se ha ganado a pulso ese favoritismo, beneficiada en parte por lo flexible de esta eliminatoria y en donde los pesos pesados del área no participaron por ser anfitriones.

Hasta la eliminatoria pasada para Catar, Canadá, México y Estados Unidos clasificaron en ese orden para la Copa del Mundo del 2022, mientras que Costa Rica terminó en un cuarto puesto, que le dio la opción de clasificar mediante una repesca.

Tal vez hace cuatro años se llegó a pensar en una posibilidad de clasificar, por lo menos como cuarto lugar, pero hubo dos factores que no contribuyeron a ese objetivo. Uno, Thomas Christiansen pagó su novatada en su primera dirección de una selección nacional y en dirigir, igualmente, en una primera eliminatoria mundialista en una región que no conocía. Segundo, los jugadores no pudieron con la presión de esa posibilidad que se les presentó en el tapete.

Hoy, Panamá parte como la favorita en su grupo que comparte con El Salvador, Guatemala y Surinam, para clasificar a su segunda Copa del Mundo. Los méritos los tiene de sobra. En esta fase final de tres grupos de cuatro selecciones, los primeros pasan directos al mundial y los dos mejores segundos irán a un repechaje continental.

Para un veterano periodista como este servidor, nunca antes escuché que en el área nos tildaran de favoritos en una eliminatoria, ni siquiera cuando tuvimos al espectacular Rommel Fernández, a los tres hermanos magnificos: Armando, Jorge y Julio Dely Valdés, o al goleador René Mendieta. Tal vez hace cuatro años se sintó un poco ese favoritismo, pero era difícil con México, Estados Unidos y Canadá en contienda. El favoritismo se palpitaba en nuestros corazones pero sin mayores sobresaltos como se vive hoy, siempre hablábamos de mesura. Hoy es diferente por todo lo que se ha alcanzado, ahora hemos cambiado la palabra favorito por obligación.

La sentencia es: Panamá está obligada a clasificar a la Copa del Mundo del 2026. Y eso lo sabe el mismo Christiansen y sus jugadores, no hacerlo sería un rotundo fracaso.

Son dos finales regionales que se han jugado con Christiansen en la Copa Oro del 2023 y la Liga de Naciones del 2025, además de haber avanzado hasta los cuartos de final de la Copa América 2024, entre otros atributos.




Su gran actuar se refleja en el último ránking de FIFA, donde Panamá aparece en el puesto número 30, que la acredita como la mejor selección de Centroamérica.

Pienso también que Christiansen ya aprendió de su experiencia pasada, ahora conoce mejor que nadie a los futbolistas legionarios y a los de la Liga Panameña de Fútbol. También los jugadores están un poco maduros para poder llevar sobre sus espaldas ese mote de favoritismo, que nunca antes se había dado en las 12 anteriores eliminatorias.

Es notorio que en los últimos años, en el papel Panamá ha sido mejor que sus rivales del grupo: El Salvador, a quien no ha podido derrotar todavía en el Cuscatlán en eliminatorias, Guatemala, que también es dificil de vencerlo de visita y Surinam que es una incognita. Los de Christiansen vienen de pasearse literalmente en la pasada fase, está invicta, le ganó a Nicaragua, Guyana, Montserrat y Belice, con 10 goles a favor y uno en contra. 

Todo esa presión que la hace favorita tendrá que saber manejarla, sobre todo en esta fase final donde son otros rivales, porque en seis partidos pueden suceder muchas cosas. Mirémos solo a Italia, tetracampeona del mundo, que ha quedado fuera de los dos últimos mundiales.

Al final de todo, el tema que se maneja aquí es la presión que recae sobre los jugadores panameños. Es obvio, que este grupo es menos difícil de lo que fue el último octogonal, a simple vista, por todo lo que viene haciendo Panamá, pareciera que no habrá problema, pero una eliminatoria siempre es difícil. Todos los jugadores coinciden en que es a otro precio. Son partidos especiales en los que puede aparecer cualquier situación inesperada, para el que se sienta confiado antes y durante el partido.

Lo cierto es que una eliminatoria se puede perder en  un minuto. Le pasó a Panamá en la de Brasil 2014 cuando en los dos o tres minutos finales se cayó en el Rommel ante Estados Unidos, en un partido que se estaba ganando, un  resultado que la privó de la oportunidad de jugar por lo menos un repechaje. Cuatro años después, la fortuna de un gol fantasma le dio la posibilidad de clasificar directo a Rusia 2018.
 
Pero nuevamente, hace cuatro años, la posibilidad de ir por lo menos a un repechaje se perdió en los cinco partidos finales. Voy a hacer un repaso de lo que pasó para Catar 2022, para darnos cuenta que así como es importante comenzar bien una eliminatoria, es más importante terminarla mejor.

Hace cuatro años, en el octogonal final que constó de 14 jornadas, Panamá era cuarta y le llevaba una ventaja de cinco puntos a Costa Rica, que era quinta, hasta el octavo partido, sin embago, en los siguientes cinco juegos, la presión hizo mella de los jugadores y allí se perdió el sueño mundialista.

En la novena jornada los de Christiansen perdieron en su visita con la peor Costa Rica que se recuerde, se cayó 1-0, separándolos dos puntos solamente.

En la décima jornada, Panamá derrotó como local 3-2 a Jamaica, mientras que los ticos sacaron un 0-0 en el Azteca, aumentando la ventaja a cuatro puntos. En la fecha siguiente, México derrotó en su casa 1-0 a Panamá, en tanto que Costa Rica sacaba tres puntos de visitante en Jamacia con un lapidario 0-1. Ahora la ventaja se reducía a un punto.

La presión fue deteriorando poco a poco a una selección que durante las primeras fechas exhibió un juego exquisito, algunos decían que era el estilo europeo de los panameños. Muchos la veían en el mundial. Entonces vino la fecha 12 y allí se complicó más la situación para la selección . Se empató en el Rommel 1-1 con la Honduras del Bolillo Gómez, mientras que Costa Rica doblegaba 1-0 a Canadá en San José, un resultado con el que los ticos desplazaban a Panamá del cuarto puesto. Ahora los ticos eran cuartos con  19 puntos y Panamá quinta con 18.

Y para rematar la pesadilla, Estados Unidos goleó como local a Panamá 5-1, en la jornada 13, mientras que los ticos vencían de visitante 1-2 a El Salvador. Allí terminó el sueño panameño, con una jornada por disputarse.

Obviamente, hoy la historia y los rivales son otros, pero hay que recordar que la eliminatoria es diferente a cualquier otro torneo regional. Con este repaso de lo que pasó para Catar 2022, es bueno que tanto el cuerpo técnico como sus dirigidos pongan sus barbas en remojo y sepan controlar el mote de favorito. En estas lídes, no hay equipo pequeño antes de jugarlo.

Suerte a la selección. Es su gran oportunidad. Sean inteligentes. Que lo que han construido en los últimos cuatro años, no lo vaya a derribar la presión de sentirse favoritos. 

sábado, 9 de agosto de 2025

CARTAS DE AMOR

HERSILIA AGREDA 

Doña Hersilia junto a su esposo e hijos.






Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Este sábado 9 de agosto del 2025, mi madre María Hersilia Agreda Chávez de Estrada cumple 90 años de vida, 68 de ellos a lado de su esposo Julio Onías, sus cinco hijos y sus cuatro nietas.

Hersilia es la mayor de 13 hermanos de la unión del matrimonio de Epaminondas Agreda e Isabel Chávez. Sus hermanos: Martha, Herminda, Berselia, Rosa, Leonardo, Gerardo, Jesús, José, Hernando, Carmen,  Anita y uno fallecido recién nacido. 

Además de haber tenido cuatro hermanos por parte de padre: Israel, Reineiro, Olegario y Esther. 

Nació en el Tambo, Nariño, Colombia, y desde hace casi 70 años reside en Palmira, Valle del Cauca.

Desde pequeña fue una niña que siempre sintió un gusto por el trabajo, a medida que iba creciendo le colaboraba a su padre en los trabajos del campo, ayudándole en la siembra de cualquier cosa, además de los quehaceres de la casa.

Doña Hersila junto a su esposo y nietas



Pero llegó un momento que quiso abrirse paso de su pueblo para irse a trajabar a Pasto, capital de Nariño, sin embargo, su padre le aconsejó que no lo hiciera y que aprendiera un oficio como el de modistería, para lo cual le compró una maquina de coser. Allí fue que comenzó su pasión por la costura que con los años la convirtió en una gran profesional. Pero le tomó su tiempito para llegar a la perfección.

Con el paso del tiempo la atraparon los 18 años y fue entonces que se fue a Pasto, para trabajar en un almacen por tres años. Laboró en un local del señor Antonio Moreno. Allí cambió su vida con una anécdota que marcaría el antes y después de María Hersilia.

Mi madre acostumbraba llevar a la iglesia a una señora ciega, familiar del esposo de su tía donde vivía en Pasto. Recuerda que una vez vio a Julio Onías, quien no paraba de mirarla. Y no fue ni una ni dos veces, a lo que ella pensativa se preguntaba. ¿Qué será que me mira ese hombre? ¿Será que me conoce? Pero todo quedó allí.

Hasta que una noche mientras salía de un almacén y caminaba como siempre rumbo a su casa, se sorprendió con ver a su galán que se había puesto en la acera en un lugar estratégico. Cuando la vio pasar a unos metros, decidido en que ella era la mujer con la que había soñado, le tiró el un piropo.

Con los días mejoraron la comunicación y por más que doña Hersilia trataba de esquivarlo, él seguía en su intento de conquistarla, hasta que entablaron una amistad, pero sin mayores compromisos ni mucho menos pensando en un noviazgo.

La casita que la vio nacer, en Tambo.



Don Julio trabajaba en Palmira, Valle del Cauca, en el Batallón de Ingenieros Número 3 Agustín Codazzi, él era mayor 14 años que la dama a la que cortejaba. Un día le comentó que se iba a Palmira, que si le podía escribir. Hersilia le respondió de manera seca, "que le vaya bien". Una frase que desconcertó al caballero, pero que en vez de desanimarlo lo llenó de más valor, para volver a tomar fuerzas en su intento de conquistarla.

CARTAS DE AMOR

Entonces aparece aquí un episodio que cambia la vida de esta pareja. Es una situación muy pintoresca, como de telenovela.

Resulta, que don Julio no se acordaba del nombre de la dama y le pidió a su hermana Luisita, que por obvia razones la frecuentaba por comprar la leche en el domicilio donde vivía mi madre, para que se lo averiguara. Un día mi tía le preguntó a ella que cómo se llamaba, pero al parecer Luisita escuchó mal el nombre y se lo dio a su hermano sin la fe de erratas. 

Mi padre se dio a la tarea de escribirle cartas de amor y enviarlas al trabajo donde laboraba mi madre, pero, desafortundamente, con otro nombre, algo así como Elida Chávez  o Agreda, uno de sus apellidos coincidía con el de mi madre. De esa manera, la que suplantó a mi mamá recibía todas las cartas con ese sentimiento de amor que desde Palmira mi padre ponía en cada letra.

Por un tiempo Elida recibió las cartas de amor de don Julio y algunos detalles materiales, incluso la susodicha le enviaba fotos que mi padre le pedía, pero a él no le cuadraba del todo, porque no era la dama a la que había cortejado en Pasto. Pero al principio no le dio mayor importancia.

Al final, con el pasar de los días, se dieron otras situaciones que desenmascararon a la impostora. Por medio de un hermano de mi padre que visitó a mi mamá, le preguntó que si estaba recibiendo las cartas de Julio Onías, a lo que ella sorprendida le contestó que no había recibido nada. Alarmados los dos, le contaron a mi padre, que entonces viajó a Pasto en unos días que tuvo libre, para solucionar esta confusión  y reclamarle a Elida.

Mi padre enfrentó a  la susodicha y le exigió que le devolviera las cartas de amor, que con tanto sentimiento se las había enviado a su enamorada, además de algunos regalos materiales.

Estas cartas, que nunca había leído Hersilia, provocaron en parte, que mi madre comenzara a sentir algo por su galán, que no había experimentado antes, y que al final surtieron un efecto inmediato, para que la historia de mi madre tomara otro rumbo junto a su hombre que más adelante compartiría sus días con ella.

Solucionado el problema, don Julio le propuso a su prometida casarse para no seguir con este noviazgo de cartas. Le aseguró que lo de él era verdadero. Por años él estaba buscando una mujer para casarse.

Hersila junto a su hermana Berselia (Der.), hace dos días.



"Casémonos sin decirle a nadie y nos vamos a Palmira", le propuso don Julio, a lo que Hersilia, con 22 años entonces, lo frenó en seco y le contestó que así no. "Tiene que ir a pedirle mi mano a mi papá", le contestó.

Un tiempo después Julio Onías, armado de valor, viajó de Palmira al Tambo, para hablar con don Epaminondas y doña Isabel. El padre de mi madre no vaciló en darle un sí, porque don Julio había ido solo, sin testigos, ni guitarras, ni licor, como se acostumbraba por esa época.

Se casaron el 29 de mayo de 1957 en Pasto y mi madre se quedó por unos meses en casa de sus suegros, mientras don Julio, como la aves que van construyendo su nido de amor, fue armando una pieza. Como él era ebanista, fue haciendo la mesa, la cama, y así  con un cuarto humilde recibió a su reina cuando llegó a Palmira, para compartir juntos el resto de sus vidas.

Maria Hersilia al lado de su papá, en la primera foto familiar con sus padres, sus primeros hermanos del matrimonio y dos hermanos grandes de su padre.



Con el paso de los años fueron naciendo sus seis hijos: Clara Inés, Campo Elías, Sara Liliana, Amparo Cecilia, Juan Carlos y Mario Alfonso, fallecido unos días después de nacer. Más adelante aparecieron sus cuatro nietas, Laura Alejandra, Clara Inés,  Ana Isabel y Lizeth Johanna. 

Fue un matrimonio compacto y duradero. Hoy mi padre asegura que su esposa es la cabeza del hogar así él haya sido el hombre que con su trabajo le dio sustento a su familia.

María Hersilia se perfeccionó en la costura, trabajó en Cali en un almacén llamado Linda Moda, muchas veces su hijo Campo Elías iba a buscar las telas que se la mandaban cortadas, para la confección de prendas, que las armaba en su casa del barrio Fátima de Palmira.

Después de un tiempo dejó de trabajar en el almacén y se independizó. Le cosió a mucha gente del barrio, a veces no se daba abasto por la gran cantidad de trabajo que le traían. Hersilia alcanzó la perfección en la modistería y ese fue un sustento extra para la familia. También fue comerciante.

De la mano de sus dos primeros hijos, Campo Elías y Clara Inés.



Hoy, cuando llega a los 90 años, dice que nunca se imaginó llegar a esta edad, pero que tampoco lo pensaba. Los años llegaron por sí mismo con el bregar de los días.

Tampoco pensaba que iba a estar en los cuidados de su esposo, que está próximo a cumplir 105 años en noviembre. Ella se ha con convertido en su mamá, como bien lo reconoce hoy don Julio. Doña Hersilia es su enfermera, su esposa, su amiga y su amor eterno.

A pesar de sus 90 años, ella sigue siendo la autoridad en la casa. Sus hijos le continúan guardando el mismo respeto desde sus tiempos mozos. 

Doña Hersilia ha sido una buena administradora de la familia, su visión siempre ha sido el de conseguir mejoras en beneficio del hogar y el de sus hijos. Ella todavía es la dueña de la cocina, en ese duro quehacer de ama de casa, que no tiene jubilación. De más está decir, que es una excelente cocinera.

Ya las fuerzas no son las mismas, advirtió mi madre en una conversación. Pero cuando la vemos haciendo de todo en la casa, uno se pregunta: ¿Cómo hace para dividir el tiempo en tantos trabajos? 

Es incansable y la última en acostarse pendiente de que todo quede bien en la casa. En sus ratos libres ocupa el tiempo para entretenerse con el celular, sea por el WhatsApp o viendo los videos de youtube, para copiar algún remedio para sus males. A su edad no se deja de la tecnología.

Hoy doña Hersilia se siente complacida. Me dice que nunca se imaginó llegar a esta edad, pero también aclara, que nunca estuvo pensado en que quería llegar a esa cifra. Solo ha vivido el día a día, que hoy la atrapó en sus 90 años, sin saber cómo sucedió. Esa fue su respuesta a mi pregunta, de lo que se sentía al llegar a esta edad.

¡Felicidades, madre!!!

sábado, 2 de agosto de 2025

EL PASADO NO PERDONA

CONDENADO 







Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


La condena del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez a 12 años de prisión domiciliaria, volvió a sacudir los cimientos de la política de Colombia que hoy se encuentra dividida entre la corriente Uribista de la extrema derecha y la izquierda del actual presidente Gustavo Petro.

Hoy, la jueza Sandra Liliana Heredia, que lo condenó a 12 años de prisión domiciliaria a través de un fallo de 1.114 páginas, se ha convertido en una heroína para los antiuribistas, mientras que los simpatizantes del primer exmandatario, que pasa a la historia como el primer expresidente condenado en Colombia, lo califican de una patraña del actual gobierno.

Por donde se lo mire, para unos el acusado es culpable y para otros es inocente. Un hecho que comenzó con una acusación del senador de izquierda Iván Cepeda en septiembre del 2014, y que durante casi 11 años ha tenido una serie de capítulos, en el que se llegó a pensar que nunca tendría un desenlace final por el poder que tenía el acusado, sin embargo, el final llegó el 28 de julio de la mano de una jueza a la que no le tembló la mano, para condenar al hombre fuerte de Colombia que es el líder indiscutible de la oposición colombiana.

Liliana Heredia pasó a convertirse en una superheroína, sin capa, para la corriente antiuribista, siendo objeto de una serie de memes en la que se ha hecho gala de mucha imaginación, donde aparece su figura en medio de frases pintorescas, con el himno de Colombia como cortina de fondo y la bandera tricolor, y por allí algunos encabezados como el señalar el 28 de julio, la fecha del fallo, como la verdadera "Independencia de Colombia".

En fin, este país sigue agitado entre la derecha y la izquierda, donde cada bando aparece ruidosamente cuando su contraparte sufre un traspiés. Por un momento la oposición parecía sentirse más fuerte, por los descalabros del actual gobierno, acuerpados por los medios de comunicación, que parecieran estar más inclinados a este lado.

No obstante, con la condena de Uribe, el antiuribismo está de fiesta, ahora son los que más ruido hacen por la redes, prácticamente silenciando las protestas de los que siempre han considerado inocente al líder de Cambio Democrático y que para un gran sector del país ha sido el mejor presidente que ha tenido Colombia, independiente de lo que se le acusa, que para sus allegados siempre ha sido una mentira y hoy un juicio político.

Para los opositores, la justicia colombiana es selectiva, pues hay exguerrilleros que pasaron a la vida civil sin recibir ni un día de condena por sus asesinatos, contrario al expresidente Uribe, que combatió a la guerrilla, y que a pesar de las acusaciones de las que es objeto, todavía tiene una gran corriente de fervientes simpatizantes que nunca han dejado de profesar su fe.

Según la fiscalía, al exmandatario se lo acusa de tres delitos de soborno en actuación penal.

Uno que tiene que ver por "provecho suyo o de un tercero que entregue o prometa una utilidad a persona para que se abstenga a concurrir a declarar o para que falte a la verdad total o parcialmente".

Otro, de "concurso homogéneo sucesivo de dos curules de fraude electoral", es decir, que "por cualquier medio fraudulento induzca en error a un servidor público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo contrario a la ley".

Y tercero, "por determinador del delito de soborno", porque entregó o prometió "dinero u otra utilidad a un testigo para que falte a la verdad o la calle total o parcialmente en su testimonio".

En fin, con este fallo, la justicia colombiana busca esclarecer los crímenes de muchos inocentes por el paramilitarismo colombiano, en el que siempre se ha involucrado al expresidente Uribe de 73 años de edad, durante sus dos gestiones de gobierno (2002-2010).

Este hecho me recuerda al ciclista estadounidense Lance Armstrong, super campeón de siete Tour de Francia, que a pesar de todo había vencido un cáncer para seguir en carrera. Una vez un medio francés lo acusó de dopaje, pero sin mayores pruebas. Con el pasar de los meses se olvidó el asunto, hasta que con el tiempo, algunos años después, las acusaciones fueron tomando más relevancia, por los graves testimonios que se consiguieron.

Yo fui uno de los primeros sorprendidos, porque al principio no daba fe de ello, pensé en que eran patrañas, para mi Armstrong era un superhéroe o un ejemplo de vida, que había vencido al cáncer para seguir su deporte. Sin embargo, con los años, la supuesta patraña fue tomando forma y veracidad, los testimonios dejaron mal librado al campeón mundial y al final Armstrong terminó confesando que se había dopado con un método difícil de detectar para la época, en lo que puede considerarse la trampa más grande en el ciclismo mundial.

Con Uribe es algo parecido, los testimonios en el que al exmandatario se lo menciona en los asesinatos de 6 mil campesinos a manos del ejército, en los llamados "falsos positivos", y otras situaciones con el paramilitarismo, aunque del todo no comprobables, lo dejaron mal parado. Que sea verdad o sea falsedad, sólo él lo sabe, pero a diferencia de Armstrong, es difícil que él lo vaya a reconocer,  porque son dos situaciones diferentes.

Y frente al marco político, esta situación deja mal parado al país, porque mientras los que hoy aspiran al trono de Petro como oposición, califican como selectiva a la justicia,  por condenar a su caudillo y mantener libre a exguerrilleros que se desmovilizaron, la justicia funciona bien cuando se mete con tu rival, pero es un desastre cuando lo hace contra tu bando. Nunca se podrá quedar bien con las dos partes. Un verdadero problema. 

Pero como dice el refrán, "Cuando el río suena, piedras trae", hace que la posición del que haya sido considerado como el mejor presidente de Colombia, esté hoy en entredicho.

Al final, el pasado no perdona. 

viernes, 11 de julio de 2025

# 30, EL MEJOR PUESTO REAL DE PANAMÁ

TIRO A GOL 






Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


El puesto número 30 en el ránking de FIFA puede considerarse como la mejor posición de Panamá en la clasificación de la máxima rectora del fútbol. Contrario al número 29, que se consiguió el 13 de marzo del 2014 y que en las estadísticas figura como la mejor ubicación, que para mi fue una broma de inocentes. 

La posición 30 que acaba de conseguir la selección con Thomas Christiansen es lo más creíble a la realidad. Se alcanzó con resultados, fútbol, y con una selección en competencia, contrario a lo de marzo del 2014.

Lo del puesto 29 fue una cantinflada, porque era contrario a lo que dictaba la lógica. No se necesitaba ser un un erudito en el calificación de ese ránking , para pensar en que ese resultado estaba fuera de toda lógica. O que acaso, Panamá subió porque el resto estaban bajando. Para mi ese puesto estaba chueco.

En el año del 2013, con Julio Dely Valdés como seleccionador, Panamá había disputado la final de la Copa Oro que se perdió por 1-0 ante Estados Unidos a finales del mes de julio. 

En ese torneo se le ganó dos veces a México en fase de grupos y semifinales, a Martinica, se empató con Canadá, y se goleó a Cuba. Hasta antes del torneo, Panamá figuraba en la posición 51 y después se subió 11 puestos en agosto, para ubicarse en el escalafón 42.

Después de julio, Panamá terminó de jugar la hexagonal para el mundial de Brasil 2014 en el que ocupó el quinto puesto. Entre los últimos partidos se recuerda las derrotas con México y frente a Estados Unidos en el Rommel Fernández, en ese fatídico 15 de octubre del 2013.

En ese año, Panamá ocupó los puestos 35 y 36 entre septiembre y octubre, respectivamente, y cerró el 2013 en el puesto 38, sin partidos en noviembre ni diciembre. Por entonces no había selección, ni entrenador, ni competencias, solo quedaba el recuerdo de ese amargo último partido con los gringos del 15 de octubre.

Mientras tanto, el 2014 comenzó como terminó el 2013. Sin partidos en enero, febrero, marzo ni abril. La selección se reactivó con un amistoso frente a Serbia  el 31 de mayo en Chicago, Estados Unidos, con el debut del nuevo entrenador de la selección, el colombiano Hernán Dario Bolillo Gómez, que no tuvo ni tiempo para haberse familiarizado con los jugadores convocados. Los llamados fueron los mismos que habían terminado el último proceso con el panameño Julio Dely Valdés.

De acuerdo al ránking de  FIFA, Panamá comenzó el 2014 en el puesto 36, ganando dos casillas, en febrero ocupó el puesto 32, con cuatro escalafones arriba, y en marzo nos sorprendieron con el puesto 29, en el que además se ganaban tres puestos. Como se dice en el argot beisbolístico, una posición histórica que se consiguió a caballito.

Con Julio Dely Valdés, el mejor puesto de la selección nacional fue el número 29 en en marzo del 2014; con el Bolillo Gómez, el número 49 en octubre del 2017; con Gary Stempel, el número 50 en enero del 2009; Con Guimaraes, el número 52, y con el Cheché Hernández el  número 76, después de haber comenzado su dirección en la Selección en la posición 120. 

Por eso, para este servidor, el puesto 30 actual es el real. Con una selección activa, que juega, gusta y es competitiva. Sin demeritar lo que hizo el equipo en la Copa Oro y en la recta final de la eliminatoria en el 2013, que fue grande y nos enorgulleció a todos. Pero con el perdón de la FIFA, lo del puesto 29 del 13 de marzo del 2014, fue un insulto a la inteligencia, al menos, para el autor de este escrito.

Fin del comunicado.  

domingo, 29 de junio de 2025

VOLVIMOS A TIERRA

TIRO A GOL 





Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com


Después de pasearse en la fase de grupos donde se consiguieron tres victorias en hilo, con 10 goles a favor y 3 en contra, Panamá vino a sentir el verdadero peso de un rival con Honduras, con el que empató a un gol y más tarde perdió en la definición de los penales, en los cuartos de final de la Copa Oro del 2025. Sorpresa para los  panameños.

Tal vez muchos veían a Panamá jugando la final, pero este sábado Honduras aguó la fiesta como lo hizo en el último partido de la pasada eliminatoria cuando empató  en el Rommel Fernández y trazó el camino para la eliminación de los dirigidos por Thomas Christiansen al Mundial de Catar 2022.

Lo que pasó este sábado en una lección, o diría mejor, una llamada de atención a Panamá, para lo que se vendrá en septiembre con los partidos de la eliminatoria para el mundial del 2026, donde cada partido será una final, porque siempre se dice que estos encuentros son particulares y a otro precio, diferentes a los de una Copa Oro o la Liga de Naciones, ya que habrá que visitar a los rivales.

Mientras se jugaba el primer tiempo, me imagino que muchos como yo veíamos a Panamá sobrado frente a los catrachos, en que solo le sirvió para un gol, después de las  buenas actuaciones del portero rival. Fue una exhibición de manejo de balón de los nuestros, donde se apostó a no perderlo. Incluso, en un cobro de tiro de esquina, que en el fútbol es una acción ofensiva, de gol, como bien lo aprovechó Honduras para el empate, los panameños retrocedieron el balón hasta el portero. Hasta esos lujos se daba Panamá.

Pero tampoco se puede pasar por el alto la actitud del rival que supo aguantar atrás, mientras los panameños se exhibian, sintiéndose sobrados en algunos tramos del partido, con algunos lujos que estuvieron de más y que  estropearon un par de  llegadas.

El segundo tiempo fue lo contrario. Honduras mostró los dientes y Panamá la pasó mal en algunos tramos de la etapa complementaria.

En lo personal, me gustó como se manejó el balón, pero veo que siempre en los desplazamientos ofensivos, Panamá sufre en los contragolpes del rival cuando se pierde el esférico, y a eso fue a lo que apostaron los hondureños, como en efecto sucedió.

De nada vale exhibirse con el balón cuando no tienes respuesta de reacción al momento de perder el esférico, como pasó en contadas ocasiones. Entonces allí es donde las oportunidades que se deperdiciaron por hacer una de más y sentirse sobrados, pasa la factura.

Lo de Honduras es un aviso de lo que viene, sin embargo, hay que valorar lo bueno que dejó la Copa Oro, al menos para el entrenador, porque sirvió para probar con algunos jugadores que aprovecharon la oportunidad.

La lección que dejó el partido con Honduras será de mucha valía para Christiansen. Se podrá valorar que de nada vale hacer una bonita exhibición con el balón donde todo parece perfecto, hasta que el rival despierta, aprietas los dientes, encima, pone en apuros, golea y voltea la torta, mientras no se tenga reacción ni física ni mental. Y eso fue lo que pasó en la parte final del segundo tiempo.

Como se dice en este deporte, así es el fútbol. Hoy no se gana de nombre, ni con ser el mejor en el ránking, ni con tener más jugadores en el exterior. Se gana con goles y actitud en los 90 minutos y más del partido.

Por lo menos, con lo de Honduras, volvimos a la tierra. Tomémoslo como una alerta .