domingo, 6 de abril de 2025

MI BARRIO FÁTIMA

UN TRIBUTO 








Campo Elías Estrada
cestradacampo@gmail.com



Palmira, conocida como la capital agrícola de Colombia, está situada al sur del Departamento del Valle del Cauca. Tiene una superficie de 1.123 kilómetros cuadrados. Fue fundada hace 345 años. Cuenta con 130 barrios en la zona urbana y una población de 359.549 personas, hasta el año del 2024, de acuerdo a un estimado del Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia.

Entre las diferentes barriadas de Palmira hay una muy especial que está localizada saliendo por la carretera que conduce a Pradera, se trata del barrio Fátima, que hoy es un lugar acogedor, pacífico, con mucha historia y que tiene una población amable, que hace de este lugar un sector tranquilo para vivir.

Primera entrada que tuvo el batallón Codazzi, por la calle 30, entre carreras 10 y 11.



Ya son pocos los que aún viven, de los primeros que se asentaron en esta tierra. Algunos de los que todavía se mantienen de pie, rememoran sus comienzos con sus nietos. Recuerdan que se trató de un área desolada cuando la habitaron por primera vez, con puros huertos, sin calles, sin nada, mientras que a un extremo de lo que hoy es la barrida, estaba vigilante el Batallón de Ingenieros No 3 Agustín Codazzi.

Las primeras 20 casas se construyeron a manera de "la minga", con guadua, esterilla, tejas de zinc, pozos sépticos. Inicialmente, el agua potable era tomada de una pila comunitaria en el batallón Codazzi, por la calle 30 con carrera 10, esquina.

Según las memorias de Fátima, que fueron confeccionadas por el ex presidente del barrio, fallecido hace un par de años, el ingeniero Orlando Enrique Ponce, la primera intención de hacer un plan de vivienda en este sector, tuvo sus dificultades.

El recordado, Orlando Enrique Ponce.



Se dice en el memorial, que a mediados de 1952, un grupo de personas que ya tenían su lotes en ese sector, decidieron reunirse para ejecutar un plan de vivienda. Sin embargo, una de sus principales dificultades la tuvieron con el comandante del batallón, que se oponía a esa intención de los primeros pobladores.

De acuerdo a las memorias, que hoy está en manos del actual presidente del barrio Fátima, Germán Ospina, y que muy gentilmente le facilitó unas copias al autor de este reportaje, Campo Elías Estrada Agreda. Se dice, que en un comienzo, un grupo de 120 personas se reunieron creando sus propios estatutos en calidad de socios, se hicieron todas las diligencias para conseguir una personería jurídica y ésta quedó registrada oficialmente un 2 de octubre de 1952. Posteriormente se nombró una junta directiva.

Ricardo Sandoval, primer vice presidente del barrio.



La señora María Blanca Concha fue la primera presidenta, el señor Jaime Restrepo, el primer fiscal, y el señor Ricardo Sandoval Mondragón, el primer vicepresidente. Los tres lideraron esta gestión con mucho pundonor despertando mucha confianza en el resto de los primeros habitantes, abriéndose paso así, para hacer realidad el sueño de construir un barrio en ese sector. Lo primero que se propuso fue una entrevista con el entonces presidente de la República de Colombia, el general Gustavo Rojas Pinilla.

Cuenta la historia, que el general Rojas Pinilla vino a Palmira y se reunió con las partes: el alcalde municipal de Palmira, Álvaro Domínguez; el teniente coronel, Jorge Quintero y Quintero, comandante del Batallón Codazzi, y la señora Concha junto a otros miembros de la junta directiva. El primer mandatario accedió a la petición de los primeros pobladores del barrio y dio el aval para que se hiciera el plan de vivienda.

De esa reunión comenzó a gestarse la historia de este barrio, que tuvo su nombre a petición de la señora María Blanca Concha, que era una devota de la virgen de Fátima, una petición que fue respaldada por unanimidad por el resto de los pobladores.

Pedro Rueda y Marcos Lozada, primeros pobladores del barrio.



Entre los primeros habitantes que registra las memorias del barrio, que ayudaron para que Fátima comenzara a instalarse y a desarrollarse como un barrio, están entre otros, Pedro Agustín Rueda, Edelmira Beltrán, Antonio Hernández, Ricardo Sandoval, Clímaco Rodríguez, Marcos Lozada, Octavio Quintero, José Bedoya, Rogelio Ferro, Jorge Salamanca, Fabio Hurtado, Josefina Correa, Francisco Roa, Reinaldo Escobar, Vicente Hurtado, Enrique Crespo, Jorge Zarama, Arturo González, Libardo Jiménez, Jaime Escobar, Raúl Rojas y Lucía Goyes.

Cuenta la familia del señor Ricardo Sandoval, uno de los precursores del barrio, que en unos de sus apuntes sobre los inicios de barrio, que hoy guarda su esposa Ana Beatríz, de 96 años, se señala que: "el primer dueño de este lote fue el señor Ermenegildo Barona".

Ana Beatriz, viuda de Saldoval, hoy con 96 años.



De acuerdo al señor Sandoval, fallecido hace 11 años, "el señor Ermenegildo le vendió el lote al señor Clímaco Bueno y a la señora Efigenia Navia de Bueno, el primero de marzo de 1911, con escritura pública número 45 de la notaría primera.
 
Luego el señor Clímaco y la señora Efigenia le venden a la señora María Blanca Concha, con escritura pública número 761 de la notaría primera, y con fecha del 9 de mayo de 1953, un lote de 60 mil metros cuadrados, situado al frente del cuartel del batallón Codazzi. El valor del lote era de 60 mil pesos, pagados así: 30 mil pesos de contado, y los otros 30 mil pesos con hipoteca y con plazos.

Luego la señora Blanca Concha comienza a lotear y allí es donde se funda la cooperativa que se llamó: "Centro de Unión Pro vivienda de Palmira", en la que la señora Concha era la representante legal y propietaria.

Contaba el señor Sandoval en sus apuntes, que esa cooperativa funcionó hasta julio del año de 1960. A esa fecha había 27 miembros o accionistas. En caja había a esa fecha, unos 16 mil 929 pesos, que se repartieron entre sus 27 socios o propietarios de los lotes y a cada uno les tocó la suma de 627 pesos.

El resto ya es historia. Fátima comienza a poblarse. El señor Clímaco dona un terreno de 1.600 metros cuadrados, para la construcción de una gruta para la Iglesia de Fátima, pero monseñor Jesús Antonio Castro Becerra, considerando que había poca gente para un terreno tan grande, propuso venderlo para amortiguar deudas. Ese terreno es hoy la manzana comprendida entre las calles 29 y 30 con carreras 7 y 8.

Julio Estrada, hoy con 104 años, y Baltazar Benavides, que el próximo 11 de abril cumple 96 años. Primeros pobladores del barrio Fátima.



Por su parte, el primer evangelizador que llegó al barrio fue el misionero español, presbítero Basilio.

El político Raúl Orejuela Bueno, por su parte, ayudó para el pavimento. Se logra también la electrificación, el mejoramiento en las redes del alcantarillado, entre otros avances, con las diferentes juntas directivas que han dirigido exitosamente al barrio.

El 22 de septiembre de 1964, se gestiona la personería jurídica ante la Gobernación del Valle del Cauca, mediante resolución número 2998. Y se nombra al señor Fabio Hurtado como el primer presidente comunal del barrio Fátima.

La recordada Familia Bedoya.



También se construyó la caseta comunal del barrio. Fueron años en que los nuevos habitantes mejoraron su calidad de vida, y con el pasar de los calendarios fueron naciendo las nuevas generaciones de la barriada.

En lo deportivo, todavía se recuerda con nostalgia, a los equipos de fútbol Marbella y Atlántida, que participaron en competencias intermunicipales de Palmira. En la entrada de Fátima, una cancha de fútbol era el marco de presentación para los visitantes, donde los fines de semanas el fútbol era la principal distracción para todos los habitantes del barrio.

El recordado equipo, Marbella.



Marbella fue un equipo importante, recuerda Jairo Sepulveda, que por esos tiempos llegó a perder una final contra la Colmena, considerado uno de los mejores equipos de Palmira, y en otra ocasión ganaron un torneo derrotando a Los Libertadores. En cada partido del equipo amarillo del barrio, la cancha se llenaba de público para alentar a los de casa.

Algunos nombres de Marbella fueron: los porteros Julio César Gallego y Jairo de Jesús Sepúlveda, conocido como "tocino". "El loco" Carlos Rivera, Rafael Vélez, Héctor "el ñato" Martínez, Julio Pucheca, Carlos Gallego, Óscar Zarama, "el flaco" Román, Milton, Rodrigo Angarita, Pacho Salinas, "Pelusa" Zúñiga, Nolberto, José "muelas", Fredy Orejuela, el negro Cupertino. El entrenador era Tocayo y su asistente Lucho Zarama. Y el patrocinador, el señor Mario, propietario de una tienda que llevaba el mismo nombre del equipo, situada en una esquina, entre la calle 29 con carrera 10.

El recordado equipo del Atlántida, que por entonces le decían los tonis.



Por su parte, los nombres de los miembros de Atlántida fueron: Julio César Díaz, Julián Chavarría; Eider "el flaco" Román; José Amed Torres, Armando Jiménez, "chorizo"; Armando Rivera, "Banano"; Albeiro Flórez, "Pate Palo"; Gustavo Gómez, Danci Silva; Edgar Arenas; Ricardo Camelo, "el bogotano"; Darío Soto, "Cuchambo", Campo Elías Estrada, "el tigre Benitez"; Carlos Acosta, "El indio"; Eyder Acosta, "Tirolindo"; Anuar Silva, y Ricardo Sandoval, fallecido joven, por ese mismo tiempo, a consecuencia de  una penosa enfermedad.

Poco a poco, el Barrio Fátima cambia de imagen y se va transformando a las nuevas disposiciones de la sociedad de Palmira. Comienzan las construcciones de casas con terrazas y varios pisos, ya el  panorama es diferente, el barrio se va abriendo a la modernización.

Frente a la nueva fachada que va tomando Fátima, también se recuerda como parte del barrio a dos personajes emblemáticos como "Pomponio", cuyo nombre original era Julio Vélez, y a "Lalo", con el nombre de pila de Reinaldo González.

La gallada mayor del barrio.



Los primeros jóvenes del barrio, hoy mayores de 50, 60 o 70 años, vivieron felices en este sector de Palmira, siempre activos para el deporte o los bailes, con los llamados  agüelulos de los domingos, sea en la casa de don Alberto, donde los Potes, donde las costeñas, o algunas veces donde los Gallego o donde los Quintero.

En fin, fue una época difícil de olvidar para muchos de estos primeros jóvenes que se hicieron profesionales en Colombia o en el exterior, hoy padres de familia, abuelos y jubilados, que ya para este año del 2025 se mueven menos que en sus tiempos mozos. Sus cuerpos lucen hoy maltratados por el rigor de los años, pero siguen vigentes como los viejos moradores del barrio.

En los tiempos de la presidencia de Orlando Enrique Ponce, se comienza a gestar la construcción de lo que hoy es la nueva Iglesia de Fátima.

Hasta la confección de estas memorias, en el 2004, se escribió en la página número 17 del documento, que "habían unos 1.864 habitantes, en un total de 359 viviendas, y 366 predios pertenecientes al estrato económico tres".

La familia Sepúlveda,



Con el pasar de los años, algunos de los más adultos se nos han adelantado, otros vecinos han emigrado a probar suerte en otros países, pero sin olvidarse del barrio que los vio nacer. Los alrededores de Fátima se han extendido con otros barrios y eso le ha dado más categoría al sector.

Fátima cuenta con una extensión geográfica de aproximadamente 128.875 metros cuadrados, incluyendo la afectación vial y zonas verdes.

Hoy, todavía quedan algunos adultos que comenzaron a hacer sus familias en los comienzos del barrio y que rememoraron esos primeros años.  

Por nombrar solo a unos pocos: el señor Julio Onías Estrada Noguera, de 104 años; la señora Ana Beatriz Mondragón, de 96 años; el señor Baltazar Benavides, de 95 años; la señora Emérita Valencia de Rodríguez, de 92 años; la señora Refa Valdés de Torres, de 91 años; el señor Miguel Isidro Bohórquez, de 89 años; la señora María Hersilia Agreda de Estrada, de 89 años; doña Cecilia Hinestroza Gallego, de 85 años; doña Aura Emma Trochez, de 84 años; y Ramón Elías Bedoya, de 74 años.

Hace un año la plana mayor del barrio se reunió en la casa de la familia Lozada.



El barrio Fátima continúa de pie. Con mucha historia en su comienzo y con una hermosa realidad en el presente. Una gran combinación que llenó de orgullo a los que ya no están, a los que viven sus últimos días, a los que son los pobladores de hoy, y a los que lo serán mañana y siempre.







1 comentario:

  1. Que bonita historia. Soy del barrio San Pedro 👍👍👍

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